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♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5

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AnaEdith

AnaEdith
Niño/a del Hogar de Pony
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La imagen presentada forma parte del manga de Candy Candy, a forma de Collage y los derechos pertenecen a Mizuki e Igarashi. Yo únicamente mezclé algunos elementos y apliqué leve color. Espero que les guste.

[url=♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 J9mrdw[/url]



Capítulo 5



Cuando salí de la oficina de Greg ya pasaban de las siete treinta de la noche. Había llamado por teléfono a George para informarle que estábamos en Nueva York, que habíamos llegado bien y que necesitaba que hiciera informar a mi tía puesto que en Lakewood no tenía servicio telefónico. En ese momento Greg me dejó a solas pues tuvo un asunto que atender con uno de los huéspedes y fue que pude hablarle a George de la situación de Stear.

Sé que se impresionó bastante, pues el tono de su voz cambió. Casi podría asegurar que estaba emocionado. Me dijo que iba a hacer unas averiguaciones sobre la situación de Stear y que le llamara antes de salir del hotel en la mañana. Así nos despedimos. No sabía yo qué cosas podía hacer en menos de 14 horas, pero había aprendido que a George no había que subestimarlo. Era capaz de superarse a sí mismo en cada ocasión.

Yo por mi parte le había dicho a Greg que no tenía deseos de salir a buscar donde cenar y no me interesaba ir al restaurant del hotel, así que esperaba pedir algo de comida para cenar en mi habitación, aunque no tenía apetito.

La charla con mi primo había sido brevemente distractora, pero me encontraba otra vez pensando en las reacciones que pudiera tener Stear ante la noticia sobre quien era yo.

Pensándolo, cada uno de los miembros de la familia había tomado la noticia de modo distinto.

Archie se sintió dolorido pero seguro porque todavía estaba sufriendo el duelo de Stear, los hijos de Sarah y ella misma se sintieron temerosos de que tomara represalias demasiado severas.

Janis reaccionó como lo hicieron la mayoría de los que no eran tan cercanos: se mostró incrédula y también hubo alguno que trató infructuosamente de revocar mi derecho a ser patriarca, pero el caso de Stear era un enigma para mí.

Esperaba que actuase como Candy, que de entre todos, había sido la única que me escuchó sin juzgarme, comprendiendo mi obligada posición.

Iba con rumbo a los elevadores pensando en eso, cuando las tres mujeres (Candy, su madre y la servicial Dorothy) aparecieron ante mis ojos. Ellas sí deseaban cenar fuera. Yo todavía no sabía si estaban compartiendo habitación, pero fue lo que menos me importó.

Candy iba enfundada en uno de los vestidos que yo le había regalado. Se lo había comprado personalmente en una de las tiendas de París donde había ido de negocios hacía menos de seis meses y era la primera vez que se lo miraba puesto.

Levantó la muñeca de la mano derecha y lo que vi me hizo sonreír ampliamente. Traía la pulsera que yo le había regalado en Navidad.

- Así que finalmente, no fueron regalos innecesarios... -dije yo y soltó una carcajada, pero la acalló ante el sonido de sorpresa y el evidente sonrojo de su madre. Se rió entonces con suavidad, segura del intercambio que seguía pero me miraba traviesamente, y yo sentí de pronto cosquillearme hasta la piel.

- Por lo visto, no. No lo han sido. La señorita Poni me hizo la maleta poniendo en ella varios de tus regalos.

- Lucen verdaderamente encantadoras -dije a las tres, pero mi atención estaba casi por completo en ella. Dorothy se cohibió enseguida. Ella también estaba usando sus mejores galas-. ¿Salen a cenar?

- Y como buen caballero, espero que nos acompañe -habló Diane con apenas voz. Estaba vestida con un sencillo traje azul marino, sus ojos destacaban mucho y por un momento olvidé que había tenido una vida muy desafortunada.

- No creí que tuviesen fuerzas para salir a la calle -reconocí-. Pero supongo que eso es reflejo de mi propia situación.

- Ah, querido señor Andley, ¿le comienzan a pesar los años? -preguntó Candy con una sonrisa y yo la miré con una ceja enarcada.

Y sé que lo dijo en broma, pero escucharle decirme "querido" hizo saltar mi corazón sin que hubiese cómo evitarlo.

