Esperamos les guste y lo disfruten.
Esta noche en particular envidio a la luna que altanera me mira desde arriba, hermosa y luminosa, de seguro tu haz de haber hecho algún invento tuyo para lograr que tenga ese esplendor mágico. Me recuesto sin quitarle la mirada, mis ojos van empañándose de a poco de lagrimas que no se han cansado de llorar tu ausencia. Es imposible que me acostumbre a la falta de tu esencia.
Cierro mis ojos deseando verte una vez más, oírte, hablarte… besarte. El sonido del mar oculta mis sollozos lastimeros, el dolor que siento son como garras que me desgarran desde el interior, dejándome apenas con un hilo de vida cayendo en un remolino interminable de inconsciencia.
Un haz luminoso envuelve todo de repente, aletargada me rehusó a reunir las fuerzas para abrir los ojos,
— Oye, creí que tenías ganas de verme, despierta perezosa.
Esa voz, no, no otra vez, no quiero que esto sea un sueño del cual deba despertar nuevamente a la realidad, una realidad donde él ya no existe porque se convirtió en polvo de estrellas. Tomó mi cabeza con ambas manos, no quiero saber nada, me rehusó siquiera a imaginarlo para después volver a perderlo.
Una cálida mano toma la mía. Esto no puede ser, he soñado infinidad de veces contigo y jamás me tocaste. Mi corazón palpita desesperadamente, reconoce tu esencia, aunque no seas real. Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es tu enorme sonrisa, tu mano aun sostiene mi mano y hay cierta electricidad en el ambiente.
Aquí estas frente a mi tan rozagante como te recuerdo, no has perdido la chispa de alegría que caracterizaban esos ojos marrones que tanto anhelaba volver a mirar. Tiras de mi mano en señal de que te siga, luces emocionado de mostrarme lo que nos rodea. De pronto frenas y te volteas, quedando justo frente a mí, me observas con esos ojos tan alegres y llenos de curiosidad,
—Te había estado esperando desde que llegue aquí, eres la única que puede entenderme y amarme de la misma forma.
Me siento ruborizada por tu confesión inesperada, sonrío y tu de igual manera. Te acercas lentamente para besar mi frente, me abrazas con tal fuerza que puedo sentir como las emociones recorren tu cuerpo. Me miras, pero esta vez tus ojos están cristalizados por las lágrimas,
—Son de felicidad, —aclara— no hubiese querido que fuera tan pronto, sin embargo, estoy feliz de que estés aquí ahora, conmigo.
—Pero Stear, cariño, esto es solo un sueño, realmente no estoy aquí, tendré que irme cuando tenga que despertar, y no quiero, no quiero de verdad —sollozo mientras llevo mis manos a la cara.
—Paty querida, —menciona mientras me mira con ternura— esta es tu realidad ahora, nunca más vamos a separarnos, viviremos en este mundo que he preparado para nosotros dos.
No entiendo muy bien lo que dice, pero le creo, le creo porque sus palabras son las únicas que pueden salvarme de la terrible realidad que me espera en la vida, sin su presencia, sin su sonrisa, sin él.
Te miro y sonrío, tu me devuelves el gesto y antes de seguir nuestra caminata, te acercas a mi y posas tus labios sobre los míos en un beso tierno y dulce pero intenso, lleno de un amor infinito y poderoso, un amor que traspaso los confines de la muerte y más allá.