Art.Betty Graham
Salió por la puerta, y me preparé un sándwich, suspirando en satisfacción cuando mordí el pan suave. Me comí dos sándwiches, me bebí un vaso grande de leche y me recosté, repleta.
"¿Mejor, bebé?" Le pregunté bajito, pasando una mano por mi estómago. Miré alrededor de la cocina con una sonrisa. "Ahora, si solo papi llegara a casa, sería perfecto." Bostecé, sintiéndome adormilada. "Tal vez una siesta ayudaría a pasar el tiempo."
~oOo~
Un par de horas más tarde después de una siesta, entré a la cocina, asustándome cuando vi a Jimy sentado a la mesa. Fruncí el ceño en confusión.
"¿Jimy?"
"Señora Grandchester."
Miré alrededor, insegura. "¿Estás bien?"
"Sí."
"Me pareció escuchar que el personal se fue."
"Lo hicieron."
Un escalofrío recorrió mi espalda. Me estaba mirando, la habitual expresión amigable en su rostro desapareció. En vez de eso, su rostro se veía imperturbable, en blanco. Incluso su voz era diferente. Ya no era suave o tímida, era fría.
Empecé a retroceder, y él se puso de pie. "No te molestes. John no puede ayudarte." Inclinó su cabeza. "Nadie puede ayudarte."
"¿Qu-qué?"
"He estado esperando esto. Sabía que era solo cuestión de tiempo hasta que me mostraras exactamente lo estúpida que eres."
Mi mirada dio vuelta a la habitación. No sabía qué estaba pasando. No comprendía.
"¿Es-estúpida?" Repetí.
"Dejarme entrar a tu casa. Eso fue todo lo que necesité. Pero entonces me diste un regalo. Dos minutos a solas en tu cocina. Solo se requirió de treinta segundos, y tenía todo lo que necesitaba."
"¿Lo que necesitabas?"
Levantó su mano. Un pequeño dispositivo estaba en su mano. "Tengo todos los códigos. Todas las puertas están cerradas. Todas las cámaras me pertenecen. Controlo todo." Su sonrisa me aterró. "Te controlo a ti."
"Yo-Yo…"
"Permíteme presentarme apropiadamente." Otra sonrisa malvada curveó su boca. "Después de todo, deberías saber el nombre del hombre que va a poner de rodillas a tu esposo." De detrás de su espalda, sacó un cuchillo.
Mi boca se abrió, pero no salió ni una palabra.
"Neal. Mi nombre es Neal Leagan . Y voy a matarte. Muy lentamente."
Su sonrisa malvada se hizo más grande.
"Y dejaré que lo vea tu esposo."
Me quedé congelada por el miedo, sus palabras haciendo eco en mi cabeza.
"Matarte. Lentamente."
"Dejar que tu esposo lo vea."
El hombre que conocía como Jimy me sonrió con frialdad al ver que mi horror aumentaba, mi mano voló a mi estómago en un gesto defensivo.
"Pero-pero Albert dijo que estabas muerto—tenían tu ADN…"
Levantó su mano, el espacio de sus dos dedos faltantes de pronto contaba otra historia. "Un pequeño precio que pagar." Se encogió de hombros. "Con un cadáver, algo de sangre donada y partes del cuerpo, y un trabajador de laboratorio fácil de sobornar — se puede hacer que cualquier cosa parezca diferente de lo que en realidad es. Como estar muerto — o asumir la identidad de otra persona viva por un tiempo y unos pequeños cambios a mi rostro, para no ser reconocido."
"¿De verdad hay un Tom ?"
Inclinó su cabeza. "Lo… había."
Pasé saliva ante su insinuación.
"Fue lo bastante amable como para compartir muchas historias de su esposa embarazada. Probaron ser invaluables. Estaba muy agradecido."
"¿Y?" Susurré.
"Le agradecí al matarlos a ambos rápidamente."
Agitó su mano como si no fuera gran cosa. Como si matar personas y remover partes del cuerpo no importara.
Con creciente horror, supe que ninguno de los dos lo era para él. Continuó como si solo habláramos del clima.
"Esta vez, puedo disfrutarlo. Tomarme mi tiempo. Qué placer va a ser destruir lo único que le importa a tu esposo. Quitarle las dos cosas que más aprecia." Su sonrisa se volvió tan perversa que debilitó mis rodillas. "Tendré mucha satisfacción. Realmente la espera valdrá la pena."
"Él te matará," lo amenacé violentamente. "No se detendrá hasta que te encuentre."
Se echó a reír, ni un poco preocupado. "Estará tan agobiado por el dolor y la ira que será un blanco fácil. Lo que no sabe es que su infierno apenas inicia."
"¿Qu-qué?"
"Iba a eliminarte y dejarlo sufrir. Pero no es suficiente. Voy a matar a cada miembro de su equipo, de su familia, y a cualquier otro que considere pudiera agradarle un poco. Y cuando no le quede nada y no tenga nada por lo que vivir, lo mataré. Cuando crea que ha sufrido suficientes pérdidas." Se echó a reír, el sonido era tan frío que me estremecí. "Y creo que necesita sufrir de verdad." Deslizó su arma en su bolsillo, y estiró su mano hacia atrás, sacando un cuchillo. El arma de apariencia letal destelló con la luz, con rastros de sangre en el filo.
Me aferré al respaldo de la silla para evitar caerme. Podía sentir que el color desaparecía de mi rostro, y mi estómago se apretaba. Tapé mi boca con la mano y corrí al fregadero, dando arcadas sobre él cuando el terror se apoderó de mí. Las lágrimas calientes se derramaron por mis mejillas y mi aliento salía en jadeos.
Grité cuando Neal me agarró por el brazo, su apretón brutal. Me arrastró desde la cocina, por el pasillo y al interior de la oficina de Terry. John estaba en el suelo, rodeado por un charco de sangre. Era obvio que había luchado con todas sus fuerzas pero perdió. Contuve las náuseas, girando mi cabeza y disculpándome con él en silencio. No éramos cercanos de la forma en que Felix y yo lo éramos, pero había muerto tratando de protegerme. Le debía al menos eso.
Neal me empujó en la silla de Terry, inclinándose sobre mí y escribiendo en el teclado, abriendo una pantalla.
"¿Sabe tú esposa lo que haces?" Pregunté, pensando en todas las historias que me había contado.
Se rio otra vez. "Eres tan crédula. No tengo esposa. Sabía que si te contaba mierdas de mi 'familia', te relajarías y confiarías en mí." Sacudió su cabeza. "Tuve que contenerme para no matarte la primera vez que te vi, pero esto es mucho mejor. Incluso si fue un fastidio tener que disfrazarme como alguien más y evitar a tu esposo y a ese puto cabrón guardaespaldas que tenías todo el tiempo cerca." Se acercó. "Solo para que lo sepas, también odio trabajar con la maldita tierra. Tienes que pagar por todo eso. Tú y tu jodido Terry." Presionó unas cuantas teclas más, abriendo la cámara de la computadora de Terry.
"Llámalo."
Continuará...