Minific
Si no Te hubieras ido...
Por Mayra Exitosa
Parte 3
Si no Te hubieras ido...
Por Mayra Exitosa
Parte 3
Anthony se unía a Alistar y agregaba abrazando a Stear, y disfrutando del rostro de Archie, tan agobiado porque faltaba muy poco para su boda,
--- Ya lo oíste, “doble o nada”.
En el estudio William sonreía, notando que al menos contaba con sus hermanos. El había sido bastante contundente cuando obligo a Anthony a sus responsabilidades con su mujer, apoyo a Archivald en su noviazgo no tan conveniente y dejo a Stear libre, cubriéndolo mientras Paty estaba embarazada y durante sus largos viajes de luna de miel, era justo sentir su apoyo retroactivo ahora.
Candy abrazaba a Annie, llorando ambas por todo lo sucedido, confirmando que su cuñado mayor era el padre de Albert. Estaba tan asombrada de saber que había vivido en unión libre con William, un hombre intachable y recto hasta donde ella imaginaba, pues no era mujeriego, era muy respetuoso y no se le conocía por andar trasnochando, ni en salidas o fiestas de solteros. Además le recordaba que ella siempre hablaba de un hombre tan distinto a William, recordando que comentaba que era un hombre libre, amante de los animales, rebelde y justiciero. Mientras que su cuñado William era todo honor, rectitud, de animales ni hablar, con sus tres hermanos y su trabajo ya ni vida tenía. Tomando la angustia de Candy, cambiaba el tema regresando a lo que había sucedido,
--- Candy, primero el vestido y ahora mi familia.
--- Lo siento Annie, pero en parte tenía razón, ese vestido se ve antiguo. Tanto encaje y volandas ni yo lo hubiera creído de ti.
--- Es que Archie me dijo que le gustaba un vestido tradicional.
--- Eso, tradicional, no un vejestorio de la segunda guerra mundial.
--- ¡Candy!
--- Lo mejor es que vayamos por la mañana a ver esos diseños, Albert o William o como se llame tu cuñado dijo que pasaría por nosotros a las doce.
--- Ven, como sabía que venías, te compre algo para ti, así ir al bautizo y que me acompañaras.
--- ¿En serio?
Un traje sastre claro en verde menta, con un sombrero elegante y zapatillas a juego era lo que tenía separado para ella. El pequeño luciría en beige natural con un traje de short y zapatos de piel frescos con cintas.
En el desayuno, Annie ponía al tanto a Candy de la vida de William, de toda la responsabilidad que el llevaba y que a la fecha era el único que había quedado al frente, que había solventado las bodas de sus hermanos, pues las esposas no eran socias o con ingresos mejores. Eso le criticaban mucho, los que se encontraban en la sociedad original del padre de los Andrew.
--- Por lo que veo, no obligo a sus hermanos a contraer nupcias con millonarias.
--- No, por eso su tía le consiguió a él una novia de altos recursos, pero es insoportable, insufrible entre otros atributos, es la favorita de la Tía Elroy.
--- ¿A tenido muchas novias?
--- Solo le hemos conocido dos, una de ellas muy enamorada, tanto que siempre estaba encima y tras de él en todo. Luego supimos que no tenía dinero, que buscaba que los Andrew financiaran a su padre. Después de eso, la Tía Elroy acepto a la esposa de Anthony, porque no eran mayores sus ingresos, pero sus padres son orgullosos y muy estables económicamente, no piden nada, y la sociedad con ellos, ayudo a financiar los nuevos proyectos de Europa.
--- Los matrimonios si no dejan ingresos, no son aceptados.
--- Pues, mi padre no ha estado aquí, además… la Tía Elroy ignora que soy adoptada.
--- ¿Y si se entera? ¿Te rechazará?
--- Eso teme Archie. Me dijo que por nada mencionara como es que son mi familia Tom, Jimmy y tú.
--- ¡Annie!
--- Ya sabes, mi madre ocultaba siempre mi origen, se puede decirse que vine a ocupar el lugar de Andrea, la hija que falleció a los diez años.
--- Eso no es justo.
--- Candy, mis padres me quieren mucho. No soy la única hija, cuando adoptaron a mi hermanito en Francia, justificado por los largos viajes, siempre se ha considerado el hijo varón que mi padre deseaba, por cierto que ya está aquí en Chicago, me llamó hace unos días, para que supiera que vendrá cuando lleguen nuestros padres, el…
--- ¿El qué?
--- Ignora que somos adoptados, Candy. El nos cree una familia muy unida, mamá siempre le ha tratado así, recuerda que llegue a los seis años, así que fue imposible, pero él era muy pequeño, soy su hermana mayor.
--- Creo que todas las mentiras siempre salen, se me olvido cual era el apellido que usaba Albert, cuando vivimos juntos.
--- Watson.
