Buenas tardes, mis queridas guerreras
seguimos disfrutando de todo el talento
que hay en el Foro Rosa.
Les comparto un capitulo mas de mi Fic.
que es una historia alterna a la original.
La mentira y el engaño tienen fecha de caducidad.
Al final todo se descubre y al mismo tiempo
la confianza se pierde para siempre
CAPITULO 7SECRETOS REBELADOS.
Cuando regreso a mi dormitorio Eliza ya está dormida, reviso mi celular y tengo un mensaje de mi mamá, esta mujer es tremenda, comienzo a leer.
─Candy, que chico más guapo es Terry. me encanta para yerno no lo dejes ir mi niña, se ve que lo traes cacheteando las banquetas ¡Y no te hagas! me di cuenta que a ti también te gusta . Solo no descuides tus estudios y vive la hermosa experiencia del amor. Es lo único que te pido, descansa. Te amo
Mi mamá y sus locuras, pero es muy intuitiva, nos vio juntos solo unos minutos y se dio cuenta de la atracción que sentimos. Me acuesto y cierro mis ojos pidiendo soñar con Terry.
El tiempo que me dio Anthony para tomar una decisión llego a su fin, hoy me espera en uno de los jardines del campus para que le de mi respuesta.
Cuando llego al lugar que Anthony me sugirió para vernos, él ya me está esperando, cuando me ve llegar su rostro se llena de alegría. Siento un gran hueco en mi estómago, un fino sudor se acumula en mi frente, las manos se me ponen húmedas.
─Hola Anthony.
─Hola Candy, te vez hermosa.
─Gracias. ─comenzamos a caminar lentamente.
─ ¿Cómo fue tu día?
─No me puedo quejar, fue uno bueno.
─Mañana es fin de semana, vamos al cine, compre las entradas para la función de la tarde.
─ ¿Mañana? Es que no puedo.
─ ¿Tienes mucha tarea que hacer? Yo te ayudo para que termines pronto.
─No es eso, es que ya tengo un compromiso. ─Le suelto sin pensarlo
─ ¿Un compromiso? ¿con quién? ─Su carita tan hermosa a cambiando con un gesto de disgusto.
─Terry me ha invitado a una parrillada a su casa. ─No pensaba decírselo, pero hay algo que no me cuadra y tengo que descubrir que es.
─ ¿Qué? ¡tú no puedes ir a la casa de ese cretino!
─ ¿Por qué no? Terry es mi amigo.
─Porque él no es bueno para ti, ¡no es bueno para ninguna chica!. Él solo busca la manera de aprovecharse de las jóvenes. ¡De ti!
─ Terry no se va a aprovechar de mi porque yo no se lo voy a permitir, entiende eso de buena una vez. ─Mi voz se escucha fuerte y decidida.
─Anthony, ¿que paso entre tú y Terry?
─Nada, no ha pasado nada. ─su mirada me esquiva y ve cualquier lado menos a mí.
─Candy ¡entiende solo trato de protegerte! ─Ahora me toma de los brazos y me mira fijamente, su rostro desencajado por el enojo. ─No puedes ir con Terry. ¡No vas air! ─Su actitud me hela la sangre. Nunca lo había visto reaccionar de esta manera.
─ Anthony, cálmate por favor, ¿Qué te pasa? ─Me suelta, trato de calmarlo, él camina de un lado a otro. Estoy azorada con su actitud. ─Tal vez si me lo cuentas, te pueda ayudar.
─Nunca lo vas a entender, son cosas de hombres. Cosas del pasado. ─ Con sus dedos toca el puente de su nariz, cierra sus ojos por un momento, suelta un gran suspiro y me dice ya un poco más calmado ─Algún día te lo contaré, te lo prometo. ─tomo su mano y le doy un suave apretón, lo miro con tristeza.
─Estaré esperando ese día. ─Me da una pequeña sonrisa a forma de afirmación.
Después de que la incomodidad del momento desapareciera, me dedica una mirada cautelosa. Su voz suena como siempre, dulce.
─Vamos a comer algo. ─Me giñe un ojo. ─Este chico es demasiado bipolar.
─Claro, vamos.
Anthony se siente culpable por lo que paso y trata de remediarlo haciéndome reír contándome algunas anécdotas de su niñez. Ya no hablamos de lo que realmente nos había reunido esa tarde, pienso que los dos decidimos en silencio que no era prudente hablar del tema. Me lleva a mi residencia y nos despedimos. Aun puedo percibir en Anthony arrepentimiento por lo ocurrido.
Espero con ansia el día de mañana, quiero divertirme y pasar un rato agradable en compañía de Terry, Patty y Stear. Mi respiración se vuelve acompasada, caigo en los brazos de Morfeo irremediablemente.
Cuando abro los ojos, verifico la hora en mi celular, son las siete treinta de la mañana, ¡¡¡yeeeiiii!! por fin es sábado, estiro mis piernas y manos, me levanto.
Eliza está profundamente dormida porque está roncando, quisiera grabarla para luego burlarme de ella, pero creo que no es buena idea, tal vez lo haga otro día.
Saco mi ropa, agarro mis utensilios de aseo personal y mi bolsita con mi maquillaje y todo lo necesario para arreglarme solo un poco la cara, salgo hacia el pasillo muy lentamente para no hacer ruido y despertarla.
