Art.Betty Graham
Hizo una pausa, mirándome, luego agachó su cabeza y rozó sus labios sobre los míos. "Solo le muestro fortaleza a mi equipo, Candy. Aunque algunos son miembros de la familia, sigo siendo su jefe. Ellos no ven el lado privado de Terry a menos que se los permita—lo que es raro. Pero tú, amor, tú tienes todo de mí. Cuando estoy haciendo negocios, hago lo que tengo que hacer a fin de mantener mi rol, pero en privado, soy tuyo. Mi corazón siempre es tuyo, incluso cuando estoy en otra parte. No permitas que la fachada que tengo que utilizar te haga pensar de otra forma." Dejó otro beso en mi boca. "Nunca olvides lo que significas para mí. Siempre puedes hablar conmigo. Quiero saber lo que estás pensando y sintiendo.
Sus labios se curvearon. "A menos, por supuesto, que esté en una reunión y tú decidas entonces gritarme sobre no atinarle al cesto de la ropa sucia con mis calcetines."
Una pequeña risita escapó de mis labios. Él me sonrió en respuesta, para luego ponerse serio.
"Lo que hago es peligroso, "Candy. Es una de las razones por las que creí que nunca me casaría. No quería poner en peligro a nadie. No tenía ninguna debilidad de la que alguien se aprovechara. Pero tú cambiaste eso. Mi mayor miedo es que se sepan lo profundamente enamorado que estoy de ti, y te conviertas en un blanco por mí. Lo que hago, lo que mi equipo hace es un secreto tan bien guardado, que solo un puñado de personas sabe a ciencia cierta que somos reales. Hay habladurías y rumores, pero nada lleva a mí directamente. Quiero mantenerlo así, ahora más que nunca. Y tomaré todas las precauciones."
"Entonces, cuando sean negocios o en público, ¿serás distante?"
"¿Puedes soportarlo? ¿A sabiendas que lo hago por tu seguridad?"
"¿Y cuándo estemos solos?"
"Estaré cerca. Solo sé consciente de nuestro entorno cuando haya otras personas." Suspiró. "Como descubrí con James, existen aquellos en los que no se puede confiar."
"Entiendo."
"Aun así, todavía te ves muy triste."
"Me gusta tomar tu mano y besarte siempre que quiera."
"Puedes tomar mi mano. Puedo mantenerte cerca de mí. Eso parecería algo natural en mi mundo. Pero los besos, no."
"¿Me lo compensarás?"
Agachó su cabeza. "En toda oportunidad que tenga."
"Bien entonces."
La casa estaba con mucha actividad cuando llegamos. Me aseguré de seguir las señales de Terry cuando dejamos el avión. Me ofreció su mano para ayudarme a descender los escalones y una vez más para entrar en el coche, luego me quedé sentada mientras él hablaba con el conductor. Cuando entró junto a mí, llevó mi mano a sus labios elogiándome en un murmullo. "Esa es mi esposa."
Donald y Pony estaban ahí para recibirnos cuando llegamos a casa, nos abrazaron. Felix asintió, satisfecho con lo que vio. "Te ves bien, Candy."
Encontré la mirada divertida de Terry y sonreí. "Estoy bien."
"Trajimos la cena, para que no tengan que preocuparse por eso."
"¿Dónde está la señora Grey?"
Donald frunció el ceño. "Tuvo un ataque al corazón hace dos días, Terry."
"¿Por qué no se me informó?"
"Ella está bien y descansando cómodamente. Me suplicó que no arruinara tu viaje. Me dijo que nunca te relajas lo suficiente, y quería que estuvieras con tu pequeño ángel tanto tiempo como fuera posible. Acepté respetar sus deseos ya que regresarías hoy y ella estaba mucho mejor."
"Deberíamos ir a verla, Terry."
"Sí. En cuanto desempaquemos y nos instalemos. ¿Está recibiendo atención privada? ¿Hay algo más que necesite?"
"No, me aseguré que tuviera lo mejor de todo. No volverá a trabajar por un tiempo, e incluso entonces, será limitado."
