Minific
Si no te hubieras ido
Por Mayra exitosa
Parte 6
El pequeño Bert, lucía con las ropas arrugadas, el padre no lucía tan impecable como siempre, ella se notaba desmaquillada, con el cabello suelto, los labios sin color y otros detalles que delataban para algunos conocedores, que iba viento en popa la operación doble o nada. Si no te hubieras ido
Por Mayra exitosa
Parte 6
Annie, abrazaba al niño al verlo correr hacia ella,
--- ¡Madrina! ¡Estás aquí!
--- Si, Bert. Nosotros también vinimos a cenar… tu papá nos invitó después del bautizo a que nos reuniéramos aquí. Alistar comentaba,
--- Quería pedirles el favor de dejarles a mis hijos aquí, para que Paty y yo vayamos un par de horas a ver a mi Tía Elroy. Archie se negaba, habiendo planeado con anticipación el ir también a verla,
--- Hermano, quede de ir también, no puedo cuidar a los niños. Comentaba Archie, tomando la mano de Annie. Candy apenada, se quedaba viendo a los chiquillos corriendo con Bert y comentaba,
--- Soy enfermera, puedo quedarme con ellos. William veía el guiño que le hacía su hermano, sonriendo aceptaba,
--- Vayan ustedes, nos quedamos aquí con ellos. Supongo que los reporteros continúan afuera. Confirmaba Albert al ver que ella se quedaría a esperarlos. Stear le respondía separándose un poco
--- Si, muchas gracias. Nos iremos por la parte de atrás de la mansión. Albert giraba para decirle a ella,
--- Bien, los llevaremos al cuarto de juegos. Candy quieres algo especial de cenar, le ordenaré al chef para los niños y para nosotros.
--- Gracias. Lo que gustes.
Alistar, se acercaba hasta él y confirmaba,
--- Convéncela de que se debe quedar, hablaré con el doctor para que mi Tía se quede un tiempo en el hospital, sirve que le hagan una revisión exhaustiva, tantos años cuidándonos, es justo que...
Albert notaba que el plan de Stear era desde el inicio alejar a su Tía y unirlos a como diera lugar, sin poder decirle más, lo interrumpía y agradecía,
--- Gracias, hermano. Mandaré a un chofer por sus cosas, solo pídele ayuda a Annie, ella puede convencerla. Albert se encontraba distanciado de los demás junto a su hermano, lo abrazaba, al saber todo lo que estaban haciendo por él. Alistar agregaba,
--- Archie ya se lo dijo, quiere lo mejor para ellos. Estamos contigo, no dejaremos que se vayan, te lo prometo.
--- Gracias, Stear.
--- Hablamos de traer a Annie con sus cosas aquí, para que tengas tiempo para recuperarla. Archie ya se está haciendo cargo de todo, vamos muy en serio, doble o nada.
--- No puedes decirle eso, es su boda.
--- Es tu mujer, tu hijo. Creo que ya vas tarde, no hay nada de malo en buscar lo mejor para tu hijo. Además, supongo que… no la despeino el niño.
---- ¡Alistar!
--- ¡Convéncela!
--- Tiene novio, quiere hacer bien las cosas.
--- Nosotros también, Albert. Anthony está dispuesto a cancelar todo el evento de Archie, o… posponerlo.
Candy escuchaba las peticiones nerviosas de Paty, le dejarían la nana que cuidaba a los pequeños, solo que no podían quedarse sin alguien de la familia. Eso le sorprendía a Candy, pues la estaban tratando como parte de ellos, tal vez lo hacían por William.
--- Muchas gracias, mi hijo no es agresivo, siempre ha jugado con otros niños, es muy paciente, le gusta ser el maestro cuando juega.
--- Me encanta que William te tenga a ti y a tu hijo, en serio. Aunque esta maldición no ha querido ceder.
--- ¿Qué maldición?
--- Que todos sean hombres, no hemos tenido niñas en la familia. Pero fue una agradable sorpresa que llegaras. En serio, muy agradable, cuenta conmigo para lo que quieras, nosotros le debemos todo a tu… a William. Candy se ruborizaba, ahora era la amante en esos momentos y con un hijo.
Candy se sentía muy incómoda, pensaba en qué papel quedaba una persona que acababa de llegar, que no era nada oficial, que tenía una vida diferente y con un hijo no reconocido por esa familia tan elegante y distinguida.
Archie recibía peticiones de Alistar, todo lo planeado para que Annie estuviera la mansión Andrew, ella estaba encantada, le darían todo para ayudarla a que su boda fuera mejor, habitaciones, lo necesario, ya era próxima la boda y Candy estaría todo el tiempo a su lado, pero el plan era que todas las noches, Albert y Candy estuvieran juntos.
La tarde no fue de dos horas, fueron muchas más, ambos observaban a los niños, pero ellos conversaban de todo cuanto habían pasado durante esos años, donde había vivido, que día había nacido, cuanto peso, sus gustos, sus juegos, sus amigos, la vida tan sana que había llevado en el pueblo.
Merendaban y la nana y una ayudante más, llevaban a bañar a los pequeños. Candy notaba que Bert no podía bañarse, pero su padre, le decía que lo hiciera y que el mandaría por ropas para él.
Un chofer llegaba con las maletas y objetos de ambos, incluido lo que les había regalado. Candy observaba que se habían traído sus cosas, se sentía avergonzada, pero los padres de los niños no regresaban.
--- Hay una alberca con agua templada, ¿te gustaría entrar, Candy?
--- Creo que no es prudente, los niños…
--- Ellos están siendo atendidos, corazón, es solo para refrescarnos un rato antes de la cena.
--- Pero no traigo traje de baño.
--- Habrá que solucionar eso, ven conmigo. La tomaba de la mano y tomando e cuenta como se encontraba una ducha no le caería nada mal.