- Tomando en cuenta que no ha sido mi primer viaje de la semana, sino el tercero, mis muy prolongados años son benevolentes conmigo -respondí en cambio, siguiendo la broma y después fingí con aire pesaroso:- Además de que yo no he traído mis mejores galas en mi mochila y traigo todavía la misma ropa desde anoche.

- Ah señor Andley... Si usted se encuentra tan cansado, no sé si será conveniente obligarlo a acompañarnos.. -dudó la madre de Candy y entonces se dirigió a ella-... Quizá deberíamos cenar en nuestra habitación.

- No Diane, el Albert que conozco sabe de jornadas de 16 horas diarias sin descanso durante meses, y lo de la ropa es lo de menos. Puede subir y arreglarse mientras conseguimos que nos den una mesa -dijo Candy con seguridad-.  No creo que al patriarca de los Andley se le niegue vestir informal de vez en cuando.

- No, me supongo que no -dije con una sonrisa, aunque me extrañaba que llamase a su madre por su nombre de pila-. ¿Los demás piensan también cenar con nosotros?

Ella negó.

- Dijo Archie que le habías recomendado algo...

Lo entendí en el acto. Mis sobrinos no pensaban dormir en nuestro hotel. ¿A donde habrían ido? ¿Al Waldorf? Conociendo a Archie, no lo dudaba, aunque fuese nuestra mayor competencia en esa ciudad, presumiblemente era de los mejores.

- Entonces, no se diga más. Iré a mi habitación y en media hora regreso para acompañarlas en la cena.

Y así lo hice.

Bajé en el tiempo convenido y las encontré en la antesala al restaurante.

No pude entender el por qué me sentía casi nervioso. Quizá era el hecho de estar en compañía de ellas bajo unos términos distintos a los de las últimas 24 horas.

Candy estaba radiante, opacaba todo a su alrededor y lamenté que no se nos permitiera cenar a solas.

También me preguntaba si habría miradas de reproche porque me hubiesen dejado entrar con la ropa que cargaba. No eran harapos, pero definitivamente no era ni de broma ropa formal.

Les brindé mi brazo a Candy y a Diane, y con una mirada de reconocimiento y leve sorpresa de parte del que nos abrió la puerta, entramos.

- Señor Andley, señoras.. Buscaban una mesa, supongo. Síganme por favor.  

- Por lo que veo el señor Duncan le ha dado instrucciones -le dije al hombre mientras ayudaba a Candy con su silla y él hacía lo propio con la silla de Diane.

El hombre asintió.

- Es un verdadero honor tenerlo entre nosotros.

- Espero que no le genere problemas mi indumentaria con otros clientes.

- Me haré cargo si es el caso, señor -y miró con confusión a Dorothy, quien se resistía a tomar asiento.

- Sucede algo, Dorothy?

La muchacha estaba roja.

- Quería preguntar si era posible que yo ocupara un lugar aparte.

- Y por qué harías eso? -le pregunté yo.

- Los empleados no debemos cenar en el mismo sitio.

- Pero hemos desayunado y comido juntos... ¿Dónde está la diferencia?

Si fuese posible, enrojeció más.  

- Es un lugar público.. Un sitio para gente de su clase.

Entonces rodee la mesa y entendí la silla.

- Creo que no querrás discutir entonces con tu jefe si he dicho que cenas con nosotros.

Dorothy titubeó pero terminó por acceder.

- Sé que tía Elroy te ha exigido muestras de respeto, pero también soy consciente de que eres mucho más que una empleada. Eres amiga de Candy aunque nunca dejes de decirle "señorita Candy" delante de la familia.

Dorothy me miró con gratitud, pero sus ojos se humedecieron un poco, sin embargo sonrió.

Lo que siguió fue una platica amena, seguida de una cena deliciosa, aunque sabiéndonos observados por los demás comensales.

El Maître estuvo deteniéndose en cada mesa de donde era llamado y al final, recibimos las miradas más llenas de curiosidad e interés que de reproche.

Yo actué de modo relajado, Candy también, pero pude darme cuenta de la expresión ligeramente ensombrecida por momentos de Diane y del nerviosismo de Dorothy.

Estábamos a mitad del postre cuando por estar más pendiente de las miradas de la gente que de la copa, Dorothy la volcó y el líquido se derramó en la mesa y en el vestido de Diane. Saltaron las dos. Una de la impresión de estar mojándose y la otra tratando de ayudarla a secarse y disculpándose profusamente.  

