"Céanna agus Difriúil"
By Cherry
Capítulo XIV
Una joven descansa sobre la cama, mientras que tres caballeros la observan un poco desconcertados. Albert está sentado cerca de ella y le toma la mano para acariciarla en espera que reaccione; Stear, de pie al lado del doctor sujeta con su diestra la rosa que en su momento la había sosteniendo antes de desvanecerse. El doctor Martín apoya su codo izquierdo en la palma derecha a la vez que la otra mano se la lleva cerca del mentón, mientras analiza; en fin, es una persona que gusta de los rompecabezas
- Pero ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué se desmayó?
- Ya te dije Albert que no lo sé, no tengo ni idea… el doctor le pidió que le ayudara cuando estaba viendo mis lesiones, pero al ver que no entendía qué instrumentos eran los que le pedía decidió esperar afuera, con los niños… y cuando nosotros salimos la vimos que estaba agitada, pensamos que era por estar jugando, pero no; simplemente no paraba de dar vueltas mientras observaba la flor con el rostro pálido y ahí fue cuando se desmayó
- Pero eso es extraño… ¿Quién le daría esa rosa?
Inquiere el rubio mirando el objeto en manos del castaño; éste se limita en alzar los hombros como claro gesto de no tener ni la más mínima idea
- No debe preocuparse Albert, simplemente ha sido un ataque de ansiedad… es lo más seguro, incluso hasta ha tardado en tener uno, teniendo en cuenta que según dices, el accidente de su amiga Anny, el ataque de la tía, el retorno de Stear y sin olvidar que ha perdido la memoria… son muchas emociones en tan poco tiempo.
- Pobre, y de seguro con el susto que le di en la madrugada, solo era cuestión de tiempo que se pusiera mal… ¡Ay, sí que soy un tonto!
- Tranquilo muchacho, Candy es muy fuerte como para que un invento fallido suyo la estrese tanto hehehehe
- Ohh… a lo mejor, y por el susto del estruendo ahora pueda recuperar la memoria
Insinuó el rubio sin despegar los ojos de la joven, los tres sueltan un suspiro en señal de esperanza, mientras esperan que despierte. Cuando finalmente Candy abrió los ojos se sorprendió que tres pares de ojos estuvieran tan atenta a sus gestos, quería irse corriendo de ese lugar, pero estaba segura que ellos no la dejarían, por lo que tuvo que controlarse y contener sus ganas. Regresaron a la mansión y por orden del doctor, la rubia debía descansar.
Como si eso fuese fácil para ella, porque al final se sentía cual león enjaulado y su mayor deseo era escapar de esos barrotes. A primera hora de la mañana Dorothy le ayuda a vestirse para salir, mientras baja los escalones se encuentra con Archy, quien le saluda al reconocerla
- Hola, buenos días querida Ardillita ¿Has descansado bien?
- A-Archy… yo… buenos días
Contesta a duras penas mientras sin evitarlo su mirada se dirige a la puerta principal y a su interlocutor
- ¿Qué pasa? ¿Esperas a alguien? ¿Vas de salida?
- No… sí, es decir, voy al hospital a ver a la tía abuela
- ¿No te parece que es muy temprano para ir?
- ¡En absoluto! Además, ayer casi no pude pasar tiempo con ella
El castaño la observa perspicaz, quizás Candy se sienta incomoda de hablar con él por lo que dijeron en la última conversación
- Pues ¿Qué te parece si vamos los dos a verla después de desayunar?
Ella disimuladamente gira los ojos casi con la intención de ponerlos en blanco, por mucho que le guste pasar tiempo con él, lo que menos quiere ahora es comer
- Venga, no te hagas de rogar Ardillita, que ya me dijo mi hermano que ayer te desmayaste, les diste un buen susto, por lo tanto, no pienso dejarte salir si no has probado un bocado… además le he pedido a María que le ponga nueces a la fruta, como a ti te gusta
- Archieee
Pronuncia arrastradamente, cuando él la rodea con su brazo y la obliga a caminar rumbo a la terraza para desayunar, su corazón galopa cual corcel al aire libre; el otro sin embargo le dedica una de esas sonrisas dulces, cálidas, tiernas, sensuales que hacen que la rubia sorba su labio inferior para reprimir esos pensamientos y deseos de besarlo.
