¿Quién soy sin ti?
Art. Betty Graham
Capítulo VI
POV Terry
- ¡Hola Terrence!, adelante –
Quedo sorprendido. Susana se encuentra, sentada en la cama, con la espalda recargada en la cabecera y con una sonrisa deslumbrante. Se ve muy cambiada a la última vez, que la encontré. No esperaba verla así.
- ¡Ven Terry! - Me extiende su mano para que me siente a su lado.
- Susana yo…-
- Shhh no digas nada Terry, se lo que vienes a decirme-
- ¿Cómo? – Tomo su mano y me siento a su lado, confundido, por su actitud.
- ¡Si Terrence! Sé que Candy está aquí en New York y que, gracias a ella, estás de nuevo en pie. Dispuesto a recuperar tu vida y el lugar que perdiste en el teatro. Sé que solo ella es capaz de transformarte.
He aceptado que, yo nunca lo hubiera logrado, sé que no soy esa mujer, por la que estarías dispuesto a dar tu vida y sabes que, me alegro por ti. Estos meses que no supe de ti, fueron una agonía y cuando vi las noticias en los periódicos de tu fracaso en ese teatro de Rockstown, me sentí muy culpable.
Quiero recuperar mi vida Terrence. Me someteré a un tratamiento, para poder usar una prótesis. Mi madre y yo viajaremos a París. Me recomendaron una clínica, que se especializa en el cuidado y rehabilitación, para pacientes como yo, que tienen alguna discapacidad. Pondré todo de mi parte y ya no seré más una carga para ti. Quiero que seas feliz Terrence, no te detengas por mí. Y dale las gracias a Candy, nunca le he agradecido, el haberme salvado la vida, en aquella azotea, del hospital.
- ¡Susana! Yo te apoyaré económicamente, no te dejaré sola. Siempre estaré agradecido por haberme salvado la vida, eso nunca lo voy a olvidar- Tomo su mano para besarla.
- No te preocupes Terry, yo sé que en estos momentos no cuentas con los recursos necesarios. Un tío, hermano de mi difunto padre, se hará cargo de nosotras. Gracias a la venta de unas tierras de mi abuelo, y que por herencia le pertenecían una parte a mi padre, contamos con dinero suficiente, para el tratamiento y poder solventar nuestros gastos del viaje.
- Es verdad Susana, en estos momentos, no puedo apoyarte económicamente, pero en cuánto me recupere, yo te ayudaré y sobre eso no hay discusión. – Le digo en un tono decidido, dispuesto a no dejarla desamparada. Susana me estaba dejando libre y era una forma de poder corresponder a su noble gesto.
- ¿Terrence, puedo darte un abrazo? –Dice Susana, con los ojos llorosos.
Dudo unos segundos, pero acepto, es lo menos que puedo hacer por ella. Fue un corto abrazo, pero siento como el cuerpo de Susana se estremece ante mi contacto. Beso su mejía, y me levanto para retirarme.
No sin antes, volver a tomar su mano y mirarla a los ojos.
- ¡Cuídate mucho Susana! Y de nuevo, muchas gracias por todo ¡Que seas muy feliz! –
Mientras abría la puerta de la habitación de Susana, para salir. Creí haber escuchado un: ¡Te amo Terry! Sacudo mi cabeza, y no presto atención. Deseo salir corriendo de esa casa, para ir a contarle a Candy, que al fin somos libres, y podemos ser felices sin ningún remordimiento.
Cuando paso por la sala, Meredith se acerca a mí, para despedirme, me abre amablemente la puerta y me da las gracias por todo.
Realmente estaba muy impresionado, por la actitud de esa mujer, ya que hace unas cuantas horas, su actitud era muy diferente a la de ahora.
Al salir a la calle, tomo aire para respirar y decido correr. Esa sensación de libertad que siento, me da el impulso para ir de prisa y estar con mi amada pecosa.
**En casa de las Marlow: **
-Hiciste bien Susi, el duque fue muy explícito, si no cumplíamos con lo acordado, nos quedaríamos sin ningún apoyo económico, y tu oportunidad de recuperarte se habría perdido. -
- ¡Lo sé mamá!, ¡Pero yo lo amo!, ¿Que voy hacer ahora sin él? Lo deje libre, para irse con Candy. Ellos si podrán ser felices ¿Y yo que mamá? ¿Cómo hago, para sacarlo de mi corazón? –
- ¡Susana!, no me vengas con eso, lo que sientes por ese hombre, solo es obsesión ¡Tu no lo amas! ¡No te engañes! Y ya deja el drama para otro día, hay que preparar todo para irnos de aquí. Recuerda que mañana muy temprano, vendrán a buscarnos para llevarnos a el puerto. ¡Paris Susi! Y con todos los gastos pagados. Verás que una vez recuperada de tu pierna, podrás reconstruir tu vida, ya sea para tener de nuevo un papel en el teatro o encontrarte un buen partido. – Concluye Meredith Marlow, con una sonrisa de triunfo en su cara.
¡Flash back!
- ¡Duque de Grandchester!, ¿A que debo el honor de su visita?, pase por favor no se quede ahí parado ¡Susi!, ¿Mira quien vino a visitarnos? – Meredith, no cabía de la emoción. al ver a un hombre tan importante en su casa.
- Ya voy mamá- Susana se queda impresionada al ver a el padre de Terrence en su casa, se ilusiona en pensar que viene a pedir su mano, para casarse con Terrence.
- ¿Y Terrence también viene con usted duque? – Pregunta Susana muy emocionada.
- Escúchenme muy bien las dos, Terrence jamás debe enterarse de lo que vengo hablar con ustedes. Si yo me llegó a enterar que algunas de ustedes dos, cuenta lo que se dirá aquí, les juro que yo mismo me encargaré de destruirlas- Sentencia Richard Grandchester en tono autoritario.
Meredith y Susana, se miran la una a la otra asustadas. Richard Grandchester era un hombre, que, con su sola presencia, demostraba lo que era capaz de hacer. Sabían que era una persona de temer, y que tenía el poder para levantar o destruir a las personas.
Por lo que muy a pesar de los deseos de Susana, tuvo que renunciar a Terrence Grandchester su gran amor. Y no tuvo más remedio que aceptar la propuesta del Duque. Por lo menos ella obtendría un beneficio. Tendría la oportunidad de reconstruir su vida y si la suerte le sonreía encontrar en un nuevo país, un hombre que la amara, como nunca pudo hacerlo Terrence Grandchester.
Continuará....
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