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Si no te hubieras ido…
Por Mayra Exitosa
Si no te hubieras ido…
Por Mayra Exitosa
Se habían conocido hacía varios años, el simplemente le había dado su amor y ella había hecho lo mismo, se manifestaron libres y ambos con metas similares, caminar y conocer mundo, la vida daba vueltas, ella simplemente le dijo lo que él quería escuchar, su orgullo la obligaba a dejarlo libre, porque así lo conoció, un hombre sin compromisos. Él la amaba por cómo era, por su manera tan independiente y su fortaleza, porque en el fondo lo apreciaba sin condiciones y sobre todo sin indagar sobre su vida y sus responsabilidades.
Una relación de conveniencia, ayudándose mutuamente al verse en la calle con problemas y con una sincera amistad y un poco más de ambos en el intervalo…
Hoy ya habían pasado varios años de eso, ya no quería lo mismo, su familia estaba creciendo y era el único con mayores responsabilidades de todos. Sus hermanos menores dos de ellos casados y uno comprometido, la fiesta como las anteriores, en un lujo exagerado. Pero como decía su Tía, solo una vez se casan. Hay que celebrarlo como se debe.
Había tenido un par de novias, bastante especiales e interesadas, pero en el corazón aún conservaba aquella joven a la que sin tomarlo en cuenta, le había dado tanto en aquel tiempo, meditándola se enteraba que todos esos años creía idealizarla, pero aquellos meses que vivieron juntos, fueron los únicos en los que realmente fue muy feliz.
--- ¿William, irás al bautizo?
--- Si, Anthony. El padrino no puede faltar.
--- Bien. Mi esposa ha invitado a medio mundo, aunque sabemos que la boda de Archie está en puerta, pero mi hijo es lo mejor que tengo.
--- Supongo que ser padre, te ha hecho madurar.
--- Cuando seas padre, lo comprenderás hermano. Lizzy es extraordinaria, no deja de cuidarlo y protegerlo, es la mejor madre del mundo.
--- Lo sé. Pensé que todo el hospital sería demandado, cuando se llevaron a tu hijo a revisar y ella estaba aun dormida. Nunca olvidaré todo lo que la seguridad hizo ese día.
--- No me lo recuerdes. Me da miedo imaginarlo, pero si estaba dormida, no debieron llevarse a mi hijo, no estaba con ella en esos momentos, después de esa ocasión, no deja que nadie entre a la habitación de nuestro bebe.
--- Aquella ocasión fue orden de su pediatra, pero al parecer sirvió de mucho. Nunca hubiera imaginado a Elizabeth de madre sobre protectora.
--- No te burles, hermano. Cuando tengas un bebe, prometo hacerte recordar que si se te desaparece un hijo, mueves el mundo entero, hasta encontrarlo.
--- Si, pero estaba ahí, en el hospital y ella activo la alarma de pánico. Casi trasladan a todo el hospital fuera, como si hubiera una bomba. Ambos soltaron a reír, recordando como la esposa de Anthony se fue del hospital con su bebe, aun sin ser dada de alta.
En otro lugar, ella montaba a caballo, un niño iba frente a ella, emocionado por ver el paisaje. Su celular sonaba y se detenía para responder.
--- Hola Annie.
--- Hola Candy, ¿cómo está mi sobrino consentido?
--- Creciendo. Estamos viendo el ganado de Tom. Ya lo vendió y lo está entregando.
--- Me alegro mucho, hable con el ayer, quiero que vengan a Chicago, necesito que me confirmen que vendrán a mi boda.
--- Por supuesto, ya hasta tiene listo el lugar donde rentará el esmoquin, y su novia Diane compro el vestido más brillante e iluminado que he visto en toda mi vida.
--- Deberías venir a ayudarme Candy. Todos preguntan porque la dama de honor no está aquí.
--- Ya te lo dije, iré antes para los últimos detalles, eres autosuficiente, no me necesitas para nada.
--- Le compre un traje a mi sobrino, no pude evitarlo, ira vestido como los sobrinos de mi prometido.
--- ¿Cuantos sobrinos tiene, él?
--- Pues dos hijos de Alistar y un hijo de Anthony, tu niño será el más grandecito, Candy.
--- ¿Son bebes?
--- Los de Alistar tienen dos y cuatro años. El de Anthony lo bautizan este fin de semana.
--- Esa familia de tu novio, tienen muchos hombres.
--- El mayor no se ha casado.
---- No me metas en problemas, Annie. Mi hijo y yo no necesitamos de nadie.
---- Porque no vienes antes y probamos el traje de Albert, así si no le queda podemos cambiarlo aun y vemos el vestido para ti.
--- No puedo dejar el hospital, mi suplente llegará hasta la otra semana.
--- En cuanto llegues, vente, Tom ya acepto venirse con su novia a solas.
