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"Céanna agus Difriúil"
By Cherry
Capítulo XV
Por la tarde, el inspector Blumenthel se presenta en la residencia de los Ardley pidiendo poder encontrarse con la señorita Candy, cuando fue notificada de las visitas se acercó hasta el salón donde esperaban.
- Buenas tardes caballeros, soy la señorita Candice, me han dicho que me buscaban
- Así es señorita, yo soy el Inspector Jasón Blumenthel y él es el Teniente Jeremy Smith
Se presentan ante la joven, ella les estrecha la mano de manera cortés
- El motivo de nuestra visita es porque queríamos hacerle un par de preguntas sobre su relación con la familia Legan y sus recientes fallecimientos, mejor dicho “asesinatos”
- ¿Asesinatos? Inspector, eso quiere decir que está llevando a cabo una investigación ¿No sería más prudente que mi tutor o un abogado esté presente conmigo?
Los caballeros se observan por unos segundos, como señal silenciosa de que quizás esa mujer ocultaba algo
- ¿Acaso esconde algo, señorita?
- Al contrario inspector, simplemente lo hago por hacerles un favor… ¿Cómo creen que quedarán ustedes ante un juez y la sociedad si me interrogan en esta condición? Siendo yo una mujer, joven, vulnerable… y con el movimiento feminista que está tomando fuerza en estos momentos
- Señorita Ardley, simplemente queremos hacerle unas preguntas para poder entender algunos puntos que están en el aire
- Y con gusto las puedo contestar, no me niego en colaborar con la justicia; pero me temo que sin mi tutor o un abogado que ampara mi testimonio, este puede ser obsoleto… ustedes perderían su tiempo y yo también. Pero si por el contrario eso no les importa, pueden obtener la información, pero esta no podrá ser válida en un juicio… y sería lamentable, teniendo en cuenta que estamos hablando de “asesinatos”
Blumenthel se restriega los dedos sobre su palma sopesando la opción
- Muy bien señorita, digamos que esto es por el simple placer de mantener una cordial conversación
- Como guste inspector
- Perfecto… entonces cuéntenos ¿Cómo era su relación con los Legan?
- Esa información la puede obtener fácilmente preguntándole a cualquier persona que los conociera o trabajase para ellos… desde el minuto cero que llegué a la mansión de los Legan hubo ciertas discrepancias y discriminación, hasta que fui adoptada por la familia Ardley, y a nivel social terminé teniendo un puesto de mayor relevancia, cosa que los hermanos nunca lo aceptaron, y a pesar de eso, nada cambio. Hasta que hace poco decidí acertar el cortejo de Neil
- Según tengo entendido, ahora usted es dueña de casi toda la fortuna Legan
- Sencillo, debido al gran escándalo que se armó tras descubrir a Elisa en una situación para nada decorosa por su prometido, en ese entonces el señor Eastwood y su madre… toda la sociedad de Chicago se dio cuenta de tal suceso, dejando muy mal parada el apellido de los Legan, por mera precaución convenimos en firmar un acuerdo prenupcial, donde una de sus cláusulas decía que si me llegaba a ofender o lastimar físicamente, debido al precedente de su mal carácter en su niñez, yo sería recompensada con una fuerte suma de dinero
- ¿Eso es todo?
- Digamos que a eso se limitaba nuestro trato
Jeremy apunta con mano veloz todos los datos en su pequeña libreta
- Y sobre su accidente ¿Recuerda algo?
- Sinceramente, nada… si gusta puede hablar con el doctor Jackson quien ha estado llevando mi tratamiento todo este tiempo y les puede explicar mucho mejor mis lesiones
- Comprendo… bueno, no tenemos más preguntas, le agradecemos que nos atendiera y espero que no se haya molestado u ofendido por las preguntas que le hemos hecho señorita Ardley
- No se preocupen, ha sido un placer
Los oficiales le estrechan la mano como despedida. La rubia suspira pesadamente y se masajea los hombros, sintiendo como sus músculos están rígidos. Los siguientes días fueron muy tensos para Candy; comentó con Albert la visita de los oficiales y éste le dijo que no tenía nada de qué preocuparse; también el rubio intentó sabes qué es lo que ella hacía por aquellos barrios, pero le había contestado que, en su deseo de poder recuperar sus recuerdos, había decidido salir a dar paseos por la ciudad.
Archy por su parte le sonreía, le entregaba una rosa y luego se marchaba al hospital; Candy se sentía halagada por el detalle, pero una incomodidad se acrecentaba más y más
- Albert, quisiera hablar contigo de algo muy importante
Fue la petición que expuso la rubia después de saludar al rubio cuando lo vio llegar a la mansión
- Claro que sí Candy, vamos al despacho
Le dedica un gesto afable y le indica con su mano el camino. Una vez en la privacidad del lugar, toman asiento en los sofás cerca de la chimenea, el rubio se acomoda de manera distendida sobre el mueble, cruza una pierna sobre la otra y apoya su rostro en el puño derecho; se hace un silencio incómodo para Candy, quien con su diestra presionaba fuertemente los dedos de su otra mano
- ¿Tienes algo que confesarme pequeña?
Intenta anticiparse él ante el mutismo de la rubia
- Sí, podría decirse de esa manera… Albert, he decidido que quiero marcharme
Ante esas palabras el rubio hizo un gesto con su cabeza por la sorpresa, no se esperaba que fuese eso lo que quería decirle
- ¿Marcharte? ¿A dónde? ¿Por qué? ¿Has tenido algún problema con Archy?