La mejor opción fue pedir la dirección del tocador y ambas salieron con rumbo al mismo, dejándonos a Candy y a mí solos.

- Por fin! -y se rió, dijo en tanto yo volvía a sentarme.

- A qué te refieres con eso? -pregunté curioso.

- No estoy acostumbrada a tener compañía las 24 horas al día.

- Entonces, deberé disculparme -dije ya más serio, pero ella me tomó de la mano como si temiera que me levantase y la dejara sola.

- No es eso.. No te vayas -y me soltó, pero perder la calidez de su mano no fue agradable-. Me refiero a que no puedo charlar contigo libremente. Dorothy se ha tomado muy en serio su papel de acompañante y mi madre el suyo de guardiana, pero no es lo que yo quiero.

Yo la observe un segundo antes de hablar. ¿Qué cosas estaba pensando?

- ¿Y qué es lo que tú quieres? - pregunté y ella me miró a los ojos.

- Quiero poder hablar contigo sin necesidad de haber testigos, quiero sentirme con la libertad de charlar de cualquier cosa como siempre.

- No pensaba que Diane te reprendía sobre las cosas que charlamos.

- No lo hace, pero no es igual, ¿sabes?

-¿Acaso ha sido distinto a cuando fuimos de vacaciones?

Candy me miró con sus ojos como platos, como si la hubiese pillado en alguna falta y después un leve rubor comenzó a instalarse en sus mejillas. Trató de hablar, pero fueron balbuceos y rehuyó mi mirada.

- ¿Qué pasa?

Fue mi turno de tomar su mano. La sentí estremecer levemente, la veía luchando por recomponerse y no alcanzaba a entender los motivos para que estuviera tan turbada. Acaricié su mano apenas, como si fuese al descuido, pero ella fijó sus ojos en mi mano a la primera caricia y de ahí me vio a los ojos. Era como si no creyera que yo era la misma persona de siempre, y de algún modo no lo era.

- No quería avergonzarte -le dije-, perdóname. Yo tampoco lidio muy bien entre tantas damas. Es diferente a como siempre vivimos. Y también extraño que nos tengan en observación constante cuando siempre nos hemos respetado mucho.

Ella asintió y prosiguió, cambiando su tono.

- Mi madre me dijo que si no sería conveniente viajar a Ithaca para que viésemos algún departamento debido a que ya estamos cerca, pero le he dicho que podemos esperar un poco más. Las clases inician en tres meses.

Yo volví a sentir esa sensación extraña y desagradable en mi estómago.

- He querido hablar contigo de ello, pero con lo que ha pasado no nos han dado mucho margen. Pensaba esperar a llegar a Chicago, así no sentirías que nadie está sobre nosotros...

«Lo que te dije en el lago es verdad. Pienso establecerme en alguno de los puntos menos atendidos de la costa este del país. Preferiblemente en aquel que tenga más opciones de crecimiento. El que se haya reestructurado la planilla laboral de las empresas, con miembros más jóvenes en ellas, hará que el peso de la responsabilidad que he llevado desde hace años, sea menor. Seguiré tomando las decisiones importantes, pero el Consejo tendrá también oportunidad de opinar al respecto. Con Neil, Archie, August y Frank trabajando tal como lo están haciendo y la posibilidad de que Stear también quiera integrarse en el futuro, será menor la carga de trabajo. Eso me ahorrará muchos viajes en el año y quizá me mantendrá un poco menos en la oficina.»

«No digo que no viajaré, pero lo haré mucho menos y podremos vernos si vivimos en el mismo sitio»

- Pero Cornell está lejos de los lugares que me mencionaste.

- Cornell no es la única universidad donde podrías estudiar, ¿no lo has pensado? Se que es muy buena, pero podríamos pensar en otras mejores. No estas fuera de tiempo si aplicas para alguna otra.

- No podría pagar otra, Albert.

- No tendrías por qué pagar tú. Se supone que el dinero que recibes sube en proporción a tus necesidades.

- Ese es el problema. No quiero pagar con tu dinero. Quiero hacer esto con mi esfuerzo.

