Buenas tardes mis hermosas.
The Society of the Devil
Les presentamos dos capítulos totalmente diferentes de este pecado capital,donde los personajes principales son nuestros jefes hermosos. Este capitulo le corresponde a nuestro hermoso adonis Terrence Granchester.
Capitulo seis
Gula.
Escrito por Mía Granchester.
“La gula es la fuente de todas nuestras enfermedades. Como una lámpara se ahoga con una sobreabundancia de aceite y un fuego se apaga con un exceso de combustible,así se destruye la salud natural del cuerpo con la dieta intempe”.
Marion LeRoy Burton.
El alboroto en la oficina no era raro, siempre había personas que iban y venia, había gritos y pataletas de uno que otro rezagado que no había podido ir a su casa por quedarse a realizar trabajo extra en la oficina.
Para fortuna de nuestro dúo especial la situación había sido muy diferente, habían podido ir sus respectivas casas, disfrutar del calor de hogar, tomar una cena caliente y ser consentidos por sus seres queridos.
A muy temprana hora llego el llamado para Terrence y Neil, pero en esta ocasión había algo diferente que desconcertó al joven castaño.
—Buenos días Niel. Espero que hayas descansado un poco y que tu querido gato te haya mimado lo suficiente para que tengas las mejores ganas de trabajar.
—Deja de joder Granchester, es muy temprano, no te párese.
Una risa burlona salió de Terry..
—Es que te digo, ya es tiempo de que salgas y busques una novia o en su defecto, otro gatito.
—¡Vete al diablo! maldito engreído, ¿nunca vas a cambiar verdad Granchester?
—Es solo para que te relajes mi querido primo, ¡te veo muy tenso!
—Y tú, muy relajadito, se ve que mi querida prima te atiende muy bien—le dijo en doble sentido.
—¡Cállate idiota! Te he dicho hasta el cansancio que con Candy no te metas.
—¡Queee! Es solo para que te relajes, te veo muy tenso. —asevero Niel en tono irónico.
Terrence lo ignoro por completo, saco un cigarro, lo encendió y le dio una larga calada.
—Granchester, hay un nuevo caso. —musito Neil, sacando de sus pensamientos al castaño.
—Ya tienes todos los datos. —Exhala el humo, lo interroga Terry en tono serio.
—Aquí los tienes, amigo. —le entrego un papel con toda la información. —tienes que moverte rápido, acaban de reportar el hallazgo.
—¿Cómo que tengo que moverme rápido? y ¿qué hay de ti?
—Me fue designado otro caso. Tendrás que ir solo. —Afirmo Neil.
—¿Qué? ¿Quién te dio esa orden? Se supone que debemos ir siempre juntos.
—La orden llego de arriba, te quieren solo a ti en este caso y a mí en el otro.
—¡Malditos! les gusta explotarnos al máximo. —ingirió Terry
—Eso pasa por ser famosos en el departamento.
—Famosos y guapos. —Finalizo Terry. Neil solo sonrió por la ocurrencia del ojiazul.
Terrence toma lo necesario para salir a la escena del crimen. Toma el elevador que lo lleva al sótano donde están estacionados los autos de todo el personal de la corporación, aborda su vehículo e introduce en el GPS la dirección señalada.
Después de un rato, llega al lugar señalado, las cintas de plásticos delimitan el área acordonada para preservar la zona de los hechos, Terry lleva acabo una exploración ocular del terreno donde se encuentra el domicilio señalado. Un policía se aproxima a él.
—Señor Terrence, ya está dentro el patólogo forense.
—Muy bien. ¿Llegaron los demás especialistas? —interroga al policía
— El especialista en rastros, ya está dentro junto con el fotógrafo y pues usted viene en representación de la fiscalía y del departamento de homicidios entonces diría que estamos todos.
—¿Entonces que tenemos? —El castaño se frotaba las manos, el policía intuyo que era por la adrenalina de entrar a la zona del crimen, pero para Terry solo hacia frió.
