"Céanna agus Difriúil"
By Cherry
Capítulo VII
La joven deposita la tacita sobre su plato y espera a que la señora Legan aparezca de un momento a otro. Es verdad que después del incidente con su hija y que su boda fue de esa manera bochornosa y las condiciones, todavía no se sentía capaz de mostrar su rostro en sociedad, la vergüenza puede con ella. Finalmente aparece Sara y toma asiento frente de la rubia quien le ofrece té y pastas.
- Quería hablar con usted de algo importante… he esperado un tiempo prudencial debido a lo sucedido con su hija
- Por favor, ni me lo recuerdes… aún no soy capaz de sobreponerme… el nombre de los Legan esta en entredicho.
- Por esa misma razón señora… debe de entender que sería muy perjudicial para mí, como hija de los Ardley, si me relaciono con su hijo que mi imagen quede por los suelos
- ¿Qué es lo que quieres decirme Candice? Si es para echarme en cara que rechazas a Neil como pretendiente, te podrías haber ahorrado tanta espera
- No me mal interprete señora Legan, solo estoy intentando que entienda mi posición… y como sabe, el señor William me deja libertad para ser yo quien decida sobre lo que deseo para mi vida, pero no quiero actuar sin al menos tener un respaldo
- ¡¿Un respaldo?!
Desconcertada, Sara mira con el ceño fruncido a la rubia mientras le da un sorbo a su bebida… luego toma una carpeta y se la entrega.
- ¿Qué es esto?
- Es un contrato prenupcial
La señora saca las hojas del sobre y lo revisa por encima mientras Candy sigue hablando.
- En esos papeles podrá ver que pido una suma de dinero con el cual quiero salvar mi dignidad. Si en dado caso Neil cancela el compromiso, me indemnizará con dos millones de dólares
- ¿Dos millones? ¡¿Estás loca?!
- Pero si yo cancelo el matrimonio porque su hijo se mete con otra mujer, es decir es infiel, me pega o quiere obligarme a hacer algo que yo no deseo… podría decirse que casi toda la fortuna de los Legan pasa a mi nombre
- ¡Eso no lo pienso permitir de ninguna manera!
Espeta tajante tirando los papeles sobre la mesa, dispuesta a marcharse
- Por favor señora, no haga un escándalo… le estoy diciendo que eso es lo que pasará en el peor de los casos… pero si su hijo es tan bueno como él dice y usted se empeña en que crea… no será necesario que nada de eso ocurra… seremos un matrimonio y feliz como cualquier otro, quizás, más que el de Elisa
- ¡Por supuesto que mi hijo es bueno! Ningún otro hombre podría interesarse en ti, sabiendo que eres una huérfana
- No soy huérfana señora, pertenezco a los Ardley, por favor… no se lo olvide… además, creo que la situación es a la inversa
- ¿Cómo dices?
- Dudo mucho que ninguna familia de nuestra respetable sociedad, aceptaría en dar a su hija para que se case con Neil después del escándalo de Elisa… nadie puede estar seguro no sea de lo peorcito
Sara cierra los puños con fuerza debido a la rabia, jamás se hubiese creído que la rubia tuviese mejor reputación que sus hijos y que usara eso como chantaje
- Pero como ya le dije… no tiene nada que temer si en verdad su hijo es tan honorable como se empeña en defenderlo
- Está bien… hablaré con Neil para que lea y firme sus documentos
- Me parece estupendo… la oferta termina esta tarde, después de la cena en la casa de su hija
- ¿En la casa de Elisa? ¿Eso quiere decir que iras?
- Me parece que es el cuadro perfecto para anunciar nuestro compromiso.
