-¿Qué pasa Itnecita? ¿No estás disfrutando la fiesta?
-Estoy bien mi querida Bali... no te preocupes, sigue disfrutando... no me hagas caso
-Pero es que estás haciendo esos movimientos y te ves rara... siniestra... vamos, aterradora
-Ahs... es que tengo ganas de estrangular... digo, nalguear... no, más bien; necesito tocar esas nalguitas ahora mismo para desestresarme
-¿Desestresarte? ¿Nalguitas? Enserio Aitné me estás asustando
-No te preocupes wuapísima... es que siento el ambiente enrarecido... aunque todo se ve en calma, mi sexto sentido dice que es todo lo contrario... y lo peor de todo, es que me siento desbordada de energía... siento que voy a estallar
-Pero bueno... ¿Estás poseída o borracha? Ya no te entiendo... voy a tener que ir a por agua bendita como sigas poniendo esos ojos
-Ha, ha, ha... no seas loca... solo es... ¡Ah!
Y la joven ya no siguió diciendo nada... pues fue atravesada por una extraña punzada, su amiga Alnair la toma del brazo presa del susto y preocupación... cuando se da cuenta que los ojos de Aitné relucen blanquecinos... e inmediatamente percibe como una especie de explosión como de estrella pulsar y unas imágenes cual si de una película se estuviese desarrollando se le presentan
El reloj marca las cinco de la tarde de ese día fresco de primavera en 1978, la joven Leslie Hall White regresaba a la habitación en la residencia de la Universidad de New Haven en Connecticut. Nada más entrar se recostó en su cama debido al cansancio, cuando en eso asoma por la puerta Emma para avisarle que tiene una llamada; rápidamente la joven se levanta pues imagina que puede ser su madre.
Es consciente que desde que su abuela Candy murió hace un mes, se siente sola y le llama una vez al día nada más para saludarla, ella comprende y por eso siempre está dispuesta en animar el corazón de su madre. Cuando llega hasta donde está el aparato intenta saludar con una voz alegre y dulce
-Hola mamy ¿Cómo estás?
-Disculpe ¿Es usted la señorita Leslie Hall?
-¿Eh? Sí ¿Quién lo pregunta?
-Le llamo del Hospital Sant Joseph. Su madre Rosa White ha sufrido un terrible accidente y su estado es delicado...
-¿C... cómo dice? ¿Qué le ha pasado a mi madre?
-Señorita, sería bueno que se presentase lo antes posible... su madre... lo siento, de momento me temo que es un diagnostico reservado, el doctor Phillips le dará más detalles en cuanto le vea.
A la pobre Leslie le late el corazón rápida y dolorosamente, su cerebro intenta procesar lo que esa persona le acaba de decir, aunque se cuestiona si realmente su madre podría estar delicada ¿Y si es una broma de muy mal gusto? Pero tampoco puede dudar tanto, siente que nunca se perdonaría si su madre fallece y ella no estuvo a su lado.
Sin pensarlo más, decide ir hasta Chicago donde se encuentra ingresada su madre. Cuando finalmente se presenta en el Hospital Sant Joseph es dirigida a la habitación y para su sorpresa se encuentra con Bruce Leagan, su novio.
-Leslie, cariño. Qué bueno que has podido llegar
-Bruce...
Logra pronunciar con su voz ahogada por las lágrimas y lo abraza
-Bruce... ¿Cómo está mi madre? ¿Qué ha pasado?
-Lo siento cariño... lo siento mucho
Le dice tiernamente a la vez que deposita besos sobre su cabeza, quisiera evitarle ese mal momento al que se tiene que enfrentar, pero es algo inevitable. Un poco más confortada se separa de él y termina de acercarse a la cama para observar a su madre.
Ella respira con dificultad, tes pálida y varios cardenales por su rostro y cuerpo. El corazón se le estruja a Leslie ante la imagen de su madre de esa manera y su mente no puede comprender por qué le han hecho tanto daño. Según el informe que le dijo el doctor, Rosa había sido azotada repetidamente con algún objeto contundente, por lo que tiene varias costillas fracturadas y una contusión cerebral.
De presto la tranquilidad de la habitación es interrumpida abruptamente por la llegada de una mujer mayor vestida galantemente. Su mirada es feroz, y entre sus arrugas se puede percibir claramente cuán enojada está, pero lo acentúa dando un golpe fuerte al suelo con su bastón y les ordena a los guardaespaldas que vienen con ella.
-¡Desconecten todo y saquen inmediatamente a ésta mujer de aquí!