—la víctima es del sexo femenino, de aproximadamente de cuarenta y cinco años, vive con su hija, pero ella esta fuera, la estamos localizando para ponerla al tanto de lo sucedido. La mujer que hace la limpieza salió a la lavandería, tardo cerca de tres horas en regresar al domicilio, ella fue la que encontró el cuerpo de la occisa.
—Correcto, entonces vamos adentro.
Terry camino hacia la entrada del edificio, tomaron el ascensor que los llevo hasta el piso donde se encuentra el departamento en cuestión. Caminaron por el pasillo, el castaño va analizando, paso a paso todas las características del lugar, cuando llego a la entrada se percató que la puerta no está dañada y la chapa no está forzada. La ruta de acceso de la escena de crimen tiene varios puntos que debe checar con calma.
Al entrar presta atención, todo se encuentra en su lugar y pulcramente en orden. Llega al epicentro del homicidio, el cuerpo de la occisa se localiza en el comedor, sentada en una de las sillas, su cuerpo desvanecido hacia el lado derecho sobre la silla que esta junto a ella.
Las orbitas de sus ojos desenfocados, su boca abierta, su rostro está manchado por restos de comida al igual que sus ropas y su cabello. Su vientre esta abultado de una manera no natural. El Castaño recuerda el tercer circulo en el infierno de Dante, “la gula” donde los glotones son tragados por un gusano de varias cabezas que significan los excesos del mundo. El mantel esta empapado por la bebida derramada y junto un gran plato volcado sobre la superficie de la mesa.
Terry observa con detenimiento todos los hechos, su cabeza es una maraña de ideas sobre lo sucedido.
—¿No tiene mascotas?
La pregunta no sorprende ni un poco al policía. —No señor. Al parecer no tiene.
Terrence asienta con su cabeza —Tomen las huellas dactilares del vaso, el plato y la cuchara, las puertas, en fin, de todo lo que nos pueda dar una pista, además busquen filamentos pilosos en el piso. —ordena al personal ahí presente, su vista se dirige hacia el forense y le cometa, —al parecer fue asfixiada con su comida.
—Puede ser una posibilidad, pero también pudo haber sido una bronca aspiración, al estar sola nadie pudo ayudarla, —Terry la escucha con atención. —Cuando le efectuemos la necropsia, nos daremos cuenta cual fue la causa de muerte, mientras tanto todo son conjeturas.
Terry observa el rostro de la mujer, la posición en la que sus manos se encuentran, su boca abierta “ Hay algo que no concuerda, si fuera bronco aspiración” piensa el castaño.
Comienza a recorrer el departamento, checando las posibles rutas de escape del sitio de los hechos, las ventanas dan al vacío, no existen salidas de emergencia y solo hay una puerta que sirve de entrada y salida. Sus pasos van encaminados a la entrada del departamento, en el trascurso del recorrido pregunta.
—¿Ya localizaron a la hija?
—Sí señor, está en camino.
— La mujer que hace la limpieza ¿ya está presentando su declaración? —interroga Terry al hombre junto a él.
—Ya está en curso, señor.
Entonces se escucha un forcejeo y unos gritos desgarradores.
—¡Déjeme! no me toque, ¡le digo que me suelte! ¡Mamáaa! ¡mamita! —decía la mujer en un grito.
La atención de todos los que ahí se encuentran, se concentra en una joven mujer. La actitud altiva y despreciativa con los elementos de policía y luego los lamentos de dolor, causa curiosidad en el castaño.
—¿Por qué la dejaron llegar hasta aquí? —Interrogo molesto Terry a los policías.
—Lo sentimos mucho señor, cuando llegamos bajo corriendo de la patrulla y no le pudimos dar alcance.
—¿Y los demás elementos por que no la detuvieron? —Terry con fastidio añadió. — Eso demuestra su ineptitud, siempre deben estar alerta a cualquier eventualidad. Saben perfectamente que se puede contaminar la escena del crimen.
—Los ojos del castaño escudriñaron a la joven mujer.
—Disculpe señorita, pero usted no puede estar aquí. —Le informa Terry a la mujer.