Son las ocho cuarenta y cinco de la mañana, ya estoy lista para disfrutar de un día maravilloso. Camino por los pasillos de la residencia hacia la salida, cuando salgo los rayos del sol iluminan en todo su esplendor mi rostro, una camioneta Ribicon negra está aparcado frente al edificio, Terry reposa su cuerpo en la puerta del copiloto. Tiene puestos unos lentes ray ban, aviator total black, que cubren sus bellos ojos el sol, se ve espectacular.
─ Terry, buenos días. Llegaste antes de la hora.
─A los ingleses nos gusta ser puntuales. ─Se acerca y toma mi mano, beso el dorso de ella. Siento un ligero rubor en mis mejillas. ─Buenos días pecosa, te ves hermosa.
─Gracias, Parece que los ingleses son aduladores. ─Le sonrió.
─No, no lo somos, somos francos y sabemos reconocer la belleza cuando la vemos. ─Me guía hasta el auto, abre la puerta y me ayuda a subir. Rápidamente se coloca del lado contario, me regala una mirada hermosa que no me pierden de vista, comienza a inclinarse un poco hacia mi “me va a besar” pienso, estira su mano para alcanzarme, pero mi mente me traiciona porque Terry jala el cinturón de seguridad y lo acomoda para ponérmelo, solo eso, me da una risita, estoy completamente loquilla por él, lo admito.
Enciende el auto y salimos rumbo al lugar donde vamos a desayunar, enciende la música, se escucha la voz de la hermosa Adele cantando Rolling In The Deep.
─Te gusta Adele.
─ Sí, algunos temas de ella me fascinan.
─¡A mí me encanta! ¡es mi adoración! iría al fin del mundo a verla ─Le digo muy emocionada, ─Cuando supe que su Tour estaría en América, me informe a cuáles ciudades vendría, me decidí por el concierto de Nueva York, en el Madison Square Garden. Estaba lista para comprar dos boletos, pero el sistema estaba tan saturado que cuando pude entrar, las entradas ya estaban agotadas, fue una gran desilusión.
─Tuve la oportunidad de verla en concierto antes de venirme a vivir a América. Es grandiosa, tiene una voz privilegiada.
─En serio, que afortunado eres. ─hago un puchero en descontento.
Después de desayunar en el restaurante Beatrix, supuse que iríamos a comprar mi bañador, pero no fue así, de camino a su casa Terry me entrego un paquete.
─Toma es para ti. ─Incrédula lo tomé y lo abrí, eran cinco bañadores de diferentes colores y estilos.
─Pero pensé que iríamos a comprarlo.
─Quise sorprenderte, elige el que más te gusté para la ocasión. ─me mira dudoso. ─espero que no te moleste.
─Lo tomare como un cumplido, pero solo si me pasas la factura para pagarte, de lo contrario no los aceptare. ─sabe que hablo en serio.
Cuando llegamos a su casa ya están ahí Patty, Stear y otros chicos de la universidad.
─Candy que bueno que viniste. ─Patty se abalanza sobre mi dándome un gran abrazo.
─Ven vamos a que te pongas tu bañador.
─Hola Stear ─le grito a mi amigo antes de desparecer en los vestidores.
─Hola Candy.
─ ¿Cuál bañador te vas a poner, Candy?
─No se Patty. ─Lo dudo un poco, hay un bañador completo, uno que parece de abuelita, tonto Terry le habrá causado mucha risa haberlo escogido. Y tres bañadores de dos piezas. Fijamos la mirada en uno de esos tres, era minúsculo, fue desechado de inmediato, nos llamo la atención el segundo y las dos gritamos al unísono.
─¡Este! ─Estallamos en risas. Es un bañador hermoso de estampado floral color menta, un bikini con cordones laterales en la cadera.
─Dejaras a Terry con la boca abierta amiga. ─ Y así fue, desde el momento que Terry me vio, no me dejo sola para nada.
─Te ves grandiosa Candy. ─Me susurro al oído. Lo que me causo que me sonrojara.
─También tú engreído, te ves genial.
Pasamos una tarde hermosa, nadando, comiendo, riendo, Terry fue de lo más atento siempre estuvo al pendiente de mí. Cuando comenzó a caer el sol, las parejitas se perdieron entre la casa y el jardín para tener un poco más de privacidad.
Me quede a solas con Terry, admirando la puesta del sol. Ambos seguimos en bañador porque hasta hace un momento estábamos disfrutando del agua de la piscina. Me puse de pie de la tumbona y caminé un poco, él me siguió de cerca. fue entonces cuando sentí las manos de Terry rodear mi cintura, me atrae hacia su cuerpo y me dice con una voz melosa.
─Candy, este es un día que guardare en mi memoria.
─También yo Terry. ─Aprieta su mejilla contra la mía. Sus labios llegaron a los míos sedientos, un beso suave y después demandante, donde su lengua pedía permiso para entrar, lo recibí gustosa. Sus dedos viajaron lentamente por mi espalda desnuda hasta llegar a mi cadera, causándome calor en todo mi cuerpo.
Sus labios abandonaron los míos, para posarse en mi cuello, disfrute de las agradables caricias de su boca. Sentí un fuerte jalón que me aparto de Terry, Anthony esta frente a mi furioso.
Continuará…
Espero que la lectura haya sido de su agrado