"Sueño de Ballet"
Capítulo 5
Una nueva semana empezaba, y para algunas personas era solo una semana más, en la que se tenía que seguir con las mismas rutinas del diario. Pero para Candy, era muy diferente porque esa semana, era el comienzo de esforzarse para lograr su sueño que tanto anhelaba, y aunque ella aún no lo sabía también sería el comienzo de grandes cambios en su vida.
-¡Candy! ¿qué haces despierta tan temprano? pensé que ibas a dormir un poco más -preguntó Paulina al ver a Candy entrar a la cocina tan de mañana.
-¡Buenos días nana! traté pero no pude, pensar que hoy es el gran día de empezar mis clases, me ha puesto ansiosa que se me quitó el sueño, y mejor bajé para ayudarte un poco -le dijo Candy empezando a colocarse un mandil.
-¡Pero mi niña, ya no tienes porqué hacerlo!, de ahora en adelante Andrea y Sofi me ayudaran a preparar los pedidos -dijo Paulina afablemente a Candy
-Nana, lo hago con mucho gusto, y siempre que pueda lo haré -dijo Candy sonriendo
-¡Bien, pues manos a la obra! -dijo Paulina empezando a mezclar algunos ingredientes en la licuadora, mientras Candy empezó a amasar levemente una masa de harina que estaba sobre la mesa.
Después de algunas horas, Candy bajaba del auto de Tom al llegar a la Academia, y quien muy amablemente le abrió la puerta.
-¿Vas a estar bien Candy? ¡Aún es muy temprano! -le dijo Tom al ver la hora en su celular.
-¡Claro que sí Tom! ¿Sabías que la puntualidad es muy importante? habla muy bien de ti,...pero anda no te atraso más y gracias por traerme -le sonrió la rubia
-No es nada Candy, vendré por ti al mediodía -dijo Tom sacando las pertenencias de la rubia del asiento trasero.
Al entrar al edificio, Candy vió de que ya habían algunas chicas en la Academia, también se percató que habían grupos de ellas por aquí y otros por allá, quienes conversaban y reían felices, dió un suspiro y pensó que le encantaría tener amigas así, pues había estado tan enfocada en ayudar a su nana Pony, que se olvidó socializar con chicas de su misma edad, se dirigió al tablero de información, para guiarse hacia dónde debía ir para llegar al salón de ballet de Samantha, al terminar de localizarlo se dio la vuelta rápidamente, y al hacerlo, chocó con alguien quien también se acercaba hacia donde ella estaba.
-¡Oh disculpame por favor! ¿estás bien? -se apresuró a decir Candy a la chica que acomodaba sus lentes
-Si, estoy bien -le contestó la castaña
-Lo siento mucho, fué muy tonto de mi parte girarme muy de prisa,...¡soy Candice White! -dijo la rubia extendiendo su mano
–¡Hola Candice, mucho gusto, soy Patricia O'Brien! y no te preocupes no es nada -terminaba de decir Paty, cuando alguien más que se acercaba le habló.
-¿Paty, pudiste averiguar en dónde queda el salón de Samantha?
-¡Aún no Annie, pero mira te presento a Candice! la acabo de conocer
-¡Hola mucho gusto Candice, soy Annie Britter! -dijo la pelinegra extendiendo su mano hacia Candy.
-¡Hola Annie, mucho gusto! pero por favor llamenme Candy, -dijo la rubia
-¡Bien, Candy será! -dijo la castaña sonriéndole
-¿Candy, también tomarás clases de ballet? -preguntó Annie al ver que cargaba una mochila que tenía unas zapatillas como logo
-¡Así es, y también me dirigía al salón de la maestra Miller! -respondió la rubia
-¡Oh que bien, nosotras también! podemos irnos juntas las tres si no te molesta por supuesto -dijo alegremente Paty
-¡Claro que no! vamos entonces -dijo Candy feliz
Al llegar al salón, Paty y Annie saludaron a Samantha con familiaridad, como si se conocieran, lo cual Candy notó. Samantha les dió la bienvenida a todas las chicas, luego les dió unos minutos para que se cambiaran al traje de bailarinas. Cuando todas estaban ya listas Samantha les dijo
-Bien chicas, primero quiero que entiendan que el ballet clásico es un mundo que exige entrega, sacrificio, y disciplina. Es una danza que tienen que resaltar con elegancia, fuerza, y sensibilidad, y para conseguirlo solo será con expresión corporal y técnica impecable, ¿entendido? -preguntó Samantha
-¡Si Miss Miller! -respondieron todas
-¡Bien, entonces tomen posición y empecemos! -les dijo ella
Después de una hora, Samantha les dió a sus alumnas un descanso de media hora. Candy, Paty, y Annie decidieron ir juntas a comer algo a la cafetería de la Academia, luego de pagar la comida, se sentaron en una mesa que estaba bajo la sombra de un árbol cerca de una fuente.