— No sea estúpido ¡Esta es mi casa! además ¿quién es usted para darme ordenes? ¡quítese de mi camino! ahí dentro ¡se encuentra mi madre muerta! —decía la chica fuera de sus cabales. Terry estaba acostumbrado a la reacción de los familiares, pero esta era algo peculiar.
Las manos del castaño toman los brazos de la chica, la sujetan con delicadeza, la mira a los ojos, con voz clara y sedosa le dice —comprendo su dolor, ¡de verdad lo siento mucho!, pero no puede entrar, —Hace una pausa. —entienda, solo estamos haciendo nuestro trabajo. —La joven se pierde en el azul profundo de los ojos de Terrence.
—Si…está bien entiendo. —expresa la mujer un poco aturdida.
—llévenla abajo y denle un poco de agua. Cuando este más serena, que vaya a rendir su declaración.
—A la orden señor. —responde el policía que esta junto a la chica.
Después de llevar acabo el peritaje correspondiente y levantar el cuerpo del lugar de los hechos, se sella el lugar, la vivienda queda bajo la jurisdicción del departamento de homicidios de la ciudad de Nueva York, nadie puede entrar hasta que sea liberada por orden de un juez.
Terry se dirige a su oficina para empezar a armar el rompecabezas de este caso. Hay muchas partes que no concuerdan, espera tener pronto los resultados de la necropsia para saber si realmente está en lo cierto y fue un homicidio y no un accidente.
Terrence, después de estar un rato en su oficina checando los reportes de los peritos y las fotografías del lugar de los hechos, sabe que algo le falta, entonces se pone de pie, toma su saco y sale a toda prisa del lugar, rumbo a la central de seguridad y protección ciudadana de la urbe. En el trayecto se coloca sus manos libres en el oído, por mando de voz hace que su dispositivo electrónico realice la llamada.
—Buenas tardes señorita, me comunica con el señor David Johnson, de Terrence Granchester, abogado de la fiscalía del departamento de homicidios.
—Al momento señor. —Después de unos instantes, se escucha la voz de un hombre del otro lado de la línea.
—En que lo puedo ayudar, señor Granchester.
—En unos momentos llegare a la central, necesito que me facilite unas grabaciones.
Al llegar Terry es recibido por el señor Johnson, quien lo dirige al área especializada para estos casos. En el lugar lo espera un operador de las cámaras de vigilancia que está plenamente capacitado para realizar la actividad que va a llevar acabo.
—Haz todo lo que te diga el representante de la fiscalía, para que encuentren lo que desea —Le pide con autoridad el señor Johnson al operador.
—Sí, señor.
—Queda en buenas manos Granchester.
—Gracias señor.
Terry le explica al hombre lo que quiere que le muestre, posteriormente después de unas horas, su trabajo da frutos, encontró una parte, de lo que necesita en este rompecabezas. Tardan un par de horas para entregarle las grabaciones, cuando las tiene en sus manos, toma el camino de regreso a su oficina.
Al llegar al santuario de su trabajo, se escucha el timbre de su celular, con cansancio contesta la vídeo llamada.
—Hola amor, ¡te extraño mucho!
—Hola pecosa —Terry mira la cara de preocupación de su esposa —Yo te extraño más.
—Te ves fatal, mi amor.
—He dormido muy poco pecos
Un suspiro sale de los labios de Candy —¿Hasta cuándo vendrás a casa?
—Aun no lo sé, espero que pronto.
—Terry, no vivimos muy lejos, porque no vienes y descansa un poco, te hará bien.
—No puedo pecosa, tengo mucho que hacer y…—Es interrumpido por una voz fuerte, con autoridad.
—Haga lo que su esposa le pide Granchester. —En el quicio de la puerta se encuentra la fiscal.
—Señora buenas noches.
—Vaya a su casa, coma una cena decente, báñese porque apesta y descanse un poco, estamos a buen tiempo para presentar el caso en la corte. Y no acepto un “no” por repuesta.