- Esta bien… nos vemos esta noche
Sin añadir más, Sara sale de la residencia sintiendo como su orgullo ha sido pisoteado por la insulsa de Candy. Media hora después aparece Archy, se acerca hasta donde la rubia y le saluda con un beso en la mejilla. Ella le sonríe gratamente, le encanta su compañía y cada vez son más extensos los momentos que comparten y de eso Anny se daba cuenta. Quien también se presentó esa tarde para visitar a su amiga… es entonces que se percata el intercambio de miradas entre ellos, las bromas que se hacen… se siente completamente ignorada
-Por favor, que estoy aquí presente, dejad de hacer como si no existiera
- Oh, lo siento Anny… perdona no es esa mi intención
La rubia a su lado sonríe perversamente, mientras lo oculta tras la taza
- Me parece que es un comportamiento exagerado Annie… no deberías de molestarte si en nuestra conversación te ves excluida… debes entender que es difícil tomarte en cuenta cuando te presentar en esta casa, así como si nada, cuando nadie te espera
- ¡Candy! ¿Cómo puedes decirme eso?
- Es lo que pienso… pareces tener cierto interés de permanecer a mi lado cuando alguien puede presentar interés en mí
- Por favor, no me ofendas
- Por favor tú Annie… decidiste ser la hija de los Brither pasando sobre mí, cuando yo decidí no serlo solo por permanecer a tu lado
- Chicas por favor
Intenta intervenir el castaño sintiéndose un poco incómodo por el rumbo que estaba tomando la conversación
- Pensé que eso ya había quedado en el olvido, que lo habíamos solucionado
- Claro, siempre lo más conveniente para ti ¿Verdad? Te favorecía que eso quedará en el olvido porque tú has vivido tan tranquila y feliz todos estos años, mientras que a Candy le ha tocado sufrir humillaciones y desprecios por ser una huérfana… pero Candy también quería unos padres, y tú se los arrebataste
- Yo… yo… es que…
- Por favor no vayas hacer un puchero y numerito de lágrimas… no tengo tiempo para tus remilgos, si tanto quieres algo, te sugiero que a la próxima te asegures que no sea nada de lo que yo quiero o me interesa… porque esta vez, no pienso ceder… ahora si me disculpas, me tengo preparar porque voy a salir
- Candy…
- Hasta luego Annie
Dicho esto, la rubia sale del salón dejando aturdida a la pareja; Anny retuerce sus manos una con la otra intentando contener las lágrimas, observa al castaño frente de sí que mira por el ventanal y no dice nada
- Eso… eso lo ha dicho por el golpe ¿Verdad? Porque aún está en proceso de rehabilitación
- Lo que ha dicho no tiene nada que ver con su salud, lo que dice es verdad… ella ha llegado a esa deducción por todo lo que se le ha explicado sobre su vida.
- ¿Tú también piensas que yo le he robe a los padres? ¿Qué me aproveché de ella y su buena voluntad?
- No pienso contestar a eso
- ¡Ya lo has hecho!... es un alivio saber cuánto aprecio y confianza me tiene mi novio
- Estás sacando las cosas de quicio… estás montando una escena porque Candy te ha expresado su parecer… es algo del pasado, no deberías darle mayor importancia
- ¿Así como la importancia que tú me das? Por favor, Archy, si ni siquiera me has defendido
- ¿Defenderte de qué Anny?
- Por favor, no me quieras ver como una tonta, desde que Candy se ha mudado a esta casa pasas más tiempo con ella y a mí me tratas cada vez peor
- Al final Candy va a terminar teniendo razón cuando dice que no deberías presentarte en esta casa, si antes no has sido invitada
- Pero…
- Hasta luego Anny, no tengo ganas de seguir hablando
Y el castaño sale por la puerta dejando a una joven aturdida… dolida… anonadada, no entendía los cambios que se estaban dando.
Cuando llegó la hora de salir para la casa de Elisa, Elroy dijo que tenía un fuerte dolor de cabeza y se excusó, Archy dijo definitivamente desde un principio que no participaría de algo tan absurdo. Lo dijo después de reírse, pues él estuvo presente cuando se descubrió a la pelirroja en una la situación tan comprometedora. Albert no estaba en la ciudad, por lo tanto, tampoco asistiría.
