Hola a todas!!! Por encargo de nuestra gran amiga Fany, les dejo otro capítulo más de nuestro proyecto grupal. Esperamos que lo disfruten y gracias de antemano!!!
El Ruiseñor Encantado
Capítulo 12 by Fany
Capítulo 12 by Fany
Mientras me resguardaba de la tormenta, en mi cálido nido y en compañía de la siempre bella y etérea Rosemary, no pude evitar recordar...
Siete veces trece años habían transcurrido desde la última vez que mi Dulce Candy me miró reconociéndome. Con aquellos ojos verdes que tanto amo llenos de infinito amor, con la sonrisa abierta y franca de quien es feliz plenamente, con la certeza de saberse amada por mí.
Tragedia.
Desde ese tiempo todo lo que viene a mi mente es la miseria en la que estoy condenado a vivir. Susana Marlowe no es de esta época, honestamente no sé de qué tiempo sea. Tampoco importa. A través del tiempo sus poderes se han desarrollado e incrementado. Y su odio también. Susana Marlowe odia a Candy desde la primera vez que se la topó en el mundo, porque no importa cómo se encuentren, si Candy es una dama de alcurnia, si es una princesa o si es una simple mujer, ella siempre obtiene el cariño, el respeto y el amor de cuántos la rodean. Obtuvo mi amor desmedido, mi lealtad absoluta y la devoción más férrea que un hombre puede sentir por una mujer y ¿cómo lo hizo? Simplemente mirándome.
En aquella época ambos éramos príncipes, nuestros reinos colindaban y nadie dudaba que uniríamos nuestras tierras y nuestras vidas para siempre. Lo nuestro fue maravilloso desde la primera sonrisa.
Hasta que en sus acostumbrados paseos por el bosque, Candy se topó con Susana, un alma vieja y negra.
Desde la primera mirada la odió. Todo en ellas es contrario: Susana trata de agradar, Candy es agradable. Susana se empeña en ser la más bella, Candy es bella sin notarlo. Susana sonríe y te invita al pecado, Candy sonríe y tú sabes que encontraste el cielo.
Han transcurrido tantos años que empiezo a olvidar cómo sucedieron las cosas. Sólo recuerdo ahora lo más elemental: el reino Marlowe era vecino a los nuestros.
Susana declaró la guerra y terminó con todo. No hubo aldea o pueblo que quedara en pie. Todo era rojo. La sangre teñía los ríos y los bosques por igual, el olor a carne quemada inundaba todo el aire, la desolación se respiraba en cada inhalación y exhalábamos desesperanza. No me quedaba nada qué defender: mi castillo cayó, mi ejército estaba muerto. Mi familia también. No contaba con nada en las manos, arma o escudo, para defender lo único que realmente me importaba: Candy.
Estábamos en el último pabellón del castillo White, igualmente desolado y Susana Marlowe avanzaba envuelta en su negro manto lleno de barro y sangre hacia nosotros. No me quedaba nada. Mis manos desnudas se empuñaban con fuerza ante el miedo y la impotencia. Sentía rabia. Cerré mis ojos y le pedí al bosque que Candy adoraba, con el fervor más desesperado, que me permitiera protegerla. Y entonces algo inesperado pasó: el tiempo se congeló y frente a mí la Señora del Bosque, majestuosa como un árbol de milenios y blanca como la luna, se presentó, me miró y preguntó:
- ¿Realmente ese es tu deseo?
- Sí - le contesté sin vacilar - amo profundamente a Candy y mi deseo es protegerla siempre.
-¿Aunque ella no sea tu destino?
Esa pregunta me dejó helado, sabía que ella me amaba, nadie podía decirme lo contrario.
- No he dicho que no te ame - interrumpió mis pensamientos - simplemente es que ella no es para ti. Tu compañera eterna aún no nace y tú, a pesar de amar a Candy como lo haces, sospechas en el fondo que ella no es para ti.