Candy aún estaba en la llamada y escuchaba atenta toda la conversación, —Pero señora ya falta poco para dar con el culpable.
La voz de la mujer se escuchó con tono cansado. —Granchester, el cuerpo y la mente funcionan mejor si se tiene un descanso. Usted tiene metido aquí tres días, va a colapsar y entonces sí, se va el caso al “traste” eso es lo que quiere.
—No señora.
—Entonces vaya a su casa, lo veo mañana. —Concluyo la mujer.
Candy quedo satisfecha con la orden que le dieron a su marido. — Te veo en un rato amor. —Le contesto la rubia.
A Terry no le quedó más remedio que obedecer las órdenes de su superior e ir a su casa. Al otro día, ya más presentable Terry llego a su oficina, en su escritorio estaba el reporte del forense, toma la carpeta y comienza con la lectura, al terminar sabe cuál es el paso a seguir.
—Lo sabía, a la víctima la hicieron comer demasiado y después la ahogaron en su propia comida. Toma el teléfono y hace una llamada a la juez para que libere una orden de aprensión.
Llegada la tarde tiene a una mujer en el cuarto de interrogatorios, Terry se coloca frente a ella y comienza a realizar las preguntas de rutina.
—Su nombre es María Moore, vive sola, es migrante legal, trabaja en varias casas realizando labores de limpieza. Una de esas casa es la de la señora De Luca.
—Antes de contestarle, ¿quiero saber porque estoy aquí?
—Porque es sospechosa en el asesinato de la señora Grey de Luca.
—¡Noo!, ¡yo no la mate! —La mujer niega con su cabeza y sus manos las juntan enlazándolas y las lleva al pecho —yo no fui, yo solo hice mis labores como todos los días, —sus palabras salen aturdidas.
—¿Esta segura? Porque hay indicios que demuestran lo contrario.
—Mire señor yo soy una persona honesta, ¿Por qué le mentiría?
—Dígamelo usted. En su declaración dice que fue a la lavandería, duro ahí cerca de tres horas, y cuando regreso encontró el cuerpo de la señora Grey.
—Si señor, así fue.
—Entonces… porque regreso una hora después, de la que usted dice que salido del departamento. El empleado de la lavandería afirma que usted estuvo ahí solo una hora. ¿que hizo en las otras dos horas?
La frente de la mujer se llenó de sudor, esquivaba la mirada del castaño, —yo, yo, ¡le juro que no estoy mintiendo!
—Mire señora, parece que no entiende la gravedad de su situación. Todas las pruebas la acusan. Si no coopera con nosotros, su condena será mayor.
—¡Está bien!, ¡ESTA BIEN! se lo diré todo, todo.
—Sabia decisión, la escucho. —Terry se puso cómodo en la silla frente a la mujer, observo una esquina de la habitación, estaba al tanto que se estaba grabando todo el interrogatorio.
—Fui a la lavandería, entonces me sentía muy intranquila, nerviosa, porque tengo algunos días en abstinencia, sabe, —La mujer trago saliva, —yo consumo hierva o anfetaminas, no tenía dinero suficiente para comprarla, entonces fui a ver a mi distribuidor, para llegar a un acuerdo con él.
—¿Qué clase de acuerdo? —la interrogo Terry.
—Un acuerdo donde él me daría lo que yo necesito —Hace una pausa. —y yo le pago con… favores sexuales. —El castaño la veía sin expresión alguna en su rostro.
—¿Y llego a buen término su trato?
—Él acepto, me dijo que volviera por la noche.
Un suspiro de frustración sale del castaño, ─ el día del homicidio usted vestía un pantalón color negro y una chamarra deportiva en color gris con capucha. Estoy en lo cierto.
—Sí, esa es la ropa que traía ese día.
—¿Cuál es su altura?
—Un metro con setenta centímetros.
—y supongo ¿que su talla es mediana?
—Sí, así es.