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Cuando Neil recibió los papeles de su madre, no daba crédito a lo que sus oídos percibían, tanto así que, sin pensarlo dos veces, firmó el acuerdo prenupcial. Estaba tan eufórico que no pudo dejar de celebrar él solo con una botella de ron.
Los esposos Downey habían llegado hace un par de días de su luna de miel, la cual Elisa disfruto de lo lindo, y se entregó a los brazos de Edison y de la lujuria. Como era de esperar, la pelirroja preparó una cena de lujo como queriendo demostrar sus dotes de señora, pero el desaire que recibió por parte de los Ardley le incomodó un poco. Sus padres y hermano llegaron puntuales, luego Candy se presentó, luciendo muy elegante con un vestido rosa palo.
Edison saludó muy efusivo a la rubia, esta recibió el detalle con la mayor cortesía, pero Elisa estaba molesta de que ella fuese la única de los Ardley que se atreviera a presentarse en su primera cena.
- Elisa… esto me parece una estupidez… realizar una cena cuando nadie ha querido venir
- Pero cariño
- Discúlpame con tu familia… pero yo me voy al club con los amigos
- ¿Cómo dices? ¡No puedes irte ahora! Los invitados ya están aquí, no puedes hacerle este desplante a mi familia
- Tú no me dices qué hacer, no te confundas
- Cariño por favor
Suplicó casi entre dientes pues no deseaba que Candy presenciara su primera discusión.
- Ya te dije que me voy, es que aparte de tonta ¿Eres imbécil?
- Edison cariño ¡Edison! ¡EDISON!
Pero ignorando los ruegos de ella, salió de la casa sin mirar atrás, Candy no podía disimular completamente su sonrisa; cuando Elisa se giró para ir con los invitados, se percató que la rubia con el dorso de su mano intentaba cubrirse los labios
- ¿De qué te burlas estúpida?
- ¿Quién más estúpida? ¿La que se ríe o a la que el marido ha dejado tirada?
- ¡¿Cómo te atreves?!
- ¡Alto ahí Elisa!
Estaba por darle una bofetada a la rubia cuando su hermano la detiene, lo mira con sus ojos que desprenden fuego, Candy no hace más que sonreír.
- Te pido el favor que no se te ocurra nunca, me oyes bien, nunca le pongas una mano encima a Candy, si no quieres vértelas conmigo
- ¡Neil ¿Cómo puedes decir eso?
- Porque no voy a permitir que le vuelvas a hacer daño nunca más
- Uuuhhhsss… eres un estúpido
De un tirón se suelta. Luego su madre se acerca y les pide que pasen al salón, se sorprende que Edison se haya marchado y le parece hasta ofensivo; entonces Neil decidió que era momento de hacerle el anuncio de su compromiso con Candy. Elisa no podía estar más furiosa y lanzó la copa cerca de dónde se encontraba ella. Sara le dio una bofetada por el insulto.
- ¿Cómo te atreves a ponerme una mano encima mamá?
- No pienso consentir que hagas nada en contra de Candy ¿Me oyes bien?
- ¿Pero está locos o qué? ¡Esta es mi casa, y no permito que me insulten!
- Lo mejor será que me retire… estar un ambiente tan hostil, me repugna… gracias por su intervención señora Sara, hablamos después
- Será mejor que yo te lleve a tu casa querida
Intentó acercarse nuevamente Neil y procurar un momento de intimidad entre ambos, ella se dedica una ligera sonrisa antes de retirarse.
- Creo no es conveniente, no hay una persona que me acompañe como chaperona, además, el chofer de los Ardley está afuera, no me pasará nada.
- Ella tiene razón hijo, ya habrá otra oportunidad para que pase tiempo juntos
- Gracias, buenas noches
Y diciendo esto deja la residencia y sube al coche y espera. Sara no hizo más que señalarle sus defectos y lo desastrosa que había sido la cena por lo que también decidieron abandonar la casa de ella. Afuera empieza a llover y Elisa observa el reloj esperando que su marido aparezca. Es media noche y parece que la tormenta se ha calmado cuando un coche se detiene, descienden todos y se acercan a la casa.