- ¿Y crees que estudiar para ser médico no será en base a tu esfuerzo? Ayudarte en lo económico es una de las pocas cosas que podría hacer yo por ti, y no quiero que me prives de ello -lo dije serio y lo dije en serio.

- Albert...

- Prometimos compartir todo. Eso,  si lo meditas,  incluye riqueza y pobreza. En este momento cuento con lo primero y no puedes simplemente rechazarlo.. ¿O abandonarías esa promesa si soy pobre?

- Claro que no!

Justo en ese momento fue que escuché la voz de Dorothy. Todavía tenía a Candy tomada de la mano, pero no quería que nos mirasen de modo inadecuado, así que la estreché levemente y la solté.

Lo hice con reticencia, y quizá fue evidente, pero Candy solamente agachó su mirada viendo al mantel sin pronunciar palabra, apretando los labios como si tampoco le hubiese agradado que la hubiera soltado.

- Hablaremos en Chicago, ¿te parece bien?

Ella me miró y después de inspirar profundamente, asintió.







Mientras tanto….

Archie y Stear estaban en una habitación compartida en un hotel distinto al de su tío. Habían decidido seguir el consejo de Albert y hospedarse donde la figura del tío Gregory no apareciera. Si él se enteraba que Stear estaba vivo, la noticia sería conocida por demasiada gente antes que llegaran a Chicago.

Ya habían solicitado a recepción una cuna y acababan de instalarla, así que sólo quedaba recostar a Germain en ella. Se había quedado dormido casi inmediatamente después de cenar.

Archie sentía que tenía tantas cosas que hablar con su hermano, que no deseaba interrupciones ni intromisiones de ningún tipo y haber esperado a que el pequeño se durmiese era lo mejor.

- Todavía no comprendo muchas cosas Stear... –le dijo cuando Stear ya se había separado de la cuna, al darse cuenta que su hijo tenía una respiración pausada bastante tranquila.

- Te contaré todo, pero ahora no estoy seguro de que sea el momento. El Dr. Seymour habló contigo, ¿no es cierto? -Archie asintió.

- Nos dijo lo que había pasado, pero no estoy buscando una cronología. Te he extrañado demasiado y estoy preocupado por ti. Y no hablo del problema que se ocasionó al pensar que estabas muerto y haber llegado con otro nombre.

Stear respiró hondo y se meció los cabellos antes de dejarse caer en el sofá estilo art noveau del confortable hotel donde se habían hospedado.

- Les hable de Domy en mis cartas, lo recuerdo.. Aunque no les dije mucho, ¿recuerdas tú? -Archie asintió. Percibía las emociones de Stear aunque el pelinegro las estaba tratando de ocultar-. Fue piloto así como yo y fue alcanzado por las balas de un piloto alemán en medio de una de las misiones. Alcanzó a aterrizar pero venía muy herido y murió casi en mis brazos.

«Era más que un buen amigo, lo sentía como parte de la familia, pero nunca creí que iba a tomar su nombre... Su identidad.»

«Es complicado decirte, porque sé que todos sintieron mi pérdida, pero, yo no sabía que los extrañaba hasta unas semanas después de.. -y apretó los labios, tomando aire nuevamente-... del choque.»

Archie se sentó a su lado y lo miró con gesto comprensivo.  

- Al inicio tuve recuerdos, pero parecían formar parte de sueños -prosiguió Stear-. Estaba devastado por ella, la madre de Germain.

- Ni siquiera la llamas por su nombre...

Stear se tapó la cara un par de segundos con ambas manos, pero después las dejó caer sobre sus piernas, mirando a su hermano con detenimiento antes de explicarse.

- Le debo la vida, Archie, el tener a mi hijo... pero aparte de ello, me robó más de tres años (o me los regaló, ni siquiera sé eso). Mi familia, mis amigos, mi vida, Paty... Todo eso me ha atormentado demasiado estos dos últimos meses. Me siento culpable y egoísta, porque creí quererla, sobretodo por toda la historia que ella había montado, pero cuando me dijeron que ella había muerto y comenzaron los recuerdos...

«No sé si la odié, no sé si no lo hago... siento como si no hubiésemos sido felices juntos.»

Una solitaria  lágrima descendió por una de sus mejillas, pero la apartó enseguida.

«Porque sé que de igual modo quizá me hubieran metido preso, o me hubieran hecho pasar por un espía... Quizá me habrían matado...»