De camino al hospital Archy le pide al chofer que se detengan un momento, baja del coche y compra algo… a Candy le entra la desesperación, desea estar ya en el lugar. Cuando el castaño regresa trae consigo un hermoso ramo de flores, inmediatamente invaden con su olor el interior del vehículo, llamando la atención de la rubia, más, precisamente el pequeño ramillete de rosas rojas que estaba en sus narices
- Y… ¿Y esto?
- Es para ti
Candy posa sus esmeraldas sobre él, se rasca detrás de la oreja por los nervios y traga grueso. Archy aún tiene su brazo extendido para darle su corazón, como si las mariposas que han estado reinando en su estómago estos meses atrás, aletearan por su brazo llevando consigo sus sentimientos transformándose en esa rosa que le regala a la joven de cabellos dorados que está frente de sí.
- Me encanta cuando te pierdes en mi mirada; adoro el resplandor de tu sonrisa, un gesto inocente cargado de picardía; tus ligeras sinfonías de palabras ordenadas correctamente, han logrado colarse en mi corazón hasta lo más profundo y adueñarse de mis sentimientos.
- Ar…
- Eres un hermoso sol que le brinda luz y calidez a mi vida, eres como una rosa que ha florecido más fuerte, más hermosa desde que regresaste a la mansión
- ¿Q-qué… qué quiere decir?
- Que me gustas Candy, me gustas tú: completa, con tu forma de ser tan decidida, impasible, misteriosa y dulce con quien tú deseas… me has permitido entrar en tu espacio y al final admito que estoy rendido a tus pies, que soy tu esclavo si así lo quieres
- Ar…
La rubia siente que un sinfín de emociones se acumulan en su garganta, su boca se mueve con intención de pronunciar palabra, pero no se escucha ni una. Él se acerca para rodearla con un brazo y luego posar sus labios sobre los de ella… en un principio el gesto es terso, agradable… luego, Archy pasa su lengua sobre el labio inferior, lo sorbe disfrutando de su sabor a fresa… Candy sucumbe a su encanto y le da cabida al interior de su boca; deja que la posea, la devore, la estremezca hasta la última fibra de su ser.
Cuando el coche se detuvo, el castaño, a regañadientes se separa de ella para luego descender de éste una vez que el chofer les abre la puerta. Como puede, Candy intenta reponerse de la fuerte impresión y sale del vehículo con el rostro cubierto de carmín; Archy le acaricia con el pulgar de su diestra una de sus mejillas, se siente tontorrón de ver qué efecto tiene sobre ella. La lleva de su brazo mientras caminan por el pasillo rumbo a la habitación de la tía abuela.
- Ar… Archy, sé que te pedí que me dijeses cuáles son tus sentimientos hacia mi… pero creo que lo mejor será olvidar todo esto… no es el momento, no creo que entre tú y yo se pueda dar algo
- Entiendo que te sientas un poco confundida con todo lo que te acabo de decir… pero me gustaría que lo pienses y me des una oportunidad
La rubia se muerde el labio inferior, para contener las ganas de gritarle “Los siento, no puedo” pero sabe que debe hacérselo saber. Al llegar junto a la abuela, le piden a la enfermera que ponga las flores que han traído en un jarrón; el doctor Jackson se presenta para poder hacer el chequeo de rutina, evalúa sus signos vitales, sus reflejos, su movilidad etctc.
- Bueno, su estado sigue estable… en estos casos lo único que queda es esperar… quizás en pocos días se pueda empezar con un tratamiento de rehabilitación
- Muchas gracias por esa noticia doctor
- Simplemente hago mi trabajo señor Archie… señorita Candy, dígame ¿Cómo siguen sus dolores de cabeza?
Le pregunta el doctor Jackson intentando llamar su atención, pues ha estado muy callada desde que él entró en la habitación.
- Yo… yo, suelo tener malestares muy seguido
- Entiendo, ven conmigo al consultorio, quizás sea necesario cambiar la dosis o probar con otra medicación
- ¿Te encuentras mal Candy? ¿Por qué no lo dijiste antes?
Comentó preocupado el castaño, pues hasta entonces desconocía el estado de salud de ella, aunque sabía que se veía con Jackson cada dos días. La toma de sus manos deseando ver sus esmeraldas y por la preocupación.