Jugar en el agua, fue bastante relajante, pero sentir la atracción entre ambos, era aún mayor que antes, ya no había temores, ahora estaban plenos, habían pasado años, no eran jóvenes inexpertos, eran una pareja que había sido feliz y que por cosas del destino se habían separado, estar juntos, era algo que les iba muy bien. Verla nadar, jugar con su hijo, luego este cenaba antes que ellos, y lo llevaban a la habitación de televisión junto a los niños menores.
--- Albert, esto va muy rápido, debemos detenernos. Sabes bien que no puedo, yo… también tengo mi vida hecha, compréndeme,
--- Amor, llego más de seis años tarde a la vida de mi hijo, dame oportunidad de recuperar un poco del tiempo entre nosotros.
--- No podemos dejarnos llevar, no soy la mujer que era antes.
--- No, ahora eres mucho más hermosa. El traje de baño no dejaba ocultar lo mucho que ambos se necesitaban.
--- Lo siento Albert, pero mientras tenga una relación, no podemos continuar en algo que después nos reprocharemos.
--- Te juro, que el único reproche es haberme ido, cuando mi corazón solo deseaba seguirte.
--- Pero te fuiste. Y no tenía tu nombre… pero tu si tenías el mío.
--- Contrate investigadores, te lo aseguro,
--- Si, como soy tan importante, con mi número de seguro, es imposible de saber donde trabajo. Albert, no puedo continuar, necesito tiempo aunque ya hayas tenido seis años o más, yo regrese, por fin me daba una oportunidad de continuar mi vida, apareces tu y me doy cuenta que siempre estuve con un hombre que no existía.
Albert se quedaba serio, ella se alejaba llorando silenciosamente. La había engañado, y tenía razón, como es que los investigadores nunca la encontraron si estuvo trabajando. Los intentos por acercarse fueron constantes, pero ella lo evitaba y su hijo era quien aprovechaba su tiempo y todo ese acercamiento que él deseaba con ella, ahora estaba con su pequeño. Quien con sus ocurrencias lo mantenía sonriendo y conociendo cosas y detalles de sus vidas.
El desayuno fuera de la casa, el niño se quedaría con su padre, pero no saldrían. Candy ya intervenía con el diseño del vestido, molesta por el engaño a su hermana con decirle lo costoso que era y estaba deshaciéndose de los saldos, de años anteriores. Le pedían que fuera a ver vestidos de nuevo que no le cobrarían nada por cambiarlo, pero que por favor no los denunciara. Le devolvieron el adelanto del efectivo, cancelaron y se fueron a otros lugares.
Ya en otra boutique de novias, Candy elegía los vestidos no solo de la novia, con un blanco hermoso y muy costoso. Ella tomaba un vestido liso en dorado, recto con mucha clase con zapatos muy altos y brillantes, luego meditaba que sería bueno la opinión del novio, pero a la vez que no fuera a ver a la novia, tomaba el celular de Annie y hablaba con el, para mostrarle diseños que ya estaban estimando, efectivamente su gusto era mucho más refinado, los detalles más simples se notaban hasta en el precio, el color de la tela, la calidad variaba, podías escoger un vestido costoso y no sería por eso, el más bello, pero conocer y saber de modas y de originalidad era algo que se le daba bien a su futuro cuñado.
--- Gracias Candy, eres la mejor dama de honor que pudo elegir Annie.
--- No le digas que te llame, borrare la llamada y tu le hablas después.
Annie salía y notaba que tenía razón el novio, solicitaba otro vestido y ese era el adecuado. Era costoso, pero muy elegante y estaba disponible. Meditaba como se estaba uniendo Annie a una familia muy refinada, pero lo que le preocupaba más es que esa familia era también la de su hijo, tenía que hacer algo, si Albert o William o como sea, peleara la custodia legal del niño, ella saldría perdiendo, varias veces se quedo sin empleo y tuvo que regresar a vivir al hogar de Ponny cuando las cosas le fueron mal.
---- Con que les da vergüenza que sea de poca clase, pues ya verá cómo vamos a resaltar en tu boda, quiero que los trajes de Tom y Jimmy iguales a los de los hermanos de tu novio. Hay que hacer lo mismo con tu hermano y tu Padre.
--- Son muy costosos, Candy
--- No importa, ya verá esa señora, además cambiaremos los vestidos de Diane y Camila, háblales que se vengan antes para que vean las prendas.
--- ¿Dónde se van a quedar?
--- En tu departamento.
--- ¿Tom y Jimmy, también?
--- Pues sí, ellos en la sala, las chicas en las habitaciones.
--- ¡Oh Candy! Mis padres no han regresado de Europa. Mamá cree que tengo todo listo y… no he ido a la casa desde que se fueron.
--- Estarán aquí para tu boda, ya lo verás.
--- Puedo decirles que mis amigos llegaron y… que enviare a hospedarse allá. Con mi hermano.
--- Tu madre se sentirá presionada, sobre todo cuando sepan que somos tu otra familia.
--- Candy, ella debe entender, ustedes son también mi familia, no puedo casarme, negando mis raíces.
--- No lo haces, nos invitaste y… por lo que sé, el novio dijo que no te limitaras en el costo del vestido, así que echaremos la casa por la ventana también.
--- ¡Candy!
Annie estaba sorprendida, había cierto enfado en su hermana que no estaba antes, separaban vestidos elegantes y muy bellos. Pasaban a los trajes donde tenían reservados los de sus cuñados y solicitaban iguales para los hombres de la familia de la novia, pero como eran el doble, les harían precio.
--- Si podemos traeremos también a los novios de las damas, agregaba con malicia Candy. Con la finalidad de que no se gastaran tanto, para cuando llegaran los demás.