«Yo no tenía idea de quienes eran mis superiores, no recordaba cómo pilotear un avión.. Hablaba en francés, por Dios Santo! No hubiera tenido manera de demostrar quien era yo, pero ella sí lo sabía.»

Archie sonrió con algo de pesar. No sabía si las clases recibidas desde niños de francés, gaélico y latín habían sido tan buena idea, pero a su fallecida cuñada sí que le habían servido; y de hecho, Stear tenía ahora un leve acento que antes no le había notado. Parecía luchar por hablar normalmente pero cuando se emocionaba, su forma de hablar cambiaba.

«¿Sabes que sobre lo último que pensé antes de caer fue en Paty? En ella y en lo inigualable de la imagen del horizonte, la que no podría mostrarle ya, pues creí que iba a morir. Ni siquiera recuerdo como fue que activé el paracaídas.  Cuando la recordé después que Germain salió de peligro, me quedé petrificado.»

« Y es que me golpeaban las preguntas... ¿Podía amar a dos mujeres distintas? ¿Podía amar a alguien que me había engañado para no estar sola aunque ya estaba muerta? ¿Podía ser todavía amor lo que sentía hacia alguien que había olvidado más de tres años?»

- No sabes si aun amas a Paty... -entendió el ojimiel. En su lugar, Stear se le quedó mirando con la expresión dolorosa que tenía mientras estaba hablando.

- El amor se construye, Archie. Cuando cometí la locura de enlistarme, sabía perfectamente el amor de mi corazón por Paty, pero he vivido un trascurso de tres años con una mujer distinta que llegué a querer, y  aunque estoy desesperado por mirar a Patricia, tengo miedo de estar viviendo solamente de rescoldos.

Archie cambió su expresión, de comprensión a preocupación en un par de segundos.

- Entonces no lo hagas, Stear. Yo no sé si Paty ya te ha olvidado, pero si no lo ha hecho y la buscas sin saber lo que sientes por ella... La vas a lastimar más.

- ¿Crees que tengo alternativa? –preguntó con tono amargo-. Yo tengo la culpa de todo, pero quiero verla. Necesito verla.

«Si no fuese porque creí que todavía estaba con ustedes, la habría buscado primero en Londres.»

«Y si no fuese por lo desesperado que estoy por mirarla... Para decidir hacerlo bastaría el hecho de que no se puede postergar lo inevitable. Ella se enterará de que estoy vivo y sé también que le debo explicaciones. No soy un muchacho que sale huyendo ahora, Archie. Mi tiempo para hacerlo ya pasó hace años.»

«Independientemente de lo que sienta o no por Paty, ella se merece que le dé la cara y le pida perdón. Todo fue mi culpa, la vida o Giselle solo fueron quienes remataron mis acciones. Yo me forjé el destino al hacer lo que hice -Concluyó.»
Continuará….


Capítulo anterior:
https://www.elainecandy.com/t19634-musas-ardley-apologia-1-los-secretos-del-corazon-capitulo-4



Última edición por AnaEdith el Mar Abr 21, 2015 8:10 am, editado 1 vez

Mayra Exitosa

Mayra Exitosa
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Ana me encanta tu historia.. espero tener tiempo de leerla completa... sabes que ando medio distraida.. pero no quería privarme de venir  a apoyarte... me encanta como va este fic
♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 189452 ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 189452

Friditas

Friditas
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Argggghhh, no me gusta tanto que Albert tenga una suegra y que Candy tenga una madre en la que evidentemente no confía.  Este par se muere de ganas... De expresar sus sentimientos.
Stear, espero se anime a contar toda su historia y pueda recuperar su vida poco a poco. Y Paty, muero por saber como reaccionará.  Ansiosa por leerte

GEZABEL

GEZABEL
Guerrera de Lakewood
Guerrera de Lakewood

ya vuelvoooo :D ..

GINA R.