- Tranquilo Archy, no es nada serio… es un simple malestar desde el accidente, si me disculpas… iré con el doctor
- Esta bien, pero no dudes en decirme cualquier cosa
- De acuerdo
Acepta de buena gana y antes de que él la suelte le deposita un beso fugaz en los labios dejando patidifuso al doctor; después de esto Archy los vio salir de la habitación.
- Ay, tía Elroy. Espero que esto no le disguste o la termine de matar.
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En las instalaciones de la policía, dentro del despacho del inspector, un Blumenthel deja caer de mala manera una carpeta sobre su escritorio y se lleva las manos a su cabeza agobiado con los casos, se siente en un punto muerto en la investigación si no hace algo
- Jefe… ¿Qué va a hacer? ¿Interrogará a la señorita Ardley?
- Es que ¿No recuerdas que la mujercita tiene amnesia, Jeremy?
- Sí jefe… pero
- Sé que es un punto clave en esta investigación; la aversión de los Legan para con ella, la hace parecer como la principal sospechosa, teniendo en cuenta que todos han muerto y el conexo con su desaparición y la villa del lago
- Es necesario establecer la relación con cada uno de los puntos… sin duda alguna hay que hablar con ella
- No hay de otra… prepárate que vamos a salir
Y dicho eso se levantó de su asiento para ir en busca de la joven.
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La paciente descansa tranquilamente mientras que sus acompañantes la observan y deciden la mejor manera de proceder
- ¿Seguro que está bien Doc?
- Sí, tranquila aníon*… ahora mismo duerme cual bebé, le di unos calmantes… pronto con la enfermera empezaremos unos ejercicios para que pueda recuperar su movilidad
- Me gustaría que nos la lleváramos a casa, temo que ahora cualquiera se dé cuenta de su presencia en este lugar
- Espera por favor, no puedes actuar de manera posesiva
- Pero Doc
Le suplica con los ojos llenos de lágrimas, se siente sobrepasada con lo que estaba pasando; había deseado tanto este momento, pero no había pensado qué es lo que seguía. El hombre frente a ella la sujeta por los hombros y le habla con un tono paternalista
- Escucha bien aníon*, entiendo perfectamente lo que estás sintiendo en estos momentos, pero debes tener en cuenta su opinión, hay que hablar con ella y esperar que decida aceptar tu ayuda… pero hasta entonces, lo mejor será no precipitarse ¿De acuerdo?
- Pero yo… yo
- ¿De acuerdo cailín?
Preguntó más vehemente, haciéndole ver que no tenía más opción
- Está bien… pero no me vuelvas a decir así, sabes que lo detesto
- Hehehe lo sé, pero debes admitir que eres mi cailín y aunque tengas cien años lo seguirás siendo
- Bueeeno, a mí también me gustas como un daidí**
- Y con gusto siempre te cuidaré. En fin, volviendo al tema: yo me encargaré de hablar con ella para ver hasta qué punto recuerda, explicarle las cosas; en fin, prepararla para el encuentro… luego la trasladaremos a la casa de tu padre y ahí vemos qué es lo que sigue
- Está bien Doc, haremos así
- Muy bien, ahora que hemos llegado a un acuerdo; explícame ¿Cómo es eso que hay alguien interesado en ti?
- ¡Pero ¡¿Qué dices?!! ¡¡No menciones nada de eso!!
Le responde de manera sobresaltada, se cubre el rostro para que no veo su rubor
- ¿Recuerdas lo que te dije hace unos meses? Deberías considerar esto como una oportunidad
- No puede ser Doc ¡Definitivamente no! Yo voy a seguir mi camino y me temo que ahora es demasiado tarde… juumm
El hombre se cruza de brazos y sonríe al ver su disgusto dibujado en cada uno de sus músculos contraídos por el enojo
- Jack ¡He dicho que pares!
*Aníon= hija
** Daidí= papá
Iban de regreso a la mansión, el castaño abraza a la joven que está a su lado, se ha dado cuenta que está cansada mentalmente, y bastante se podría, pues observa de manera ausente por la ventana. Ella se deja acoger por el cálido gesto de Archy, y sin darse cuenta se durmió refugiándose en su pecho. Él se limita en acariciar su cabeza y le pide al conductor que vaya más despacio, quería prolongar todo el tiempo posible ese momento.