¡Hola!
Esta es la primera vez que escribo y presento un fic, y es en honor de mi amado Principe. Espero que les agrade, ya que no soy escritora sino más bien he querido pasar un rato agradable con ustedes.
Y ya saben, los personajes no son míos sino de sus autores...
NUESTRO AMOR... LO DESCUBRIMOS EN LONDRES.
By Nerckka Andrew.
CAPÍTULO I
Candy llegó a su habitación y la encotró totalmente vacía.
- ¡Tonto de Terry, voy por su medicina y se vá! No sé para que me tomo tantas molestias con ese mal educado, pero algo bueno salió de esto.
¡Albert, está en Londres! No lo puedo creer, nunca creí que fuera tan joven, jajajaja ¡En qué cosas piensas Candy! Ve a dormir.
A las primeras luces del alba, con el trinar de los pájaros Candy despertó
- Aaaaaaahh, pero que bien he dormido. ¡A levantarse! Auch, pero qué fría está el agua.
Terminar de arreglarse, hacerse sus coletas, preparar su habitación, no le llevó mucho, pero estaba algo distraída.
-Cómo estará Terry, tendré que ir a verlo. ¡Con lo orgulloso que es, es capaz de desangrarse antes que pedir ayuda!
A un leve toque de la puerta Candy la abrió, dejándo paralizada a su amiga Patty.
- Tienes algo Patty ¿Por qué me miras así?
- ¿Estás ya lista? ¿Con la habitación hecha y todo? ¿Estás bien Candy?
-¡Patty! Jajajaja.... vamos ¡Tengo que contarte algo! Pero primero a desayunar que ya no aguanto.
- Siempre la misma Candy, vamos...
Candy, ayer te pasó algo, escuche ruidos en tu habitación.
-Luego te cuento.
..............
Albert por su parte también pensaba en su encuentro con Candy.... Vaya, no me esparaba encontrar a mi pequeña llorona a esas horas de la noche, tendré que vigilarla mejor, y ¿Quién será ese amigo suyo? Bueno, con ella nunca se sabe y todo el mundo es su amigo, pero...tendré que hablar con George.
..............
- Candy ¿Adónde vas? Tenémos que hablar las dos.
- ¡Patty! Ahora no puedo, después te busco.
- Pero....
- Tengo que ver a alguién y no puedo perder el tiempo.
- Estaré en la biblioteca.
Y dándole una sonrisa a su amiga, se dirigío hacia su colina.
- ¿Estará aquí? ¡Por lo menos no está fumando! No hay humo por ningún lado.
- ¡Hablándo sóla pecosa! Jajaja Ya sabía yo que te gustaba hablar ¡Pero no imaginé que llegaras a estos extremos!
- ¡No estoy hablando sóla! Eres un malcriado y un insolente...
- Cuidado con lo que dices pecosa
- Ya te dije que mi nombre es Candy White Andrew.
-Eso ya lo sé sañorita pecas. ¿a quién buscabas? ¡La señorita pecas, quiere saber como estoy!
- ¡Llegé con tus medicinas y no estabas! ¿Porqué te fuíste? ¡Salí para ayudarte!
- ¡No me impóngas el agradecimiento!
- No lo estoy haciendo ¡Estuve recorriendo Londres! Y... Olvidalo, no vale la pena hablar contigo, además me encontré con un amigo y no fué perder el tiempo después de todo...
Al ver la cara que puso Candy de alegría a Terry le molestó, trató de ocultarlo de no darle importancia, pero aún así se atrevió a decir.
- ¿Un amigo? ¿Tienes amigos en Londres?
- ¡En Londres no! A Albert, lo conocí en América. Pero ahora está aquí.
-¿Albert, de que lo conóces?
- Me salvó la vida cuándo yo era pequeña. Pero gracias a Dios que me reconoció, si nó aún estaría buscando una farmacia ¡y para nada! Contestó Candy aún molesta, Terry no le hizo caso, pues tenía otro tema en su mente.
- Tú ¿no sabías quien era?
- No, es que cuándo lo conocí llevaba barba y la verdad es que creía que era mayor, pero cuándo lo ví y reconocí no podía creer lo joven y guapo que era, estaba muy cambiado, bueno yo también he cambiado ¡y también me encontró linda! Dijo Candy con inocencia, sin pensar en la tormenta que tenía Terry en su interior.