Terry se quedó pensativo por unos minutos, le informo a la mujer. —Por ahora usted quedara en prisión preventiva, le aconsejo que contrate los servicios de un abogado, sino lo puede pagar, el estado le proporcionara uno de oficio. —Dicho esto Terry salió de la sala de interrogatorios, solo escucho el llanto de la mujer y sus lamentos.
Después de unos días Terrence ya tenía todas las partes del rompecabezas y las pruebas necesarias para llevar a juicio a la culpable del asesinato de la señora Grey de Luca.
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—Se abre la sesión, —Indica la juez, golpeo un par de veces su martillo contra la base de madera —que se presente la acusada, —De una puerta, sale la mujer custodiada por dos oficiales, la llevan hasta el lugar donde se encuentra su abogado. Este está de pie junto a su cliente, — el asunto a tratar en esta corte, es el homicidio de la señora Grey de Luca. ¿Cómo se declara la acusada?
—Inocente, su señoría. —Declara el abogado.
—Las partes deben presentar sus alegatos y testigos de forma adecuada, en tiempo y forma —asevero la mujer, —Puede comenzar el abogado de la fiscalía.
—Gracias su señoría. —Terry se pone de pie y comienza con los argumentos de apertura del caso, mostrando paso a paso las situaciones y evidencias que incriminan a la sospechosa, el abogado defensor hace su trabajo tratando de refutar las acusaciones hechas por la fiscalía.
Se presentan los interrogatorios y los contra interrogatorios a los testigos.
—Señorita María ¿Cuál era la relación que sostenían madre e hija? —La interrogo Terry.
—La señora Grey era muy dura con su hija, la señorita trabaja mucho. Cuando llegaba el día de pago, la señora le quitaba completa su paga y solo de dejaba lo indispensable para sus gastos.
—La señora Grey ¿tenía algún trastorno en su personalidad?
—Pues no sé si sea un trastornó, pero se la pasaba
constantemente dormida y cuando estaba despierta, siempre se le veía triste o ansiosa y otras veces de muy mal humor, además se daba unos atracones que daban miedo. Comía y bebía en exceso, entonces como no tenía ningún tipo de actividad física la señora subió mucho de peso y pues era un poco torpe con sus movimientos por su gordura. —Afirmo María.
—¿Qué hacia su hija ante la actitud de su mamá?
—Pues la señorita le insistió muchas veces que fueran a visitar un especialista, para que le ayudara con su problema.
—Y según su hija ¿Cuál era el problema de la señora Grey?
—Pues le decía que tenía una adicción crónica a la comida, como le decía —La mujer se quedó pensativa por unos instantes. —déjeme recordar…ya me acorde le decía que tenía gula.
—Se quiere explicar mejor. —Le pidió Terry.
—Los pleitos entre ellas eran muy fuertes, por el dinero y por la manera de comer de la señora. La señorita siempre le decía a su mama que era una tragona compulsiva, que le daba vergüenza, pero la señora la refutaba diciendo que era su obligación como hija proveerla de todo lo que necesitara y lo que más necesitaba era que la alimentara bien.
—Es todo por ahora, señorita María. —Le dice Terry complacido a la mujer.
La juez le pregunta a la defensa si quiere realizar algunas preguntas a la testigo, pero rehúsa hacer uso de su derecho.
Posteriormente llegan a manos de la juez los resultados de los estudios hechos por los peritos, son examinados a conciencia por la magistrada. —prosiga el abogado de la fiscalía.
—Gracias su señoría. Por favor. —Le pide Terry a uno de los encargados en la sala. se proyectan las imágenes de una mujer caminando por la calle hasta el edificio. Viste un pantalón negro y chamarra deportiva color gris, su cabeza la cubre con la capucha de la chamarra. Luego las imágenes de la misma mujer en el elevador del edificio donde vivía la víctima. Se detiene en un cuadro donde la mujer antes de salir del elevador voltea la cara hacia un lado, su rostro queda reflejado en el espejo del elevador.
Un murmullo se escucha por toda la sala, el rostro de la acusada se ve deformado por la sorpresa de lo que fue revelado. Posteriormente se escucha una grabación.
