Video Presentación
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Terry estaba confundido que se sorprendió de su propia reacción, era la primera vez que una mujer lo hacía perder el equilibrio y la lucidez, en silencio contemplo la belleza de esa postal, quería guardarla en su memoria pues sentía que había visualizado a un ángel.
Candy volteó repentinamente, como si alguien le hubiesen dicho que era observada, sus verdes ojos se abrieron como platos al darse cuenta que tenía compañía, intercambiaron miradas por unos segundos que se volvieron eternos para ambos.
«Su rostro me parece familiar, ¿dónde lo he visto?» La memoria de Candy comenzó a trabajar «¡es el joven del barco y de la estación central!»
̶ ¿Aquí estás? ̶ Alistar interrumpió el encuentro, ambos jóvenes desviaron la mirada ̶ Candy, pensé que vendrías más tarde ̶ Terry se hizo a un lado para que el joven ingeniero pudiera pasar.
̶ Hola Stear ̶ se saludaron de beso en la mejilla. Candy presto atención a su amigo, tratando de disimular la sorpresa que se había llevado.
̶ Ya que estas aquí, crees que puedas acompañarnos ̶ propuso. Candy carraspeo con suavidad, Stear la miró, ella señalo con los ojos la entrada de la puerta.
̶ Perdón por mi falta de cortesía ̶ Stear se disculpó por su distracción. Se acercó a Terry ̶ pase, Arquitecto Grandchester le presentó a su colega Candice White Andley ̶ animo a que el joven se acercara, Candy bajo del banco, se paró frente a Terry.
̶ ¡Es un placer! ̶ Candy extendió la mano. Terence la miraba absorto, tomó su mano girándola con delicadeza, inclinándose un poco para darle un beso sutil en la mano.
̶ El placer es mío, señorita White ̶ alzo la mirada y enarco una ceja, Terry trato analizar la reacción de ella ante aquel caballeroso gesto, soltó la mano de Candy al verla impasible.
̶ Stear, ¿a qué hora nos iremos? ̶ preguntó Candy a su amigo, le urgía salir de ahí, la actitud del joven le había provocado una llamarada en la sangre, trato de disimular el efecto que había causado en ella ese detalle. El joven ingeniero miro su reloj.
̶ En media hora, Arquitecto sería bueno que viniera con nosotros ̶ Stear se dirigió a Terry.
̶ Stear, te he estado buscando, necesito que... ̶ fueron interrumpidos. Archivald Cornwall freno en seco al ver a Terry, lo miro abajo hacia arriba.
̶ Hola, Candy ̶ se acercó a la chica y le dio un beso en la mejilla.
̶ Archie te presentó al Arquitecto Terence Grandchester, viene de Londres ̶ Stear lo presentó, Terry estaba serio, había notado la mirada hostil por parte del tal Archivald, el saludo de ambos fue simple formalidad.
̶ Soy el Licenciado Archivald Cornwall Andley, me puede acompañar por favor, usted y yo tenemos mucho de qué hablar ̶ Archie se dirigió a Terence.
̶ Pero Archie, acabo de pedirle ir con nosotros…
Terry recordó todos los documentos que llevaba consigo, ahora que lo analizaba todos esos oficios iban dirigidos hacia el genearca: William Albert Andley. Nunca le paso por la cabeza que esos dos chicos pertenecieran a dicho clan y mucho menos ella.
̶ No se preocupe, Ing. Cornwall, tendremos tiempo para ello ̶ a pesar de dirigirse a Stear, sus ojos estaban fijos en la dama.
̶ ¡Nos vamos! ̶ Archie alzó la voz para que el joven le prestaba atención, Terry dejo de mirar a Candy.
̶ Con permiso ̶ Terry se retiró del estudió, seguido de Archie. Entraron a la oficina del joven Lic. su reunión duro un par de horas,
Terry entrego documentos y respondió todas las preguntas con las que fue abordado por el joven Cornwall, dejo claro las fecha en que llegarían los embarques de material y personal de Roberts y Asociados.
«No puedo concentrarme, ¿Qué me pasa?»
Terry era bueno en su trabajo, solo que este tipo de procesos lo desgastaban, sabía que el señor Roberts había depositado toda su confianza y lo consideraba capaz de estar al mando de dicha tarea. Terry no se inmuto en ningún momento ante la destreza y habilidad de Archivald, en cierto modo admiro lo apasionado que era el joven en lo que al trabajo se refería.
«¡Archie es un idiota!» A su mente volvió la escena en el barco y como esa chica Annie se quejaba con su amiga sobre la actitud de su novio.
«Ojalá fueras así de hábil para tener contenta a tu mujer» Pensó Terry, una sonrisa socarrona se dibujó en su rostro ante su pensamiento irónico.
̶ ¿Dije algo gracioso? ̶ Cuestiono Archie con cierto tono de molestia, pues sintió que el Arq. Grandchester se mofaba de él.
̶ No, en absoluto ̶ Terry se puso serio, era muy pronto para buscarse un adversario.
