Room Zero Parte 4
by
Lady Graham
. . .
by
Lady Graham
. . .
Haber sido por algún tiempo la celestina de los señores Ritz y Miller, tenía muy contenta a Candy; y mayúsculamente por haber ayudado al amor entre ellos.
Cumplida la misión de cortar un mechón y entregarlo, la rubia White se dispuso a salir de la habitación 105.
Por venir pensando en su última travesura, no se percató de la humanidad que llevaba rato esperándola recargado en la puerta de la habitación 103.
El pasillo estaba completamente a solas y en silencio, por ende, al escuchar su nombre, el grito de la enfermera retumbó por todo el lugar. Incluso las carcajadas del que era identificado:
— ¡Neil, bestia! ¡Me espantaste!
— ¡¿Tú?! Espantado el más peligroso de los fantasmas que hay en este lugar.
— No seas exagerado. Aquí no hay fantasmas.
— Pues tu rostro está igual de transparente que uno de ellos.
— ¡Es que me asustaste, tonto!
— Sí, porque vienes distraída pensando en…
— ¿Supiste que murió la señora Miller? — la voz de Candy sonó contristada. — El señor Ritz está devastado.
— Tú también lo estarías si se tratara del amor de tu vida, ¿o no?
Un profundo suspiro salió del ser de Candy, lo que consiguió lo siguiente:
— Prima, no dejes que te pase igual.
— ¿A qué te refieres?
— A que vivas algo similar a los señores Ritz y Miller. Que en el ocaso de tu vida decidas ser feliz.
— ¿Me lo dices tú que tampoco tienes planes para el futuro?
— Yo los tengo y los cumpliré una vez que haya cumplido con mi hermana.
— Neil —, Candy sonó compadecida, — no sabes cuándo será eso. Eliza puede pasar años en ese cuarto especial y…
— No me importa, Candy. Se lo debo por haber sido el responsable de que ella quedara como un vegetal.
— No te culpes más y presta atención a lo que te dicen los doctores.
— No. Ellos sugieren que le quite el respirador. ¿No te parece que ya le causé daño suficiente como para quitarle ahora lo único que le queda que es la vida?
— ¿Y no crees que tú ya has hecho más que suficiente por ella? ¿No crees que tomando esta decisión solo prolongas su agonía al saberte culpable e infeliz?
— Ya te dije cuándo voy a serlo, y lo haré con o sin ti.
Candy estaba a punto de replicar de nuevo cuando escuchó su nombre.
— El doctor Paterson la requiere. Han traído a un paciente en las más lastimosas condiciones. Lo encontraron tirado a un costado del contenedor de basura perteneciente al hospital central.
— ¿De quién se trata?
— El hombre no pudo decir su nombre. Solo con sus ojos expresa cuán asustado está.
— Está bien. Allá voy. Neil, ¿vienes conmigo?
— Primero me gustaría ir a saludar a mi hermana.
— Me parece bien. Te veo después.
A lado del mensajero, la rubia emprendió el camino.
En éste, ella se informó un poco más del recién llegado, deteniendo su andar de tajo al preguntar:
— ¡¿Lo pusieron en el Cuarto Cero?!
— Mientras se sabe quién es.
Las respuestas del enfermero llevaron a Candy a un pasado. Aquel donde Albert, herido, lo colocaron en el mismo lugar.
Por alguna razón, la rubia se llenó de escalofríos. Además de decirse:
— No, no puede tratarse del mismo. Albert, Archivald y la tía Elroy tienen dos años viviendo en Escocia, y en Chicago solo quedamos Neil y yo.
— ¿Cómo dice?
— Que no perdamos más tiempo y vayamos
Room Zero Parte 5
Última edición por Citlalli Quetzalli el Jue Abr 13, 2023 5:16 pm, editado 2 veces