-¿¡Qué!? Señora Eliza, no puede hacer eso usted
-¡Cállate! Puedo y lo haré
Leslie se queda atónita ante el despotismo de la anciana, intenta evitar que esos hombres le quiten el sustento vital a su madre hasta que su novio decide intervenir
-Abuela, por favor... no hagas ésto
-¡Silencio Bruce! Te advertí claramente que debías mantenerte alejado de esa mujer y me desobedeciste deliberadamente
-Abuela, no puedes decidir por mí y de quién me enamoro. No estamos en el siglo XV, por favor sé racional
-¿Racional? Me parece que el único aquí que no es racional eres tú. Nunca permitiré que te involucres con esa mala sangre ¡No lo permitiré! Y si para ello debo tomar medidas extremas lo haré. No permitiré que aún muerta, la mala estirpe de esa Candy termine de quitarme lo único que me queda
-Pero abuela...
-¡Silencio! Ya está decidido. Viajarás a Escocia y te casarás con la mujer que se te ha escogido. Y no quiero oír más tonterías ni rebeliones. Ahora, llévenselos a los dos; hoy será el día en que desaparezca de la faz de la tierra toda la descendencia de porquería de Candy
Sentencia la anciana y se da la vuelta para salir de esa habitación, tras ella los guardaespaldas traen a la fuerza a Leslie y Bruce. La joven no da crédito a lo que está viviendo. Sabe que la abuela de él no la quiere, por eso han mantenido su noviazgo a escondidas, pero nunca se imaginó que el desprecio llegase hasta ese extremo.
A Bruce lo llevan a la mansión y lo encierran en su alcoba, mientras tanto que a la chica la llevan a un hangar abandonado. La atan de manos y pies, le amenazan que por más ayuda que pida, nadie llegará en su auxilio. Finalmente aparece la anciana nuevamente y su voz irritada se deja oír
-¿Todavía sigue viva? ¿¡Qué están esperando para deshacerse del cadáver!?
-¡¿Cadáver?! ¿Por qué señora Eliza? ¿Qué he hecho para que me odie tanto?
-Tu mera existencia me recuerda a ella, y desde que esa mujer llegó a la mansión sólo trajo tragedias a la familia.
-No... no sé de qué habla señora... creo que se confunde, ha sido mi abuela quien ha sufrido desde que llegó a éste lugar
Dice Leslie para defenderse y aclarar que quién realmente ha sido la victima todos éstos años ha sido su abuela Candy; eso no hizo más que aumentar la cólera de Eliza
-¡Cállate! Eres igual de insolente que tu padre, pero tienes la misma mala sangre que Candy, todo lo que toca y ama lo destruye. Primero fue Anthony, luego Terrence y también mi hermano y mi marido; todos... todos los hombres se volvían locos por ella nada más conocerla; así que no ¡No permitiré que destruyas al único y verdadero heredero de los Andrews!
-Señora, pero yo amo a Bruce
-¡Insolente! ¿Cómo te atreves a decir eso? Sólo lo haces para causar daño, pero no lo permitiré. Mi sobrino es joven y tonto, por lo que no ve el verdadero peligro que representas. Así que te eliminaré de una vez y para siempre, así como lo hice con tu abuela y tu madre...
-¿¡Qué!? ¿Cómo dice?
-Por fin eliminaré de una vez y para siempre la maldición que ha sido Candy en mi vida. Y si para ello tengo extirpar todo su linaje, lo haré. Para que no quede rastro de su existencia y nadie más la recuerde y mencione nunca más
-¡Vieja infeliz! Usted... usted le hizo daño a mi madre y mató a mi abuela ¡La denunciaré a la policía! ¡Debe pagar por su delito!
-Tu linaje inmundo estaba destinado a desaparecer, no me culpes, simplemente te estoy haciendo un favor lanzándote a los brazos de la muerte. ¡Adelante, acaben con ella!
-Sí señora.
Aceptan los hombres la orden y se acercan a la joven para ejecutarlo, la chica se niega, una corriente de adrenalina atravesó su cuerpo, ellos la van a matar.
-No... no... no quiero morir... esa vieja es mala... ¡Ésto es injusto!
-Será mejor que te calles y no gastes más energía…
-Cierto... ya escuchaste a la señora. Reza tu última plegaria... ha, ha, ha
Leslie palidece... parece que no puede evitar su inminente final. Sus ojos refulgen por la rabia y en su mente lo único que gobierna es el deseo de sacar todo a la luz y que esa anciana pague por haber matado a su abuela y a su madre. Si tan sólo pudiese liberarse y salvar su vida; el hombre la apunta con un arma muy cerca
-¡Merezco justicia! Si tan sólo pudiese hacer justicia, lo haría. Nosotras no merecemos todo éste maltrato
-Muy bien... que tengas mejor suerte en la otra vida
¡Bang!
Y en toda la estancia se hizo el eco cuando se disparó el proyectil. El cuerpo de la joven se desploma al suelo.
Por lo que repite nuevamente la maniobra hasta que finalmente la reanima
Última edición por Cherry Cheddar el Jue Abr 14, 2022 1:03 pm, editado 4 veces