¡Linda, linda! Claro que es linda, y no sólo eso...valiente, decidida, alegre apesar de todo...con un gran corazón, Terry no lo podía creer. Sabía que Candy no era una chica común, que sobresalía sobre las demás por su carisma especial, y por lo visto no era el único que lo había notado. ¿Quién era ese Albert? ¿Cuál sería el verdadero trato con Candy? Candy habla de él con mucha familiaridad, incluso con cariño...
- ¡Terry! ¿Te pasa algo? -Pregúnta Candy, al ver que Terry no respónde a sus preguntas y está en otro mundo
- No, sólo pensaba en algo que recordé. Le dice con una sonrisa un poco forzada. Tienes que presentarme a tu amigo, parece ser alguien interesante.
- Claro, cuando lo vea le habraré de ti. Ahora me tengo que ir, Patty me espera para los deberes; que sigas bien de tu herida, hasta mañana.
- Hasta mañana. Le dice un poco decepcionado Terry, ya que le agradaba mucho la compañia de la rubia, era algo que no le pasaba con mucha gente, con su caracter no le era fácil hacer amigos, y tampoco los buscaba.
......
Candy se fue directamente a la bibioteca a buscar a Patty, en cuánto la vió, se sentó con ella hicieron sus deberes rápido para irse a sus habitaciones... al llegar a la de Candy.
- Ahora no salgo de aquí hasta saber qué pasa.
- jajaja que impaciente Patty, ya te dije que te lo diría.
Al enterarse Patty de todo con el corazón a mil, dice
-¿Candy, te das cuenta de lo que has hecho? ¡Si llegan a descubrirte!
- Tranquila, ya pasó. ¿Y tu sabes dónde está Annie? No la veo desde hace dos días.
- Después de lo de Elisa, fue a pasar el fin de semana con su familia, un permiso especial, ya que nadie sale hasta el quinto domingo.
Tras tocar la puerta la hermana Margareth, Patty se fue a su habitación.
Candy, aún pensaba en Albert, recostada en su cama recordaba cuando fue rescatada por él, se sonrió al recordar el grito que dió cuando lo confundió con un oso. ¡Albert, parece que siempre apareces cuándo más te necesito! Y cerrando los ojos se durmio.
Duránte esa semana pasarón muchas cosas, ahora Annie estaba en el grupo de Candy, se reunia con sus primos cada vez que podía escaparse, lo más memorable fue que eligieron a Candy para representar al espíritu de la primavera, para disgusto de Eliza.
- Candy ¿A quién vas a invitar?
- ¿Puedo invitar a quién yo quiera?
- ¿Claro, siempre y cuándo viva en Londres? Por el viaje.
- Tienes razón, ya estaba pensando en el Hogar de Ponny, jajaja Invitaré al tío abuelo William y a Albert.
- Yo a mi abuela, quiere verte nuevamente, dice que le das mucha energía jajaja.
Me voy a preparar ya vendrán por mí, tú, vas a salir, Annie ya se fue, con su madre.
- Si voy al zoológicológico.
- ¿A dónde? ¡Está muy lejos!
- No te preocupes, iré en un carruaje.
- Está bien. Cuidate.
Candy también se fue a arreglar, el tío abuelo William, le había enviado con George unos bonitos vestidos, ese día no quería ver su uniforme. Y así en compañia de su querido klin, se fue al zoológico, preguntó por Albert y le dijeron dónde estaba, con la emoción de ver nuevamente a su amigo no pensó mucho en lo que hacía, ni mucho menos en las clases de buenos modales que toda señorita de sociedad debe tener, como le decía la tía abuela ¡Qué de haberla visto!
Candy abrió la puerta de un golpe sin llamar, y espontanea como siempre dice
-¡Sorpresa Albert! Y divisándolo en la habitación se lanzó a sus brazos.
-¡Mi pequeña! Le dice Albert cogiéndola y dándole una vuelta en el aire, riéndo ambos por ese encuentro.
En un lado de la habitación, estaba un joven castaño viendo la escena con gran admiración.
- ¿Candy? Pregúnto Terry, dejando a la pareja de rubios, tan admirádos como a él....
***********
continuará....