-Y cuéntanos Candy, ¿cómo es que te interesaste por el ballet clásico? -preguntó Paty
-Desde muy pequeña quise serlo, y fué tanto la insistencia de aprender que gracias a mi nana, tomé mis primeras clases de ballet, pero por motivos fuera de mi alcance, tuve que suspenderlas hasta el día de hoy que nuevamente se me ha presentado la oportunidad de continuarlas.
-Que bien que aún quieras realizar tu sueño, pero ¿dijiste nana? ¿y tus padres Candy? -la cuestionó Annie
-No, no los tengo, cuando yo era una recién nacida, mi verdadera madre me regaló a una mujer desconocida, y gracias a esa mujer desconocida que supo ingeniárselas para sacar adelante a una niña que no era suya, es por quien estoy aquí, cumpliendo mi sueño de llegar hacer una excelente bailarina,...¡mi nana Pony!, a quien quiero como si fuera mi verdadera madre -dijo Candy, abriendo su corazón a un par de chicas que recién conocía pero que sentía que podía confiar en ellas como si ya las conociera desde siempre.
-¡Oh, lo siento mucho Candy!, disculpa mi intromisión, no debí preguntar -dijo Annie apenada
-No te preocupes Annie, ya han pasado los años que ya no me afecta tanto como antes, cuando era más pequeña, siempre tenía la esperanza de que algún día mis padres regresaran a buscarme arrepentidos, pero nunca lo hicieron -agregó Candy nostálgicamente dando un suspiro.
-¡Oh Candy! cuanto lo siento, pero ahora ya no estarás sola, sé que cuentas con el amor de tu nana Pony, pero si tu quieres y nos aceptas como tus amigas, ahora también nosotras estaremos para ti, y siempre, siempre podrás contar con nosotras -le dijo Paty abrazándola quien sintió pena al escuchar el relato de Candy
-¡Oh Paty, por supuesto, me encantaría! amigas entonces -respondió Candy abrazando a ambas.
Las chicas continuaron conociéndose, y después de esa conversación, las tres se volvieron muy amigas, Candy había invitado a Paty y a Annie a que conocieran a la nana Pony, a lo cual a Paulina le dió mucha alegría que Candy encontrara buenas amigas, ahora Paty y Annie se habían comprometido en pasar por Candy para ir juntas a la Academia, y en los tiempos libres que podían, salían juntas al centro comercial, algún restaurante, ó a disfrutar de alguna película, o simplemente pasar una tarde divertida en casa de alguna de las chicas.
Continuará……
Nota ***Gracias por leer, también quiero hacerles saber que el capítulo 6 lo tengo en proceso y es en este donde sabremos el origen de Candy, tan pronto lo tenga listo lo subiré, gracias por seguirla***
Capítulo 5
Una nueva semana empezaba, y para algunas personas era solo una semana más, en la que se tenía que seguir con las mismas rutinas del diario. Pero para Candy, era muy diferente porque esa semana, era el comienzo de esforzarse para lograr su sueño que tanto anhelaba, y aunque ella aún no lo sabía también sería el comienzo de grandes cambios en su vida.
-¡Candy! ¿qué haces despierta tan temprano? pensé que ibas a dormir un poco más -preguntó Paulina al ver a Candy entrar a la cocina tan de mañana.
-¡Buenos días nana! traté pero no pude, pensar que hoy es el gran día de empezar mis clases, me ha puesto ansiosa que se me quitó el sueño, y mejor bajé para ayudarte un poco -le dijo Candy empezando a colocarse un mandil.
-¡Pero mi niña, ya no tienes porqué hacerlo!, de ahora en adelante Andrea y Sofi me ayudaran a preparar los pedidos -dijo Paulina afablemente a Candy
-Nana, lo hago con mucho gusto, y siempre que pueda lo haré -dijo Candy sonriendo
-¡Bien, pues manos a la obra! -dijo Paulina empezando a mezclar algunos ingredientes en la licuadora, mientras Candy empezó a amasar levemente una masa de harina que estaba sobre la mesa.
Después de algunas horas, Candy bajaba del auto de Tom al llegar a la Academia, y quien muy amablemente le abrió la puerta.
-¿Vas a estar bien Candy? ¡Aún es muy temprano! -le dijo Tom al ver la hora en su celular.
-¡Claro que sí Tom! ¿Sabías que la puntualidad es muy importante? habla muy bien de ti,...pero anda no te atraso más y gracias por traerme -le sonrió la rubia
-No es nada Candy, vendré por ti al mediodía -dijo Tom sacando las pertenencias de la rubia del asiento trasero.
Al entrar al edificio, Candy vió de que ya habían algunas chicas en la Academia, también se percató que habían grupos de ellas por aquí y otros por allá, quienes conversaban y reían felices, dió un suspiro y pensó que le encantaría tener amigas así, pues había estado tan enfocada en ayudar a su nana Pony, que se olvidó socializar con chicas de su misma edad, se dirigió al tablero de información, para guiarse hacia dónde debía ir para llegar al salón de ballet de Samantha, al terminar de localizarlo se dio la vuelta rápidamente, y al hacerlo, chocó con alguien quien también se acercaba hacia donde ella estaba.