La pelirroja se había cambiado de ropa y estaba con su bata sentada en el diván de su habitación fastidiada porque su marido tardaba tanto. Desde que habían regresado de la luna de miel, había cambiado. Escuchó ruido en la planta inferior y se acercó pensando que era Edison cuando ve a dos hombres vestidos de negro subiendo los escalones… el rayo iluminó fugazmente la figura de ellos.
Aterrada corrió hacia su habitación para encerrarse, pero estos de una patada abrieron la puerta y la encontraron refugiándose detrás del diván. Ríen perversos y la toman con fuerza para llevarla abajo. Elisa se resiste y les grita, los truenos resuenan con fuerza y empieza a llover nuevamente
- Tranquila mamacita… ahora vas a saber lo que es bueno
- ¡Suéltenme idiotas!
- Como ordene su excelencia
Y acto seguido la pelirroja cae de bruces cuando pisotea el dobladillo de su bata, como puede se levanta y decide salir corriendo por la puerta que da al jardín mientras ellos se ríen a carcajadas; inmediatamente Elisa se empapa por completo, corre despavorida por el miedo, gira hacia atrás para ver qué tan cerca le siguen, cuando tropieza con algo, mejor dicho, con alguien y éste la sujeta de los brazos… ella grita e intenta liberarse, tirando con fuerza sus brazos.
Él la suelta y cae nuevamente de bruces, la risa que escuchó dejó atónita a Elisa
- Edison ¿Eres tú? Mi amor… ayúdame
- ¿Por qué tengo que ayudarte Elisa? Hahahaha
La mujer ve como alguien, cubierto con una capa camina hacia ellos, abre sus ojos por miedo, no sabe quién es, hasta que se detiene cerca de Edison y el viento hace que la capucha caiga hacia atrás meciendo los cabellos que brillan con el rayo que pasa en ese momento
- ¡Tú! ¿Qué haces aquí maldita?
Desde su lugar puede ver claramente la sonrisa perversa que le decida y escucha las voces de los hombres que se acercan, es entonces cuando ve el revólver en la mano de su marido.
- ¡Mátalos! Mátalos mi amor, no permitas que me hagan daño
- Hahahaha… querida, ellos solo van a hacer lo que yo les diga
- ¿Cómo dices?
Ella vuelve a colocarse la capucha y se pone al lado de Edison.
- Eres tan patética Elisa… te gusta humillar, jugar con fuego y no te importa si tienes que pisotear a alguien
- ¿Qué significa todo esto? Edison ¿Qué haces con ella?
- Él hace lo que le pido, ha conseguido seducirte… no fue tan difícil, viendo lo golfa que eres. Por eso caíste de lleno en sus garras y fuiste pillada en esa situación tan comprometedora
- Tú… tú lo planeaste todo ¿Verdad?
- Querida, tenía que hacerle ese favor al pobre Sean, él no podía vivir bajo tu engaño, no se lo merece
- ¿Qué quieres? ¿Qué te pida perdón? ¿Qué te ruegue por mi vida?
- Podrías intentarlo… pero solo tu marido decide si dice la verdad
Elisa está furiosa, tirita del frío y tiene las manos en alto, no le hace gracia que la estén apuntando con un arma, que tres hombres la estén viendo semi desnuda y que ella se ría en su cara
- Está bien… está bien… lo siento, perdón por cómo te he tratado todo este tiempo
- ¿Tú le crees Cookie?
- Para nada
- Entonces haz como mejor te plazca
El hombre sonríe perverso y apunta con el arma
- Bás, querida Elisa
¡Bang! Un disparo en el pecho
¡Bang! Otro disparo en la frente
¡Bang! Tercer disparo que termina de abrirle el cráneo haciendo que sus sesos se desparramen cuando su cuerpo cae al suelo