Enlace capítulo dos
https://www.elainecandy.com/t20599-pecocitas-aporte-n-2-para-albert-nuestro-amor-lo-descubrimos-en-londres
Esta es la primera vez que escribo y presento un fic, y es en honor de mi amado Principe. Espero que les agrade, ya que no soy escritora sino más bien he querido pasar un rato agradable con ustedes.
Y ya saben, los personajes no son míos sino de sus autores...
NUESTRO AMOR... LO DESCUBRIMOS EN LONDRES.
By Nerckka Andrew.
CAPÍTULO I
Candy llegó a su habitación y la encotró totalmente vacía.
- ¡Tonto de Terry, voy por su medicina y se vá! No sé para que me tomo tantas molestias con ese mal educado, pero algo bueno salió de esto.
¡Albert, está en Londres! No lo puedo creer, nunca creí que fuera tan joven, jajajaja ¡En qué cosas piensas Candy! Ve a dormir.
A las primeras luces del alba, con el trinar de los pájaros Candy despertó
- Aaaaaaahh, pero que bien he dormido. ¡A levantarse! Auch, pero qué fría está el agua.
Terminar de arreglarse, hacerse sus coletas, preparar su habitación, no le llevó mucho, pero estaba algo distraída.
-Cómo estará Terry, tendré que ir a verlo. ¡Con lo orgulloso que es, es capaz de desangrarse antes que pedir ayuda!
A un leve toque de la puerta Candy la abrió, dejándo paralizada a su amiga Patty.
- Tienes algo Patty ¿Por qué me miras así?
- ¿Estás ya lista? ¿Con la habitación hecha y todo? ¿Estás bien Candy?
-¡Patty! Jajajaja.... vamos ¡Tengo que contarte algo! Pero primero a desayunar que ya no aguanto.
- Siempre la misma Candy, vamos...
Candy, ayer te pasó algo, escuche ruidos en tu habitación.
-Luego te cuento.
..............
Albert por su parte también pensaba en su encuentro con Candy.... Vaya, no me esparaba encontrar a mi pequeña llorona a esas horas de la noche, tendré que vigilarla mejor, y ¿Quién será ese amigo suyo? Bueno, con ella nunca se sabe y todo el mundo es su amigo, pero...tendré que hablar con George.
..............
- Candy ¿Adónde vas? Tenémos que hablar las dos.
- ¡Patty! Ahora no puedo, después te busco.
- Pero....
- Tengo que ver a alguién y no puedo perder el tiempo.
- Estaré en la biblioteca.
Y dándole una sonrisa a su amiga, se dirigío hacia su colina.
- ¿Estará aquí? ¡Por lo menos no está fumando! No hay humo por ningún lado.
- ¡Hablándo sóla pecosa! Jajaja Ya sabía yo que te gustaba hablar ¡Pero no imaginé que llegaras a estos extremos!
- ¡No estoy hablando sóla! Eres un malcriado y un insolente...
- Cuidado con lo que dices pecosa
- Ya te dije que mi nombre es Candy White Andrew.
-Eso ya lo sé sañorita pecas. ¿a quién buscabas? ¡La señorita pecas, quiere saber como estoy!
- ¡Llegé con tus medicinas y no estabas! ¿Porqué te fuíste? ¡Salí para ayudarte!
- ¡No me impóngas el agradecimiento!
- No lo estoy haciendo ¡Estuve recorriendo Londres! Y... Olvidalo, no vale la pena hablar contigo, además me encontré con un amigo y no fué perder el tiempo después de todo...
Al ver la cara que puso Candy de alegría a Terry le molestó, trató de ocultarlo de no darle importancia, pero aún así se atrevió a decir.
- ¿Un amigo? ¿Tienes amigos en Londres?
- ¡En Londres no! A Albert, lo conocí en América. Pero ahora está aquí.
-¿Albert, de que lo conóces?
- Me salvó la vida cuándo yo era pequeña. Pero gracias a Dios que me reconoció, si nó aún estaría buscando una farmacia ¡y para nada! Contestó Candy aún molesta, Terry no le hizo caso, pues tenía otro tema en su mente.
- Tú ¿no sabías quien era?
- No, es que cuándo lo conocí llevaba barba y la verdad es que creía que era mayor, pero cuándo lo ví y reconocí no podía creer lo joven y guapo que era, estaba muy cambiado, bueno yo también he cambiado ¡y también me encontró linda! Dijo Candy con inocencia, sin pensar en la tormenta que tenía Terry en su interior.