-¡Oh disculpame por favor! ¿estás bien? -se apresuró a decir Candy a la chica que acomodaba sus lentes
-Si, estoy bien -le contestó la castaña
-Lo siento mucho, fué muy tonto de mi parte girarme muy de prisa,...¡soy Candice White! -dijo la rubia extendiendo su mano
–¡Hola Candice, mucho gusto, soy Patricia O'Brien! y no te preocupes no es nada -terminaba de decir Paty, cuando alguien más que se acercaba le habló.
-¿Paty, pudiste averiguar en dónde queda el salón de Samantha?
-¡Aún no Annie, pero mira te presento a Candice! la acabo de conocer
-¡Hola mucho gusto Candice, soy Annie Britter! -dijo la pelinegra extendiendo su mano hacia Candy.
-¡Hola Annie, mucho gusto! pero por favor llamenme Candy, -dijo la rubia
-¡Bien, Candy será! -dijo la castaña sonriéndole
-¿Candy, también tomarás clases de ballet? -preguntó Annie al ver que cargaba una mochila que tenía unas zapatillas como logo
-¡Así es, y también me dirigía al salón de la maestra Miller! -respondió la rubia
-¡Oh que bien, nosotras también! podemos irnos juntas las tres si no te molesta por supuesto -dijo alegremente Paty
-¡Claro que no! vamos entonces -dijo Candy feliz
Al llegar al salón, Paty y Annie saludaron a Samantha con familiaridad, como si se conocieran, lo cual Candy notó. Samantha les dió la bienvenida a todas las chicas, luego les dió unos minutos para que se cambiaran al traje de bailarinas. Cuando todas estaban ya listas Samantha les dijo
-Bien chicas, primero quiero que entiendan que el ballet clásico es un mundo que exige entrega, sacrificio, y disciplina. Es una danza que tienen que resaltar con elegancia, fuerza, y sensibilidad, y para conseguirlo solo será con expresión corporal y técnica impecable, ¿entendido? -preguntó Samantha
-¡Si Miss Miller! -respondieron todas
-¡Bien, entonces tomen posición y empecemos! -les dijo ella
Después de una hora, Samantha les dió a sus alumnas un descanso de media hora. Candy, Paty, y Annie decidieron ir juntas a comer algo a la cafetería de la Academia, luego de pagar la comida, se sentaron en una mesa que estaba bajo la sombra de un árbol cerca de una fuente.
-Y cuéntanos Candy, ¿cómo es que te interesaste por el ballet clásico? -preguntó Paty
-Desde muy pequeña quise serlo, y fué tanto la insistencia de aprender que gracias a mi nana, tomé mis primeras clases de ballet, pero por motivos fuera de mi alcance, tuve que suspenderlas hasta el día de hoy que nuevamente se me ha presentado la oportunidad de continuarlas.
-Que bien que aún quieras realizar tu sueño, pero ¿dijiste nana? ¿y tus padres Candy? -la cuestionó Annie
-No, no los tengo, cuando yo era una recién nacida, mi verdadera madre me regaló a una mujer desconocida, y gracias a esa mujer desconocida que supo ingeniárselas para sacar adelante a una niña que no era suya, es por quien estoy aquí, cumpliendo mi sueño de llegar hacer una excelente bailarina,...¡mi nana Pony!, a quien quiero como si fuera mi verdadera madre -dijo Candy, abriendo su corazón a un par de chicas que recién conocía pero que sentía que podía confiar en ellas como si ya las conociera desde siempre.
-¡Oh, lo siento mucho Candy!, disculpa mi intromisión, no debí preguntar -dijo Annie apenada
-No te preocupes Annie, ya han pasado los años que ya no me afecta tanto como antes, cuando era más pequeña, siempre tenía la esperanza de que algún día mis padres regresaran a buscarme arrepentidos, pero nunca lo hicieron -agregó Candy nostálgicamente dando un suspiro.
-¡Oh Candy! cuanto lo siento, pero ahora ya no estarás sola, sé que cuentas con el amor de tu nana Pony, pero si tu quieres y nos aceptas como tus amigas, ahora también nosotras estaremos para ti, y siempre, siempre podrás contar con nosotras -le dijo Paty abrazándola quien sintió pena al escuchar el relato de Candy
-¡Oh Paty, por supuesto, me encantaría! amigas entonces -respondió Candy abrazando a ambas.
Las chicas continuaron conociéndose, y después de esa conversación, las tres se volvieron muy amigas, Candy había invitado a Paty y a Annie a que conocieran a la nana Pony, a lo cual a Paulina le dió mucha alegría que Candy encontrara buenas amigas, ahora Paty y Annie se habían comprometido en pasar por Candy para ir juntas a la Academia, y en los tiempos libres que podían, salían juntas al centro comercial, algún restaurante, ó a disfrutar de alguna película, o simplemente pasar una tarde divertida en casa de alguna de las chicas.
Continuará……
Nota ***Gracias por leer, también quiero hacerles saber que el capítulo 6 lo tengo en proceso y es en este donde sabremos el origen de Candy, tan pronto lo tenga listo lo subiré, gracias por seguirla***