--- Haré lo que pueda. Compararé los boletos.
--- No es necesario, solo menciona tu nombre en la aerolínea y te darán los pasajes de ustedes.
--- Gracias Annie.
Dos semanas después…
En Chicago, la Tía del novio se molestaba con Annie y ella lloraba angustiada porque el vestido no le agradaba a la señora. Candy y su hijo entraban en esos momentos y al escuchar como la retaba, esta se molestaba por la estupidez con la que tenía a su hermana temblando de miedo.
--- Es el vestido más simplón y de poco gusto, parece comprado en una tienda de rebajas, sacado de un almacén de vejestorios.
--- ¡Como se atreve! Usted no es la novia, no tiene derecho a juzgar lo que ella ha elegido con tanto cariño, déjela en paz y salga de aquí en este instante. La mujer mayor giro en su eje, con sorpresa ante ser la primera vez que alguien le respondía con tono de voz elevado.
---- ¡Atrevida! Ese vestido empobrecerá el nivel en el que ella va a ingresar, esos encajes y listones son pasados de moda, no permitiré que mi sobrino Archivald se avergüence de su novia frente a todos y haga el ridículo.
Las dos estaban tan cerca y una a la otra, enfurecidas mirándose con odio y desprecio. Annie al ver a su sobrino que las miraba a las dos, intervenía limpiándose el llanto.
--- No te preocupes mi cielo, tu mami está jugando, ellas no están molestas, no te enojes. El pequeño se soltaba de tía y empujando a la señora que le gritaba a su madre comentaba.
--- A mi mami no le grita nadie, es usted una mal educada, señora.
La mujer bajo su rostro y al ver al niño, abrió los ojos enormes, se tomaba el pecho fuertemente, parecía no poder respirar. Candy de inmediato marcaba a urgencias, atendía a la señora y el pequeño y ella se iban en la ambulancia, mientras Annie informaba a las personas y llamaba a la familia de lo que había sucedido. Archivald, asustado preguntaba a su prometida,
--- ¿Como que en el hospital?
La familia entera llegaba al nosocomio. Molestos e incómodos por todos los eventos y el más urgente al día siguiente sería el bautizo del pequeño hijo de Anthony y la madrina estaba siendo internada.
En menos de treinta minutos todos se habían reunido. Candy estaba declarando todo lo que había dado a la señora, porque al ser una mujer muy importante, con las declaraciones de que ambas habían discutido, se pensaba que ella era la culpable de su estado.
El niño sentado en las piernas de su madre iba a responder, cuando interrumpían varios hombres entrando a la sala principal, rodeados por guardias y todos en trajes elegantes, entre ellos reconocían al frente al prometido de su hermana, Archivald. Ella regresaba a ver al hombre que la cuestionaba y el niño le respondía siendo escuchado por los recién llegados
--- Es una mujer mayor es muy mal educada, estaba haciendo llorar a mi Tía y le grito a mi madre, eso que le paso, fue cuando yo se lo dije. El doctor sonriéndole comentaba,
--- Entonces te declaras culpable, de haberle dicho sus verdades a la señora Andrew.
--- Es lo que necesitaba, una cucharada de su propio jarabe, a mi madre nadie le alza la voz, menos frente a mí. Cuando me vio se apretó el pecho y si mi mami no la detiene se hubiera caído al suelo. Y en vez de su corazón ahora estarían atendiendo su cabeza.
Anthony, Archivald, Alistar y William se miraban entre ellos, caminaban al frente para ver al niño. William que sobresalía por su altura se fue al frente y al girar para ver a la madre y el niño, se reconocieron de inmediato,
--- ¡Candy!
--- ¡Albert!
El niño bajo de sus piernas y comentó
--- ¿Él también se llama Albert, mami?
Un pequeño rubio delgado, con mirada celeste y mirando al hombre frente a ellos extendía su mano y confirmaba,
--- White, Albert White.
Los tres que estaban junto a él, miraban al pequeño, tal como lo hiciera la señora que había ingresado al hospital. Dejando claro, que era bastante desenvuelto y que si tuviera un traje en esos momentos, podría hacer juego a los cuatro hombres que estaban frente a él.
El doctor se ponía de pie y agregaba,
--- Señores Andrew, la señora White fue quien dio las atenciones inmediatas a su Tía, ella ya está siendo atendida, la discusión fue por el vestido de novia de su prometida, señor Archivald. Creemos que fue por tanta presión, estará en observación un par de días…
Candy no quitaba la vista del hombre frente a ella, mientras él hacía lo mismo, sin poner atención a las palabras que continuaba agregando el médico. Bajando su rostro y dando la mano al pequeño que se presentaba en esos momentos, y que se declaraba culpable de sorprender a su Tía, tal como ahora lo miraban sus hermanos.
CONTINUARÁ