¡Linda, linda! Claro que es linda, y no sólo eso...valiente, decidida, alegre apesar de todo...con un gran corazón, Terry no lo podía creer. Sabía que Candy no era una chica común, que sobresalía sobre las demás por su carisma especial, y por lo visto no era el único que lo había notado. ¿Quién era ese Albert? ¿Cuál sería el verdadero trato con Candy? Candy habla de él con mucha familiaridad, incluso con cariño...
- ¡Terry! ¿Te pasa algo? -Pregúnta Candy, al ver que Terry no respónde a sus preguntas y está en otro mundo
- No, sólo pensaba en algo que recordé. Le dice con una sonrisa un poco forzada. Tienes que presentarme a tu amigo, parece ser alguien interesante.
- Claro, cuando lo vea le habraré de ti. Ahora me tengo que ir, Patty me espera para los deberes; que sigas bien de tu herida, hasta mañana.
- Hasta mañana. Le dice un poco decepcionado Terry, ya que le agradaba mucho la compañia de la rubia, era algo que no le pasaba con mucha gente, con su caracter no le era fácil hacer amigos, y tampoco los buscaba.
......
Candy se fue directamente a la bibioteca a buscar a Patty, en cuánto la vió, se sentó con ella hicieron sus deberes rápido para irse a sus habitaciones... al llegar a la de Candy.
- Ahora no salgo de aquí hasta saber qué pasa.
- jajaja que impaciente Patty, ya te dije que te lo diría.
Al enterarse Patty de todo con el corazón a mil, dice
-¿Candy, te das cuenta de lo que has hecho? ¡Si llegan a descubrirte!
- Tranquila, ya pasó. ¿Y tu sabes dónde está Annie? No la veo desde hace dos días.
- Después de lo de Elisa, fue a pasar el fin de semana con su familia, un permiso especial, ya que nadie sale hasta el quinto domingo.
Tras tocar la puerta la hermana Margareth, Patty se fue a su habitación.
Candy, aún pensaba en Albert, recostada en su cama recordaba cuando fue rescatada por él, se sonrió al recordar el grito que dió cuando lo confundió con un oso. ¡Albert, parece que siempre apareces cuándo más te necesito! Y cerrando los ojos se durmio.
Duránte esa semana pasarón muchas cosas, ahora Annie estaba en el grupo de Candy, se reunia con sus primos cada vez que podía escaparse, lo más memorable fue que eligieron a Candy para representar al espíritu de la primavera, para disgusto de Eliza.
- Candy ¿A quién vas a invitar?
- ¿Puedo invitar a quién yo quiera?
- ¿Claro, siempre y cuándo viva en Londres? Por el viaje.
- Tienes razón, ya estaba pensando en el Hogar de Ponny, jajaja Invitaré al tío abuelo William y a Albert.
- Yo a mi abuela, quiere verte nuevamente, dice que le das mucha energía jajaja.
Me voy a preparar ya vendrán por mí, tú, vas a salir, Annie ya se fue, con su madre.
- Si voy al zoológicológico.
- ¿A dónde? ¡Está muy lejos!
- No te preocupes, iré en un carruaje.
- Está bien. Cuidate.
Candy también se fue a arreglar, el tío abuelo William, le había enviado con George unos bonitos vestidos, ese día no quería ver su uniforme. Y así en compañia de su querido klin, se fue al zoológico, preguntó por Albert y le dijeron dónde estaba, con la emoción de ver nuevamente a su amigo no pensó mucho en lo que hacía, ni mucho menos en las clases de buenos modales que toda señorita de sociedad debe tener, como le decía la tía abuela ¡Qué de haberla visto!
Candy abrió la puerta de un golpe sin llamar, y espontanea como siempre dice
-¡Sorpresa Albert! Y divisándolo en la habitación se lanzó a sus brazos.
-¡Mi pequeña! Le dice Albert cogiéndola y dándole una vuelta en el aire, riéndo ambos por ese encuentro.
En un lado de la habitación, estaba un joven castaño viendo la escena con gran admiración.
- ¿Candy? Pregúnto Terry, dejando a la pareja de rubios, tan admirádos como a él....
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continuará....
Enlace capítulo dos
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Última edición por Nerckka el Dom Abr 03, 2016 6:19 am, editado 1 vez