̶ Le parece bien si continuamos mañana ̶ Archie miro el reloj en su muñeca, tenía que retirarse para asistir a otra reunión.
̶ Claro, me parece perfecto ̶ Terry recalco la última palabra en un tono que pudo calificarse como arrogancia. El joven Arquitecto guardo las cosas en su portafolios ̶ que tenga un excelente día ̶ se despidió sin siquiera mirar a Archie.
«Es un engreído y altanero, además no me gusto para nada como miraba a Candy» Pensó Archie mientras cerraba la puerta, apretó los dientes y chasqueo la lengua ante su frustración.
Terry fue al estudio de arquitectura, su galanura tenía enganchadas las miradas femeninas, en otra situación le habría llenado el ego ser el centro de atención, pero por alguna extraña razón sentía una leve sensación de incomodidad y no entendía el porqué.
Cuando llego al estudio lo encontró vació, la joven Candice White no estaba ahí, lanzó un suspiro como de decepción, dejo su saco en le perchero y su portafolios sobre la mesa de dibujo que le habían asignado, las persianas seguían cubriendo el cristal que daba al exterior de las oficinas, «al menos puedo tener algo de privacidad», sobre la otra mesa estaban unas hojas, la curiosidad lo apreso y se acercó para observar el dibujo, miro con atención cada línea trazada sobre el papel.
«Aquí están los puntos de fuga»
Comenzó a analizar los trazos y a tratar de encontrar algún error en el boceto que evidentemente había hecho su compañera, por largo rato se quedó mirando fijamente la hoja de papel.
«No encuentro error alguno»
Pensó mientras acariciaba la hoja, por un momento paso por su mente la viva imagen de esa joven rubia y supuso que muy probablemente cuando él entró ella lo estaba dibujando.
«Es perfecto, ¡como ella!» Terry sintió que el corazón se le acelero con ese simple pensamiento.
̶ ¡Buenas tardes! ̶ la voz de Candy saco a Terry de su cavilación.
̶ Hola, buenas tardes ̶ Terry se irguió y se alejó un poco de la mesa de trabajo de Candy, lo había atrapado hurgando sus cosas.
Candy entró al estudio, dejo la puerta entre abierta y subió las persianas ante la mirada de desconcierto de él.
«Es un hombre demasiado atractivo para que estemos encerrados en el estudio, solos, no quiero que empiecen las habladurías» Se dijo Candy para sí misma.
«¿Qué está haciendo?, ¿acaso piensa que voy a abusar de ella?» Terry apretó los labios, frunció el ceño evidenciado su enfado.
̶ Espero no le moleste que suba las persianas, estoy trabajando en esos bocetos y necesito luz natural ̶ comentó Candy con un suave tono de voz al ver la mueca en el rostro de su nuevo compañero.
̶ No hay ningún problema ̶ Terry relajo su expresión, no quería que la dama pensara que era un cascarrabias.
̶ Gracias ̶ Candy apenas y volteaba a mirarlo. «Nunca había visto un hombre como él, es muy apuesto» Candy mordió su labio inferior con discreción.
̶ ¡Art decó! ̶ expresó Terry con un tono de voz delicado, pero a la vez varonil. Candy lo volteó a ver, interrogante ̶ sus bocetos ̶ señalo Terry con la mirada.
«No soy fiel ferviente de dios, sin embargo, tengo que admitir que esta chica es una de sus más hermosas creaciones» pensó Terry, al no poder parar de admirar la belleza de la dama.
̶ Sí, fue una absurda idea para la fachada del nuevo edificio, ¡está de moda! ̶ Candy intento relajarse. Cuando termino de subir las persianas cerró la puerta, se acercó a su mesa de trabajo, tomo el dibujo y lo estrujo entre sus manos ante la mirada de desconcierto de Terry.
Terry quiso preguntar porque había hecho algo así con un excelente trabajo, ella fue y tomo otras hojas de papel y unos lápices de
grafito.
̶ Necesito que haga una lista de todo el material que requiera para trabajar, por ahora puede utilizar esto, estuve de viaje y la oficina es un caos, además teníamos la idea de que usted llegaría dentro de dos semanas ̶ Candy se excusó al darse cuenta de que no había suficiente material de trabajo para él nuevo arquitecto y para ella, así que por ahora le entrego solo unas hojas de papel, una regla y unos lápices.
̶ Gracias ̶ Terry la miro, Candy no pudo hacer nada más que desviar la mirada ya que esos impresionantes ojos aguamarina la ponían nerviosa de sobremanera.
̶ ¿Cómo les fue? ̶ Terry se sentó en el banco, frente a la mesa de dibujo. Candy lo observo, confundida por su pregunta ̶ en el trabajo de campo.
̶ Bien ̶ Candy respondió a secas.
Terry entendió que la joven no deseaba hablar, así que tomo el material que le había entregado y comenzó a delinear sobre la hoja.