Sí, yo lo sabía. Candy soñaba recurrentemente con un hombre alto y castaño oscuro con unos ojos azul zafiro impactantes. Lo sabía porque ella me contaba los muchos sueños que tenía con él aunque jamás me decía de qué trataban: sólo lo describía y me decía "volví a soñarlo" y "lo sueño y no sé quién es". Sospechaba que no le molestaba soñar con ese tipo, incluso se miraba contenta después de hacerlo y yo sentía los celos más grandes del mundo por el subconsciente de mi princesa.
- Si decides protegerla será hasta el enfrentamiento final, pasará mucho tiempo antes de eso y estarás condenado a verla vivir y morir sola. Siempre al acecho de Susana y sin ti, pues no podrán estar juntos nunca más. Ella sólo será libre de la maldición de la hechicera cuando coincida en el mismo tiempo y espacio del hombre de sus sueños, él es su destino y su liberación. Dime, Anthony, aún sabiendo todo esto ¿la protegerás?
- Siempre - mi voz no vaciló, sonó fuerte y clara. No iba a dejarla sola. La amaba y aunque ella no me amara realmente yo sí lo hacía, la protegería a costa de mi propio corazón, de mi propia felicidad.
- Anthony, tendrás amor para ti, lo prometo.
- Eso ni siquiera es importante, hice un juramento al reclamar su mano para mí y lo honraré. ¡Siglos! si es preciso.
La blanca luz que nos envolvía estalló y Susana, espada en mano avanzó hacia nosotros. Candy estaba aterrada, encogida en un rincón a los pies de la escalinata de su castillo y me miraba mientras sollozaba y decía mi nombre despacio, quedito, como una plegaria, como una niña pequeña y aturdida. Horrorizada.
- No te preocupes por mí, mi amor, estaremos siempre juntos, aquí y en otros tiempos yo siempre te cuidaré. No importa si muero hoy porque nos reencontraremos y siempre serás feliz. Te lo juro - le dije mientras le sonreía y extendía mi mano hacia ella. - Por favor confía en mí - le supliqué.
Candy dejó de llorar y asintió lentamente, limpió sus lágrimas con los retazos que aún le quedaban del vestido blanco inmaculado, y ahora gris lodoso, con el que aceptaría ser mi novia eterna ante esas mismas escaleras. Y ella me sonrió, radiantemente iluminada con amor.
Mis ojos se cerraron con esa imagen. Los volví a abrir y noté que estaba en el regazo de Candy, corriendo a través del bosque con Susana pisando nuestros talones.
El resto prefiero que se difumine en mi memoria. Sólo sé que Candy murió en el bosque y yo lo hice después de ella. Hemos renacido varias veces y nunca podía ver al hombre misterioso. Hasta ahora.
Se avecina el final de la maldición porque Susana Marlowe no sabe que el hombre con el que se ha encaprichado es el mismo hombre que acabará con ella.
"Hechicera eres y todo en polvo conviertes, hasta que el corazón que ames indignado te desprecie, pues negra alma eres y pagar debes:la sangre con sangre, el dolor con dolor y el amor con desamor".
.................................................
Terry me llevaba en sus fuertes brazos, a cada paso que daba la tormenta arreciaba más y más. Quedaba muy poco tiempo para llegar a su cabaña y aunque debería sentirme asustada porque la Tormenta Marlowe sería, sin duda alguna, devastadora, extrañamente me sentía segura con él. Era como si él fuera la persona que yo esperaba, con quien podía sentirme libre. Sentía que él era para mí.
Siete veces trece años habían transcurrido desde la última vez que mi Dulce Candy me miró reconociéndome. Con aquellos ojos verdes que tanto amo llenos de infinito amor, con la sonrisa abierta y franca de quien es feliz plenamente, con la certeza de saberse amada por mí.
Tragedia.
