The Piano Lesson
-Terrence, deja de estar distraído mirando por la ventana y sigue con tu practica... 1, 2, 3, 4!
-Eh? Si Miss Stephens!!
El jovencito volvió a colocarse frente al teclado de su instrumento recobrando la postura correcta y colocando sus manos sobre las notas para continuar con su estudio que había dejado en pausa mientras veía por la ventana como la lluvia londinense lamía con sinuosa melancolía el cristal. La maestra lo miró con una mezcla de admiración y ternura. De todos los estudiantes de clase pudiente a los que ella enseñaba era quizá el mas talentoso. La precisión de su digitación y la forma como matizaba cada melodía le decían a ella que sin duda tenía todas las posibilidades de convertirse en un músico profesional de gran talla. El único inconveniente que hallaba en él era su tendencia a distraerse y divagar cuando debía concentrarse.
En ocasiones quería ser más estricta para ayudarlo a explotar de mejor forma su talento y habilidades, pero la mirada triste del hermoso muchachito simplemente la desarmaban. Aunque él trataba de bromear y aparentar cierta indiferencia, como si nada importara, ella podía ver con claridad que ese niño rico, heredero de una familia aristócrata inglesa, se sentía sólo y a través de la música expresaba esas emociones. Tenía ya 3 años dándole lecciones de música, solfeo y piano y notaba que Terrence cada vez estaba mas distraído y aparentaba desinterés en cada clase. Pero lo que mas curiosidad le causaba era que a pesar de esta aparente distracción, era evidente que él practicaba en otros momentos del día por la perfección de su ejecución.
-Hoy trabajaremos la improvisación, Terrence, quiero que toques una pieza sin que sigas ninguna partitura, con los años que tienes de estudio considero que es buen momento de ver si quizá será conveniente estudiar también composición musical.
Terry se revolvió incomodo en su banquillo, era evidente que se sentía inseguro con la orden de su maestra. La pianista le hizo esa petición por que cada vez que llegaba a buscarlo a la sala de música de su mansión lo encontraba tocando fragmentos de la misma melodía desconocida, una balada muy dulce pero muy melancólica también. Sonriendo pero con una expresión levemente autoritaria, le hizo un movimiento de cabeza señalando al piano e instándolo a tocar. Terry tragó saliva y obedientemente comenzó a tocar una pieza muy definida, muy melódica aunque sencilla. Miss Stephens contuvo el aliento como quien ve una estrella fugaz cruzando la bóveda oscura de una noche cualquiera. Ese momento en el que te das cuenta de que estas viendo el nacimiento de un artista, y la bella cara cincelada del niño preadolescente se transfiguró en algo celestial mientras con sus hábiles manos tocaba el climax de su bella opera prima. La joven mujer se llevó las manos a la boca y tuvo que resistir las ganas de sollozar, aun siendo una concertista con cierto reconocimiento en el circuito londinense de la música de cámara, se dio cuenta que ese niño transmitía mas sentimiento que el que ella con todos sus años de profesional podían lograr.
Cuando finalmente terminó, Terrence no levantó la vista del teclado, su gesto era de tristeza, lo que había tocado había salido desde el fondo de su corazón.
-Muy hermosa pieza, Terrence. Dijo ella tratando de sonar profesional e impersonal.- Deberías considerar dedicarte profesionalmente a la música, se que podrías llegar a ser una gran concertista, e incluso un gran compositor. Pero eso si, tendrías que ser mas dedicado y disciplinado. Ella sonrió cuando él volteó y la miró con esos ojos grandes y de pestañas espesas.
-Gracias Miss Stephens, esta melodía tengo mucho tiempo intentando darle forma, pero siento que aun no le doy la interpretación correcta. Usted es muy amable. Claro que me gustaría mucho estudiar para ser músico profesional.
-Conozco a maestros del Royal College of music de Londres, si tus padres me lo permiten podría hablarles de ti para que te admitan y comiences a prepararte para tu carrera musical.
El jovencito sonrió lleno de alegría, un brillo de felicidad iluminó su rostro demostrando lo mucho que lo emocionaba la idea.
-Nada me gustaría mas en el mundo, Miss Stephens! Yo esta noche trataré hablar sobre esto con mi señor padre el Duque.
-Excelente, Terrence! Bueno, me retiro. Nos vemos en 2 días. Has tus practicas pendientes. Buenas tardes.
El día siguiente por la noche recibió en su domicilio una nota de parte del Duque de Grandchester. En ella el padre de Terrence le informaba que sus servicios ya no serían requeridos debido a que el joven heredero de la familia Grandchester estaba por ingresar al Real Colegio San Pablo para continuar con las tradiciones familiares y con la preparación académica que su título nobiliario requería. La maestra guardo con tristeza la hoja y en silencio lloró por su pobre niño triste, tan talentoso, tan solo...
Se sentó ante su piano y comenzó a cantar una letra que surgió de sus entrañas sobre la melodía que su alumno había tocado para ella el día anterior mientras las lágrimas rodaban copiosas por sus mejillas.
¨Send your dreams
Where nobody hides
Give your tears
To the tide
No time
No time
There's no end
There is no goodbye
Disappear
With the night
No time
No time
No time
No time
No time¨
-¨Niño bello¨ dijo en un suspiro mientras cerraba las teclas de su instrumento y se secaba con el dorso de la mano el llanto, ¨ojalá algún día puedas expresar todo ese arte que bulle en tu ser. Que el Creador cuide tus pasos, Terry.¨
La canción original ¨WAIT¨ es de la banda Francesa ¨M83¨