--- ¿Watson?
--- Si, Albert Watson. Recuerdas cuando nos vimos después de aquel robo en la calle, que pasaste. Te cambiaste de casa y vine a verte. En la entrada, pregunté por ti y el portero me dijo que era el departamento del señor Albert Watson.
--- Vaya, lo había olvidado, nunca lo mencionaba, descubrir que será tu cuñado, me deja perdida.
Por la mañana ya se habían arreglado, una empleada de la casa de los padres de Annie, fue a peinarla y con ella, también a Candy, haciendo un recogido elegante y fresco para las dos.
El niño se notaba contento, no lo decía, pero le hacía preguntas sobre su padre, sobre todo preocupado por si se iría a África de nuevo. Inconscientemente Candy notaba que su hijo lo necesitaba, las preguntas que hacía era como futuras respuestas para sus tíos. Annie y ella, escucharon algunas dudas del pequeño, al saber todo lo que Tom y Jimmy habían pensado del padre de Bert. Annie se molestaba, porque lo daban por perdido o por un hombre que los había abandonado, sin embargo Candy le aseguraba, que nunca pudo decirle que ella esperaba un bebe y que hasta ahora su padre se había enterado de su existencia.
--- ¿Mami, y me querrá?
--- Por eso está aquí, por supuesto que te quiere, Bert. Solo que ambos estamos muy sorprendidos, su Tía se fue al hospital.
--- Esa Tía, también será mi tía. Se enoja mucho, mami. Annie le acariciaba el rostro y le respondía,
--- Bert, ella es… como una abuela para ti, tu padre ha sido un hijo para ella, aunque no lo sea, ella lo cuido desde niño, tal vez… cuando te vio, noto el parecido a tu padre.
--- No lo veo parecido, soy como mi Tío Tom. Candy le confirmaba,
--- Bert, tu Tío no es rubio, no tiene el rostro como el tuyo, ni las manos, esa naricita, tus ojos, nada es como tus tíos. Ellos solo me han ayudado a cuidarte, pero… ellos algún día tendrán hijos… se parecerán a ellos. Tu eres mío y también de tu padre. Estoy segura que él está muy contento por conocerte.
--- Creo que, también lo estoy. Después de todo no se lo comió un león. Comentaba preocupado el pequeño. Candy se angustiaba, eran bromas, pero si le habían afectado a su pequeño,
--- Podrías tratar de darle una oportunidad a tu padre, lo que opinan tus tíos, no es verdad.
--- Si mami.
Antes de las doce, ya habían llegado flores, regalos y detalles para Candy y para el niño, nunca en sus cumpleaños había recibido tantas cosas, estaba asombrado de todo lo que le llegaba. Candy notaba que le había mandado prendas de su talla y calzado, para ir al bautizo, ignorando que Annie, ya lo había hecho, pero sentía pena, por el tiempo que debía haber invertido buscando cosas para ellos.
--- Candy, ya llegaron.
--- ¿Quiénes?
--- Él y Archie, vienen en autos separados. Candy se asomaba por un costado de la cortina, al verlo abajo en el auto, se veía tan atractivo, mucho más de cuando ella lo conoció, ahora lucía muy elegante y con trajes costosos, antes lo creía pobre. Cuando él le había mentido sobre su familia, su identidad, sus gustos, eso era algo que no sabía cómo sopesar. El pequeño al ver que su madre se ocultaba para ver por una orilla de la ventana, el corría y se metía completo por debajo de la tela y por la ventana gritaba,
--- ¡Aquí estamos!
Haciendo que Candy corriera para ocultarse de la pena de estarlo observando, pero demasiado tarde, para que William no lo notara y alcanzara a ver la silueta de ella y a su hijo sonriendo, por verlo. Archie que estaba con él, comentaba,
--- Ayúdame con esto, Albert. Debes convencerla de que se casen, no van a detener mi boda por tu descuido, mucho menos tantos años después.
--- ¿Quién dice que te detendrán la boda?
--- Alistar dijo que doble o nada. Y que ni él ni Anthony irán si antes no acepta ella casarse contigo.
--- No te preocupes. Eso no pasará.
En el hospital una mujer se preocupaba, cuando el medico exageraba su situación para que se quedará en revisión. Agregando que su corazón había mostrado una arritmia, y que debían descartar todo lo que fuera, antes de darla de alta.
--- Doctor, soy madrina de mi sobrino nieto. Hoy es el bautizo.
--- Ya hablamos con su familia, hoy usted no podrá ir.
--- Ah ya hablaron con ellos, entonces cambiaron la fecha.
--- No lo sé, pero sus sobrinos estuvieron aquí muy temprano, hay flores por toda la habitación, solo que usted se encuentra aquí, en los estudios.
--- Gracias doctor, ellos debieron posponerlo para cuando salga de aquí.
CONTINUARA...