GINA R.
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Que pena que Stear este sufriendo por una mentira y dudando de sus sentimiento, el piensa que les a mentido y engañado a todos, pero fueron las circunstancias que lo llevaron a esa vida. Mi machote de ojos azul cielo ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 10498 ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 10498  tiene que decirle luego sus sentimientos a Candy y ella tomar la decisión de estudiar cerca de Albert, que pretende la madre de ella incluso ni la misma Candy le tiene confianza . Excelente capitulo .... espero el próximo cariños ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 463717 ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 463717

Sabrina Cornwell

Sabrina Cornwell
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Un capítulo muy interesante, debo confesar que no me gustan las cavilaciones de Stear, pero retratan muy bien toda la confusión que debe sentir. Me encanta la confianza de Albert en George, ese señor de bigotes vale su peso en oro.

bububu

bububu
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

ay,que se confiesen!!!!
y Stear, bueno, entiendo que tenga que ver a Patty, ahora como así que Giselle lo engañó? Sabía quien era él?

https://www.fanfiction.net/u/4715731/quevivacandy

Blackcat

Blackcat
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

mmmm Diana, Diana... esta medio rara esa señora...no???  Esta bien que la época dictara que debian acompañar a Candy literal hasta el baño, pero ... no se...

Y Stear y todas sus dudas existenciales, y tiene razón!!!! la bruja esa le mintió, él confió en ella y ella fue quien literalmente lo arrastró a una vida diferente y privándolo de su verdadera identidad, de su familia... no le importó su una familia entera sufría, no lo ayudó desinteresadamente, sino efectivamente, con la motivación de no quedarse como el perro... sola.

Espero impaciente el próximo...

Chicuelita

Chicuelita
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

No se esa Diana está muy sospechosa, espero que no maltrate a Dorothy en el baño, sabes yo y mi mente retorcida me hacen pensar que a lo mejor esa señora y el bebe tienen algún parentesco, ya me mal viajo jajajaja.
Espero que Stear viendo a Patty se le despejen todas sus dudas.

ccc


Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Ana insisto que Diane y Giselle son muy sospechosas Suspect y pienso que ambas están involucradas en un engaño
en cuanto a Giselle cual fue a historia que invento ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 895558 recuerdo que el medico comento que ella conocía stear, asi que todo debía estar planeado de antes scratch por que esta chica le robo su vida, lo alejo de su familia ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 523232 cual era el propósito de todo eso.

espero que stear aclare muy bien sus sentimientos hacia Patty ya que ella podría salir nuevamente muy dañada

te mando un graaaaannn abrazoooo ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 752716

AnaEdith

AnaEdith
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Chicas, muchas gracias. y amiga ccc, recibe mi cariño. Ya casi va de salida el #6. saludos.

Friditas

Friditas
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Por lo que veo, a todas nos intriga la mamá de Candy... algo pinta raro

Sussy

Sussy
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Si¡¡ mi George se puede superar a él mismo… de seguro ya tienen un regimiento de abogados arreglando los papeles de Stear. ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 355103 ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 355103
Snif … no me imagine que Albert había tenido “problemas” al revelar que era el tío abuelo, es un triste posibilidad. ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 498689

Wee¡¡¡ al fin solos (bueno casi solos)… pucha mi güero lento... ya espero el próximo para saber en qué ciudad radicaran. Entre () encuentro media "tirante" la relación de Candy con Diane, ni mama le llama ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 895558 ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 895558
Estupendo capitulo, me encanta Stear, sigue fuerte de espíritu, se siente que sabe lo que quiere. Paso por mucho, de verdad que has sabido describir todo lo que debió sentir al recuperar la memoria; pero quiere continuar con su vida, en especial recuperar a su Patty o por lo menos verla; qué tan triste o tan alegre será este rencuentro ¡? Por qué lo habrá… cierto?
Voy por el siguiente


Ishbel

Ishbel
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Me encanta tu historia nena, pero sinceramente me cae en la punta que la mamacita de Candy se ponga como poste en medio de los weros ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 416519 , le corta la inspiración a nuestro pobre Albert ja,ja,ja, que pena el pobrecito Stear tan confundido y tan enredado entre sus propios sentimientos y lo que el destino le tenía preparado, me encanta Archie, apoyando incondicionalmente a su pobre hermano, muchas gracias por esta historia tan bella.  ♥♥♥MUSAS ARDLEY♥♥♥APOLOGÍA#1: Los secretos del corazón. CAPÍTULO #5 334740

Ikebana

Ikebana
Niño/a del Hogar de Pony
Niño/a del Hogar de Pony

Mmmm... con mal tercio y estos con tantas ganas :D

https://www.fanfiction.net/u/4785954/Stear-s-Girl

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