Room Zero Parte 3
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Al ser reconocido por muchos y estar estos acostumbrados a verle en lugares públicos, la pareja compuesta por Terruce y Alistar que visitaba uno de tantos clubs exclusivos para caballeros en la ciudad de Nueva York también compartía una botella de champagne, invitación del militar para celebrar al actor que incluía a su repertorio un nuevo éxito en escena.
Los compañeros de parranda de Alistar, al percatarse que hacía años no se comunicaban los camaradas, continuaron la parranda en otro lugar y sin ellos que efectivamente muchas cosas querían saber el uno del otro; sin embargo, Terruce pintaba un gesto de asombro al escuchar de su pasado compañero:
— Yo te sigo desde que hiciste “Hamlet”.
— ¿En serio? —. Los ojos azules de Terruce estaban fijos en los negros de Alistar.
Éste, sonriente, y luego de ingerir un trago, contestaba:
— ¡Por supuesto! Y no te niego que me sorprendió dejaras a tu compatriota a lado por esta historia griega recientemente publicada.
— ¿Qué te puedo decir? Los directores se arriesgaron y yo con ellos.
— Un riesgo muy peligroso; no obstante, así como tus trabajos anteriores, fuiste un hitazo con Ares: el dios de guerra perdidamente enamorado de la belleza de Afrodita.
— Gracias — dijo Terruce esbozando una sonrisa. — Eso me complace. Aunque, me tienes sorprendido.
El actor tomó su copa de champagne y bebió conforme escuchaba:
— Sí; puedo imaginármelo. También de que quisieras saber de Candy.
— B-bueno, yo…
Ante la perspicaz observancia del moreno de gafas, el histrión casi escupe su trago. Empero, siguió atento a las palabras de Alistar:
— Bueno, mi amigo, con respecto a eso, lamento decirte que no sé.
— ¿Cómo? —. El gesto de Terruce se frunció.
— Para mi familia yo estoy muerto.
— Stear, yo… lo lamento. Sin embargo, llevas años viviendo aquí. ¿Ni por curiosidad te has acercado a Chicago?
— Una vez quise hacerlo. De hecho, hasta me monté en el tren, pero en Pensilvania me bajé y opté por regresar. Me dio miedo. La pasé mal en la gran guerra, Terry — explicó el moreno frente a los gestos confusos del actor que lo veía llevarse las manos al rostro.
Detrás de esas, Alistar recordó un poco de su cruel pasado.
— Bombas, balas, cuerpos mutilados, muerte, asesinatos, y yo… me convertí en un asesino.
— Stear…
— Maté, Terry. Tuve que hacerlo para sobrevivir, y hoy no puedo mirar a mi familia a la cara. ¡Es horrible!
Alistar se envolvió en desesperanza; y antes de que llamara la atención de los presentes, el actor pudo alcanzar el brazo de su vecino y volverlo a la realidad con su toque.
— Ya pasó, Stear.
— Sí, Terry; pero no en mi mente —, el moreno volvió a su calmada pose original para compartir: — La mayoría del tiempo es lo mismo. Revivo una y otra vez lo que sucedió. Muy pocas cosas me calman, ¿sabes? Tú eres una de ellas.
— ¿Qué dices?
— Ver tu rostro conocido, lo que vivimos en el colegio y verte actuando de muchas formas me hacen olvidar mis penas. Por eso no me he movido de aquí. No te vería tan frecuentemente si regreso a casa.
— Pero allá hay personas que te quieren.
— Ya no soy el mismo, Terry, y solo los haría miserables. Así que, por favor, guárdame el secreto y consigue obra rápido porque realmente me pongo mal.
De lo dicho seriamente por Stear, Graham también se quedó serio por milésimas de segundo. Al siguiente, tanto él como el moreno soltaron la carcajada.
Uno debido a los nervios por estar diciendo la verdad y el otro por la broma, como si una obra saliera tan fácil como una orden de panqueques, aunque… ¿qué tan cierto era que él, es decir, Terry, fuera precisamente la terapia de ese pobre hombre que tenía enfrente y que sí en su rostro se reflejaba los duros estragos de la guerra?
De nuevo !
Room Zero Parte Intro
Room Zero Parte 4
Última edición por Citlalli Quetzalli el Sáb Abr 08, 2023 9:41 am, editado 2 veces