Premonición.
La mujer se impulsó de su lecho, como impulsada por un resorte, un sudor frío perlaba su frente y en su mirada se dibujaba un rictus de completa desesperación.
Instintivamente, se llevó las manos al pecho en vano intento por aliviar la opresión que le impedía respirar con normalidad, lo único que logró fue ahogar fue un grito de terror.
En medio de ese agobiante sobresalto, le resultó reconfortante encontrarse con la mirada serena de él -¿Una pesadilla?- Le cuestionó divertido, como si no fuera evidente.
La mujer, asintió moviendo la cabeza y con la angustia reflejada en su rostro -¿Y eso?- Le insistió el joven de la mirada zafiro, picado por la curiosidad.
Ella, respiró profundamente aire y colmados sus pulmones, soltó a bocajarro -Soñé, ¡Que ya no te quería más!- Buscando refugió a su desazón, sólo encontró en la mirada tan amada, una frialdad estremecedora y la certeza, de que él, ya no era parte de su mundo.