Desde ese tiempo todo lo que viene a mi mente es la miseria en la que estoy condenado a vivir. Susana Marlowe no es de esta época, honestamente no sé de qué tiempo sea. Tampoco importa. A través del tiempo sus poderes se han desarrollado e incrementado. Y su odio también. Susana Marlowe odia a Candy desde la primera vez que se la topó en el mundo, porque no importa cómo se encuentren, si Candy es una dama de alcurnia, si es una princesa o si es una simple mujer, ella siempre obtiene el cariño, el respeto y el amor de cuántos la rodean. Obtuvo mi amor desmedido, mi lealtad absoluta y la devoción más férrea que un hombre puede sentir por una mujer y ¿cómo lo hizo? Simplemente mirándome.
En aquella época ambos éramos príncipes, nuestros reinos colindaban y nadie dudaba que uniríamos nuestras tierras y nuestras vidas para siempre. Lo nuestro fue maravilloso desde la primera sonrisa.
Hasta que en sus acostumbrados paseos por el bosque, Candy se topó con Susana, un alma vieja y negra.
Desde la primera mirada la odió. Todo en ellas es contrario: Susana trata de agradar, Candy es agradable. Susana se empeña en ser la más bella, Candy es bella sin notarlo. Susana sonríe y te invita al pecado, Candy sonríe y tú sabes que encontraste el cielo.
Han transcurrido tantos años que empiezo a olvidar cómo sucedieron las cosas. Sólo recuerdo ahora lo más elemental: el reino Marlowe era vecino a los nuestros.
Susana declaró la guerra y terminó con todo. No hubo aldea o pueblo que quedara en pie. Todo era rojo. La sangre teñía los ríos y los bosques por igual, el olor a carne quemada inundaba todo el aire, la desolación se respiraba en cada inhalación y exhalábamos desesperanza. No me quedaba nada qué defender: mi castillo cayó, mi ejército estaba muerto. Mi familia también. No contaba con nada en las manos, arma o escudo, para defender lo único que realmente me importaba: Candy.
Estábamos en el último pabellón del castillo White, igualmente desolado y Susana Marlowe avanzaba envuelta en su negro manto lleno de barro y sangre hacia nosotros. No me quedaba nada. Mis manos desnudas se empuñaban con fuerza ante el miedo y la impotencia. Sentía rabia. Cerré mis ojos y le pedí al bosque que Candy adoraba, con el fervor más desesperado, que me permitiera protegerla. Y entonces algo inesperado pasó: el tiempo se congeló y frente a mí la Señora del Bosque, majestuosa como un árbol de milenios y blanca como la luna, se presentó, me miró y preguntó:
- ¿Realmente ese es tu deseo?
- Sí - le contesté sin vacilar - amo profundamente a Candy y mi deseo es protegerla siempre.
-¿Aunque ella no sea tu destino?
Esa pregunta me dejó helado, sabía que ella me amaba, nadie podía decirme lo contrario.
- No he dicho que no te ame - interrumpió mis pensamientos - simplemente es que ella no es para ti. Tu compañera eterna aún no nace y tú, a pesar de amar a Candy como lo haces, sospechas en el fondo que ella no es para ti.
Sí, yo lo sabía. Candy soñaba recurrentemente con un hombre alto y castaño oscuro con unos ojos azul zafiro impactantes. Lo sabía porque ella me contaba los muchos sueños que tenía con él aunque jamás me decía de qué trataban: sólo lo describía y me decía "volví a soñarlo" y "lo sueño y no sé quién es". Sospechaba que no le molestaba soñar con ese tipo, incluso se miraba contenta después de hacerlo y yo sentía los celos más grandes del mundo por el subconsciente de mi princesa.
- Si decides protegerla será hasta el enfrentamiento final, pasará mucho tiempo antes de eso y estarás condenado a verla vivir y morir sola. Siempre al acecho de Susana y sin ti, pues no podrán estar juntos nunca más. Ella sólo será libre de la maldición de la hechicera cuando coincida en el mismo tiempo y espacio del hombre de sus sueños, él es su destino y su liberación. Dime, Anthony, aún sabiendo todo esto ¿la protegerás?