Ambos se dedicaron a trazar, cada uno por su cuenta, apenas y se escuchaba el arrastre del lápiz sobre el papel, de momentos se miraban de reojo disimuladamente, el silencio que les hacía compañía fue interrumpido cuando llamaron a la puerta, ambos levantaron el rostro.
̶ Señorita White, la están esperando para ir a comer ̶ le hizo saber la secretaria, esta miraba al joven.
̶ En seguida voy, puedes retirarte ̶ respondió la joven. Dejo el lápiz a un lado ̶ ¿quiere acompañarnos a comer? ̶ Candy se dirigió a su compañero.
̶ Le agradezco mucho, pero prefiero terminar esto ̶ Terry volvió su mirada a la hoja de dibujo.
Candy no dijo más, tomo su bolso y salió del estudio, no sin antes echar un vistazo a su compañero. En cuanto Terry se quedó solo, relajo los hombros y dejo caer el lápiz sobre la mesa, se llevó las manos hacia la nuca.
«Me parece que estoy viviendo algo irreal»
Terry tenía una extraña sensación, sabía que su cuerpo estaba anclado a la tierra, solo que sentía como si sus emociones y mente flotaran por encima de su cabeza, le echo la culpa al desajuste de horario, el nivel del mar y demás, pero la realidad era y aunque le molestara aceptarlo, el hecho de saber que esa joven que tanto llamo su atención resulto ser su compañera de profesión le había movido el piso.
El joven Grandchester pensó que la señorita White ya no regresaría al estudio, puesto que no volvió después de la comida, la tarde noche comenzaba a caer sobre las calles de la ciudad y el arrebol vespertino comenzó a filtrarse por las ventanas.
Terry había bajado las persianas con la finalidad de no ser incomodado por las damas que se paseaban por los pasillos cerca del estudio, haciendo muy evidente sus ganas de calmar el morbo y llamar su atención.
̶ Buenas tardes, casi noches ̶ Saludo Candy cuando entro al estudio.
̶ Hola ̶ Terry respondió con un tono indiferente. La miró de reojo, «tardaste demasiado, pensé que no volverías» dijo para sus adentros.
̶ Lamento la demora ̶ Candy dejos su bolso en el perchero junto al saco de Terry.
̶ No hay problema ̶ Terry seguía con la misma actitud, fría.
̶ Señorita White, aquí esta lo que ordeno ̶ la secretaria llevo una charola con dos tazas de café y un plato con galletas.
̶ Muchas gracias Molly ̶ Candy tomo la charola.
̶ ¿Se le ofrece algo más? ̶ cuestiono la secretaria.
̶ Esto todo, puedes irte a descansar ̶ Candy le regalo una sonrisa a la joven secretaria.
̶ Me permite ̶ Terry ya estaba junto a Candy y le ayudo con la charola, la llevo a la mesa que estaba cerca del ventanal.
̶ Gracias ̶ en el rostro de Candy se dibujó una media sonrisa ̶ supe que no salió a comer y bueno, yo tuve un contratiempo, así que tampoco pude comer.
Cuando Candy paso frente a la mesa de dibujo de Terry miro el trabajo que había hecho, quedo impresionada al ver la perfección en su boceto.
«Su trabajo es exquisito» Candy creyó haberlo dicho para ella misma, pero…
̶ ¡Gracias por el cumplido! ̶ Terry respondió al comentario de la dama, en ese momento ella cayo en cuentas de que no solo lo había pensado, sino que lo dijo en voz alta.
̶ No agradezca, solo soy honesta y se reconocer cuando alguien hace un excelente trabajo ̶ Candy acaricio la hoja.
̶ Esta parte de aquí no me tiene satisfecho ̶ Terry se acercó a la mesa, se paró a un lado de Candy. Señalo un punto en el boceto y paso la parte trasera del lápiz por sobre unas líneas.
̶ Tal vez, si este trazo fuese en esta dirección ̶ ella señalo con su dedo. Sin proponérselo, ambos se acercaron el uno al otro dejando un mínimo de distancia entre ellos.
«¡Que dulce aroma!, ¿Qué perfume será, Chanel?» Terry sintió que sus sentidos habían sido embriagados por él olor de ella.
«Su fragancia es exquisita, no es madera, es más bien cítrica» Candy inhalo el aroma del joven discretamente.
̶ El café se enfriará ̶ Candy freno en seco sus emociones y se alejó de Terry.
Fue junto a la ventana, justo a un lado de la mesa, iba a sentarse cuando escucho como arrastraron con suavidad la silla, era Terry que la acomodaba. Candy sonrió con suavidad en agradecimiento al joven, él se sentó frente a ella.
̶ Adelante ̶ Terry dejo que ella se sirviera primero.
̶ Que amable es usted ̶ Candy le volvió a regalar otra sonrisa.
Terry seguía sin entender lo que ocurría a su alrededor, cuando la vio por última vez nunca le paso por la cabeza que la volvería a encontrar y mucho menos que ahora estaría bebiendo café con ella, lo que si tenía claro es que iba a disfrutar de su presencia y eso ya hacía de su estadía en Nueva York algo inolvidable.
Continuará...