"Tengo que contratar a una nueva ama de llaves."
"No, yo me haré cargo de la casa, Terry."
Frunció el ceño. "No quiero que hagas quehaceres domésticos, Candy."
Me eché a reír. "La señora Grey tiene un equipo que hace los quehaceres domésticos todas las semanas—ella los supervisa. Pero puedo cocinar y hacer las compras. Y cuando vuelva, puedo ayudarla." Puse mi mano sobre su brazo. "Me gustaría cuidar de mi esposo de esa forma."
Sus ojos brillaron bajo la luz y se agachó. "Serás bien recompensada, esposa."
Mordí mi labio e intenté no notar las sonrisas en los rostros de Donald y Pony.
"Lo espero con ansias."
La cena fue agradable, y comencé a relajarme. Terry no estaba ni de cerca igual de cariñoso, pero seguía cercano. Y supe que en cuanto estuviéramos solos, su lado tierno saldría con toda su fuerza. Tenía la esperanza que su lado demandante y posesivo también hiciera su aparición.
Él y Donald se escabulleron después de la cena para una rápida charla, y Pony y yo guardamos lo que sobró y bebimos un poco de café.
"Terry se ve muy feliz. Al igual que tú."
"Lo estoy. Espero que él también lo esté. Se lo merece," agregué en voz baja.
Me sonrió mientras me observaba. "Lo amas," declaró con una amplia sonrisa.
"Sí."
"Y él finalmente encontró el amor con alguien—tú."
Deslicé mi dedo sobre la madera oscura de la mesa. "Sí," respondí bajito. "Él me ama."
"Estoy feliz. Sé que no es una vida fácil la que él vive, Candy, pero contigo en ella, encontrará la felicidad."
"Gracias."
"Te tomará algo de tiempo adaptarte, pero estarás bien. Recuerda, el hombre que amas tiene muchos rostros, y aunque puede que no te agraden todos, él está ahí, sin importar qué. Creo que Terry será un buen esposo para ti."
"Lo es."
Inclinándose hacia adelante, palmeó mi mano. "Si hay algo en lo que pueda ayudarte, dímelo. Recuerdo lo abrumador que fue todo esto cuando me casé con Donald. Sabía en lo que me estaba metiendo, sin embargo, algunas veces amenazaba con abrumarme. Todo esto se te ha impuesto."
"¿Cómo lo manejaste?"
"Confíe en él. Aprendí cómo separar las dos vidas, y ser lo que él necesitaba que fuera en ambas. Él también tuvo que ajustar su forma de pensar, así que aprendimos juntos." Se rio entre dientes. "Tuvimos muchas discusiones impresionantes, y después, algunos momentos muy intensos de reconciliación."
Me uní a su risa. Luego me puse seria.
"A Terry le preocupa mi seguridad. Que pudiera convertirme en una debilidad para él."
Asintió. "Todos tienen ese temor. Donald, Archie, Stear. Imagino que dada la posición de Terry, sería mucho más. Sigue su guía, haz lo que te pida, y estarás bien."
"Él esperaba que pudiera trabajar con ustedes."
"Nos encantaría eso. Es muy gratificante ver lo que podemos hacer por aquellos que realmente lo necesitan. Un par de manos extra siempre es bienvenido."
Se puso de pie. "Concéntrate en tu matrimonio, y la casa por un tiempo. Puedo orientarte, y más adelante podemos hablar al respecto. Puedes hablar con Annie y Patty, y luego decidir."
Recogió su taza. "Te ves cansada. Ve a terminar de desempacar. Iré por Donald y enviaré a Terry arriba tan pronto como sea posible. Estoy segura que odia estar lejos de ti—incluso por poco tiempo."
Le sonreí con tristeza. Sabía que ya no podía tenerlo todo el tiempo. "Es momento de volver a la realidad."
Me abrazó, su suave aroma floral me envolvió, recordándome al gentil abrazo de una madre.
"Todo estará bien. Te lo prometo."
Subí las escaleras, esperando que ella tuviera razón.
Continuará....