- Siempre - mi voz no vaciló, sonó fuerte y clara. No iba a dejarla sola. La amaba y aunque ella no me amara realmente yo sí lo hacía, la protegería a costa de mi propio corazón, de mi propia felicidad.
- Anthony, tendrás amor para ti, lo prometo.
- Eso ni siquiera es importante, hice un juramento al reclamar su mano para mí y lo honraré. ¡Siglos! si es preciso.
La blanca luz que nos envolvía estalló y Susana, espada en mano avanzó hacia nosotros. Candy estaba aterrada, encogida en un rincón a los pies de la escalinata de su castillo y me miraba mientras sollozaba y decía mi nombre despacio, quedito, como una plegaria, como una niña pequeña y aturdida. Horrorizada.
- No te preocupes por mí, mi amor, estaremos siempre juntos, aquí y en otros tiempos yo siempre te cuidaré. No importa si muero hoy porque nos reencontraremos y siempre serás feliz. Te lo juro - le dije mientras le sonreía y extendía mi mano hacia ella. - Por favor confía en mí - le supliqué.
Candy dejó de llorar y asintió lentamente, limpió sus lágrimas con los retazos que aún le quedaban del vestido blanco inmaculado, y ahora gris lodoso, con el que aceptaría ser mi novia eterna ante esas mismas escaleras. Y ella me sonrió, radiantemente iluminada con amor.
Mis ojos se cerraron con esa imagen. Los volví a abrir y noté que estaba en el regazo de Candy, corriendo a través del bosque con Susana pisando nuestros talones.
El resto prefiero que se difumine en mi memoria. Sólo sé que Candy murió en el bosque y yo lo hice después de ella. Hemos renacido varias veces y nunca podía ver al hombre misterioso. Hasta ahora.
Se avecina el final de la maldición porque Susana Marlowe no sabe que el hombre con el que se ha encaprichado es el mismo hombre que acabará con ella.
"Hechicera eres y todo en polvo conviertes, hasta que el corazón que ames indignado te desprecie, pues negra alma eres y pagar debes:la sangre con sangre, el dolor con dolor y el amor con desamor".
.................................................
Terry me llevaba en sus fuertes brazos, a cada paso que daba la tormenta arreciaba más y más. Quedaba muy poco tiempo para llegar a su cabaña y aunque debería sentirme asustada porque la Tormenta Marlowe sería, sin duda alguna, devastadora, extrañamente me sentía segura con él. Era como si él fuera la persona que yo esperaba, con quien podía sentirme libre. Sentía que él era para mí.
Acceso a capítulos anteriores:
Capítulo Intro by Estrella: https://www.elainecandy.com/t20980-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-intro-by-estrella
Capítulo 1 by Chica Zafiro: [url= https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro] https://www.elainecandy.com/t21023-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-1-by-chica-zafiro[/url]
Capítulo 2 by Amanecer Grandchester: https://www.elainecandy.com/t21035-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-2-by-amanecer-grandchester
Capítulo 3 by blangisell: https://www.elainecandy.com/t21053-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-3-by-blangisell
Capítulo 4 by Milser: https://www.elainecandy.com/t21068-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-4-by-milser
Capítulo 5 by Chica Zafiro: https://www.elainecandy.com/t21079-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-5-by-chica-zafiro
Capítulo 6 by Phoenix: https://www.elainecandy.com/t21109-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-6-by-phoenix
Capítulo 7 by Phoenix: https://www.elainecandy.com/t21130-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-7-by-phoenix
Capítulo 8 by Phoenix: https://www.elainecandy.com/t21162-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-8-by-phoenix
Capítulo 9 by Estrella: https://www.elainecandy.com/t21168-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-9-by-estrella
Capítulo 10 by Milser: https://www.elainecandy.com/t21175-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-10-by-milser
Capítulo 11 by Vero: https://www.elainecandy.com/t21194-para-defenderlo-a-el-es-que-estamos-aqui-el-ruisenor-encantado-capitulo-11-by-vero