La última pregunta hizo que ahora ella se sorprendiera
- Nooo… él no tiene nada que ver, no tiene la culpa como tú te imaginas… admito que él me ha confesado sus sentimientos y tiene cada detalle conmigo que no dejan lugar a dudas de que le intereso
- ¿Y entonces? Porque recuerdo perfectamente que me dijiste que, si él te cortejaba, no rechazarías sus pretensiones ¿Qué ha cambiado?
Inquiere, a la vez que también recuerda la conversación que tuvo con el castaño sobre ella precisamente, y había pensado que Candy le comentaría algo sobre eso
- Pues que he decidido marcharme, ahora mismo no tengo cabeza para aceptar insinuaciones ni cortejos ni nada, ya sea de Archy o de quién sea… volveré al lugar donde vivía antes, pero siempre estaré pendiente de la tía abuela y de vosotros; aunque puede que un par de días no nos veamos por un viaje que quiero hacer
- ¿Un viaje? ¿A dónde piensas ir? Si se puede saber
Ella entorna los ojos un poco molesta, no quiere decir tanto en esa conversación, pero admite que eso es algo inevitable ¡Ni en sueños Albert la dejaría salir, si piensa que no estará segura! Por lo que finalmente confiesa voz con suave
- Pienso ir unos días a New York
Inmediatamente el bombillo se le iluminó, entendía sus dudas con respecto a los sentimientos de Archy, el deseo de viajar, volver a su autonomía… puede que incluso halla un atisbo de esperanza para su memoria
- ¿Has hablado con Terry? ¿Irás a verlo?
- Yo… digamos que es algo que debo hacer, un viaje para encontrarme con mi realidad
- ¿Tu realidad?
- Albert, es algo que necesito hacer… algo que no puedo seguir obviando más tiempo
- ¿Lo sabe Archy?
- No… aún no le he dicho nada, quería comentarte a ti primero porque eres mi tutor… no quiero que te vaya a dar un ataque de histeria solo porque un día de estos no me encuentras en la mansión y te preocupes más de la cuenta; suficiente tienes con la tía abuela, Stear y el trabajo
- Te lo agradezco, es muy considerado por tu parte… si quieres que te eche una mano hablando con Archy
- No… no hace falta, yo hablaré con él y le explicare lo necesario
- Está bien, haz como mejor te parezca
- Gracias
Finalmente, la rubia suaviza el gesto con una tierna sonrisa, le da un abrazo y lo deja a solas en la biblioteca mientras que él se imagina los posibles escenarios una vez que esa mujer salga de esa casa y viaje a New York.
Al día siguiente, mientras tomaba el desayuno con los hermanos Corwell y Albert, comentaban qué harían con su tiempo; Stear visitaría a su novia quien la acompañaría a la universidad de Chicago para presentar su solicitud de ingreso y luego iría a ver a la abuela; Archy iría primero con la abuela y luego por unas clases. Y como era de esperar, el rubio se enfrascaría en reunión tras reunión. Una vez terminado el desayuno y que cada uno se disponía en hacer lo planeado, Candy le pide a Archy que le dedique unos minutos
- Dime Ardillita ¿Qué sucede?
Le dice a la vez que le acaricia el rostro con sus nudillos, ese gesto estrujo el corazón de la rubia
- Archy, quiero decirte que… me voy de la mansión, así que por favor… olvida tu cortejo
- ¿¡Cómo dices!? ¡¿No estarás hablando en serio?!
Arremete con sus preguntas incesantemente, la confesión de ella le había borrado su carita de felicidad de un tajo
- ¡Archy, para! No me gusta que cuestiones mis decisiones que ya están tomadas… así que, por favor, ahórrate la charlita que nada me hará cambiar
- Pero Candy…
- De peros ¡Nada Archy! Y no me busques que estaré fuera de la ciudad
Ante su trato hosco, el castaño se molesta aún más, se le nubla la razón y no puede contenerse, morderse la lengua o lo que fuera, simplemente lo tenía que soltar
- Irás a verlo a él ¿Verdad?
Al ver la arruga de la interrogación formada en su frente, éste le aclara
- ¡A Grandchester! Como sabes que ahora está libre, piensas que puedes regresar con él
- Eso no es de tu incumbencia
- ¡Claro que sí Candy! Lo es desde el momento que vienes y despiertas sentimientos en mí y aceptas mis besos y caricias, me incumbe cuando me haces creer que puede haber algo entre nosotros ¡Que sientes algo por mí!… pero luego vienes, a la primera de cambio y decides alejarte de mí… es enterarte que Grandchester es un hombre libre y corres tras él ¡Como siempre lo has hecho!
- Las cosas no son así Archy
- ¡¡Ese hombre no te merece!! ¿Cuándo lo vas a entender de una vez?
- ¡Piensa lo que te dé la reverenda gana! Ya he dicho lo que quería decirte. Adiós.
Molesta, Candy lanza su servilleta en la mesa a la vez que se despide del joven. Sale corriendo hacia su habitación para esconderse, ocultar su dolor, sus lágrimas… le dolía en el alma toda esta situación, pero no puede dejar de pensar que quizás es lo mejor, en ningún momento se había propuesto conquistar su corazón… pero sin darse cuenta había sucumbido a sus encantos, su galantería y sinceridad. Con los rayos del ocaso, una rubia sube al tren con su corazón aturdido, pero decidida cumplir con lo que debe.
A DÓNDE REALMENTE IRÁ Y A QUÉ???
No bueno... que estupendo capítulo. 
o ¿será para otra cosa? 
