Srt. Betty Graham
Me dio un sobre. Dentro, estaba una nueva licencia para manejar y un pasaporte, ambos con el nombre de Candy Grandchester.
"La fecha de nacimiento está equivocada."
Se recargó en su asiento, frotando su barbilla con su dedo. "No, no lo está. Tienes un nuevo nombre, una nueva fecha de nacimiento y una nueva vida." Me miró a los ojos. "Candice Rous White está muerta. Candy Grandchester es el único nombre que tienes ahora."
"No entiendo."
"Anoche, Neal Leagan fue arrestado con cargos de asesinato. Una mujer que coincidía con tu descripción y que llevaba tu identificación fue encontrada, golpeada y estrangulada. Su ADN estaba sobre ella."
Parpadeé y jadeé.
"Él está bajo custodia." Entonces sonrió. Una fría sonrisa aterradora que me recordó exactamente quién era él. "No llegará al juicio."
Empecé a temblar al procesar las palabras de Terry. Sabía que debería sentirme mal por Neal. Pero lo único que sentí fue alivio.
"¿Y la mujer?"
Sacudió su cabeza. "Una mujer no identificada. No preguntes."
Asentí, con un suspiro prolongado.
"No tienes familia, y como tú me dijiste, no conoces a nadie aquí. Tu antigua vida terminó. Eres mi esposa, y estarás a salvo. Él pagará por dañar lo que es mío." Y "Por lastimar a un inocente."
"¿Es -es eso lo que haces?" Pregunté. "¿Matar a aquellos que tú decides se lo merecen?"
"¿De verdad quieres saberlo?"
"Sí. Necesito comprender. ¿Estás con la mafia?"
"Todo lo que tienes que saber es que trabajo con una organización de considerable poder. Dirijo un equipo muy grande."
"Asesinas a personas. Eres un asesino —un matón a sueldo."
Se rio entre dientes, inclinándose hacia adelante, pasando un dedo por mi mejilla. "No, no soy un matón a sueldo. Ves demasiada televisión."
"No entiendo."
"Cuando tenía quince años, mi hermana fue raptada. Hasta entonces solo era un niño normal. Mi vida cambió de la noche a la mañana. Cada hora del día la pasé tratando de ayudar a mi padre a encontrarla. Mi mamá era una causa perdida, llorando y desesperada todo el tiempo."
Alcancé su mano. "¿Qué sucedió?"
Miró a nuestros dedos entrelazados y sonrió. "Mi papá era uno de los tipos buenos, ¿sabes? Un oficial de policía. Pero no tenía nada. Solo un montón de callejones sin salida. Incluso sus compañeros policías creyeron que ella simplemente se escapó. No había nota de rescate, nada."
"¿Pero ella no hizo eso?"
"No. Yo vi cuando ocurrió. Vi a los hombres que se la llevaron. Una noche me escabullí de la casa y fui a un bar. Mi amigo siempre estaba alardeando sobre la vida ilícita de su tío y sus vínculos con el mundo del hampa. Del poder que él tenía. Fuimos a buscarlo. Le dijimos lo que sucedió, y lo que vi. Me creyó."
Inhaló. "En resumen, la encontraron. La trajeron a casa. Incluso ayudaron con terapia para ella y mi madre. Y desde el día que la rescataron, juré que un día me convertiría en uno de ellos en gratitud."
"¿Qué pasó con tu hermana?"
"Annie estuvo en depresión por mucho tiempo. Pero recibió ayuda, y se casó con el amor de su infancia, que también resultó ser mi amigo que me llevó con su tío. Lo conociste—Archie." Sonrió. "Ella está protegida —igual que tú. Él moriría antes de permitir que algo le pase a ella."
"¿Y tus padres?"
Hizo una mueca. "Murieron en un accidente de coche que no fue un accidente. Se supone que yo estuviera con ellos, pero no me sentía bien y me quedé en casa. Albert vino por mí, me acogió y me convertí en parte de su familia. Cuando tenía dieciocho años, me ofrecieron un lugar en su organización. Era una oportunidad de eliminar del mundo a la gente que se aprovecha de los débiles e indefensos. Desarticulamos redes de pornografía infantil y esclavitud. Vamos tras traficantes, abusadores, acosadores y muchos otros."
"¿Tú eres juez, jurado y ejecutor?"
"Soy parte del equipo de investigación y, sí. Ejecutor. Una vez que están muertos, liquidamos sus bienes, y todo el dinero se va a un fondo que apoya a las víctimas. Si es posible, tratamos de unirlos con sus familias, nos aseguramos que reciban terapia, los ayudamos a recuperarse."
"Esas personas de la otra noche…"
"Les gustaba hacer adictos a las drogas a los niños que se escapaban de sus casas. Luego se las vendían. Y el hombre que era parte del equipo nos traicionó. Me traicionó." Su expresión era furiosa, una vez más el ángel vengador de la muerte. "No hay gris en esta área, Candy. Es blanco y negro. Él fue en contra de todo lo que representamos, y eligió el dinero sobre las vidas inocentes." Se recargó, cruzando sus piernas. "Y te amenazó."
"¿Alguna vez has… cometido un error?"
"No. Nunca. Tengo recursos y personas que se aseguran que nuestros blancos sean solo los tipos malos. La escoria de la humanidad. Libramos al mundo de ellos."
Mi cabeza daba vueltas. Terry se puso de pie, recargándose contra el escritorio. "Ese es el hombre con el que te casaste, Candy. No va a cambiar. No voy a cambiar. Tienes dos opciones."
"¿Y cuáles son?"
"No puedes irte. Esa no es una opción. Puedes quedarte aquí—y vivir una vida segura. Leer, trabajar en el jardín, cocinar, lo que tú quieras. Te instalaré en un departamento en la propiedad y garantizaré tu completa seguridad."
"¿Y qué recibes tú de ello?"
"La satisfacción de saber que salvé a otro inocente de que le ocurriera algo terrible."
"¿Y si quieres casarte con alguien más?"
"Esa no es una opción."
"¿Cuál es mi segunda opción?"
Se puso de cuclillas frente a mí. "Puedes unirte a mí en esta pelea, como Pony, Annie y Patty, ayudando a las personas que salvamos. Asegurándose que sean atendidos. Lo que quieras hacer." Inhaló profundamente. "Llegar a conocerme, Candy. Ser mi esposa en todo sentido de la palabra—estar conmigo, apoyarme. Tal vez aprendas a amar al hombre, no al trabajo. Podríamos tener una familia, si quieres. Creo que si te das la oportunidad, puedes ser feliz conmigo."
Tomó mis manos. "Algo ocurrió la noche que te encontré. Surgió en mí un instinto protector como lo que nunca había experimentado en mi vida. No podía soportar la idea de que algo te ocurriera." Cerró sus ojos. "Cuando agarraste esa arma para matarte, me sorprendí rogando por un milagro."
Me estremecí, pensando en esa noche.
"La elección es tuya. No voy a forzarte a nada. Si crees que puedes vivir con esta realidad, te prometo, que seré un buen esposo para ti." Se acercó, pegando su calor a mí. "Sentí algo muy intenso cuando te besé, Candy. Quiero besarte cada vez que te veo, si me dejas. Creí que tú también lo habías sentido."
"Así es."
Continuará......
Pd. Una disculpa hace rato me equivoqué colocando un capítulo repetido, pero ya está corregido...