—¡Ya estas comiendo!
—¿Qué haces aquí? Deberías estar trabajando.
—Que comodidad la tuya verdad, ¡yo matándome en el trabajo! Y tú solo tragando, te has visto en un espejo ¡PARESES PUERCA!, pero te voy a ayudar a que te llenes de lo que tanto te gusta, abre la boca maldita, ¡ábrela! ¡ABRELA!
—¡LUISA ¡déjame, ¡déjame!
—¡Muérete! Maldita, ¡MUERETE! —Se escuchan ruidos de ahogamiento. —La hija de la mujer comienza a gritar.
—¡Noooo! Eso no es cierto, es una mentira, son pruebas fabricadas.
La juez golpea su martillo repetidas veces en la base de madera, —silencio, silencio. —Se dirige a la acusada con voz tajante. —Guarde la compostura señorita, de lo contrario será sacada de la sala y se le informara del resultado del veredicto por escrito.
La sala queda en completo silencio, la juez toma la palabra, —señorita Luisa de Luca, póngase de pie, —hay un silencio sepulcral en la audiencia, —Tomando en cuenta todos los testigos, las pruebas periciales y las grabaciones presentadas como prueba, se dicta el veredicto de esta corte. Siendo las doce cincuenta y siete del día, del mes de abril del año en curso y con fundamento en Código Penal en el libro segundo, titulo decimonoveno, en el artículo doscientos cincuenta y seis, se condena a la acusada ¡culpable! —Un grito desgarrador se escuchó por toda la sala.
—¡NOO!, nooo, ¡ella se lo merecía!, ¡ERA UNA BRUJA!, siempre abuso de mí, de una manera u otra siempre me utilizo, ¡SIEMPRE! —La joven se aproximó al estrado donde se encuentra la juez, los custodios la detiene, para que no llegue mas allá.
—¡SILENCIO! ¡silencio! —La juez golpea enérgicamente el martillo, le advierte a la acusada de manera cortante, su mirada es fulmínate—Esta es la última llamada de atención señorita de Luca, vuelva a su lugar de inmediato. —La mujer regresa a su lugar ayudada por los custodios.
La juez retoma la palabra. —Señorita de Luca, usted se dejó cegar por un sentimiento que la carcomió desde adentro, desde sus mismas entrañas, pudo enfrentar la demasía con templanza, paciencia y amor. —La mira con determinación a la chica, retoma la palabra y su voz retumba en toda la sala. — Se declara culpable, en la categoría de parricidio, a la acusada Luisa de Luca, por el asesinato en primer grado de la señora Grey de Luca. Siendo este, en razón de parentesco en línea recta ascendente, se le condena a cincuenta años de prisión, deberá pagar una fianza de quinientos veintinueve dólares en diez días hábiles, ¡se cierra la sesión!
Terrence queda más que satisfecho por la condena de la mujer, considera que estuvo a poco de culpar a una persona inocente, pero su perseverancia logro dar los frutos correctos.
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“Hay algo que no cuadra aquí, tengo que ir nuevamente al lugar de los hechos para verificar si no se nos escapó algo” pensó el castaño, sus pasos los dirigen hacia el encargado del edificio, le pidió las grabaciones del elevador y de las escaleras que llevan a los departamentos. Y ahí estaba la prueba que le hacía falta, entonces antes de marcharse el encargado le entrego una pequeña grabadora del tamaño de una usb, que había encontrado debajo de las escaleras unos días después el del homicidio. El hombre le aseguro a Terry que no sabía que era, pero que tal vez le podría servir de algo. Y fue una de las pruebas que ayudaron a condenar a la culpable.
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Espero que la lectura haya sido de su agrado
Gracias por acompañarme en este maravilloso viaje, que aun continua, con nuevas historias que traerán mis compañeras. No olviden dejar sus comentarios, ya que al final, se entregará una hermosa firma.
La edición de portada, es trabajo de Saadesa, gracias amiga.
Última edición por Inez Ruiz el Vie Abr 22, 2022 7:38 pm, editado 1 vez