Betty Graham
"Albert tenía razón ayer cuando dijo que no podíamos vivir así para siempre, Terry. Por favor, es solo un viaje a la tienda de comestibles."
Consideró mis palabras, entonces asintió. "Bien. Felix nos lleva, e iremos a una tienda."
"Dos."
Estás probando mi paciencia, Candy."
"Terry, por favor."
Suspiró pesadamente. "Te daría el mundo si me lo pidieras, pero en vez de eso pides esto. Dejar la seguridad de la casa y ponerte en riesgo."
Rodé los ojos. "Albert tiene fotos de Neal en Francia, Terry. A miles de kilómetros de aquí. Dudo que él pueda ver el futuro y que de algún modo sepa que hoy estaría correteando por ahí en busca de mantequilla de maní."
Sus labios se crisparon. "Esto no es algo gracioso."
"Lo sé. Pero, en resumidas cuentas, no podemos quedarnos encerrados para siempre. Todos los demás han vuelto a sus vidas. Comprendo que están siendo muy cuidadosos, pero aun así, volvieron a su rutina. En algún momento, también tendrás que permitirme hacerlo."
"Hasta que lo atrapen o esté muerto, no dejarás esta casa sin que yo lo sepa, y con seguridad total, ¿entendido?"
"¿Pero podemos ir hoy? ¿Ahora?"
"Sí."
Arrojé mis brazos alrededor de su cuello, besándolo apasionadamente. Él me agarró por las caderas, pegándome a él. "¿Tal vez en unos minutos?" Bromeó contra mis labios.
"No. Cambiarás de opinión." Retrocedí, tirando de su mano. "Ahora."
Me dejó sacarlo de la oficina.
~oOo~
Terry pasó una mano por su cabello. "¿Estás seguro?"
Albert empujó una pila de fotos hacia él. "Confirmamos que Neal estaba en el edificio. Hubo un tiroteo y encontramos un cuerpo. Fue identificado como el suyo. Está muerto, Terry."
Terry ojeó las fotos, mirando fijamente las imágenes. "¿Hubo una prueba de ADN?"
"Eso tomará un par de días. Velo tú mismo, Terry. Es él."
"Se parece a él."
"Hubo confirmación visual de él entrando al edificio. Otra de él entrando al departamento. Nuestros hombres los seguían. Nunca se fue, y solo se encontró un cuerpo después del tiroteo. El suyo."
No vi las fotos. No tenía idea cómo era Neal Leagan y no me importaba. Estaba muerto.
Eso significaba que Terry y yo nos relajaríamos. La vida volvería a la normalidad—o al menos tan normal como podía serlo con Terry. Han sido seis semanas de estar atrapados en esta casa. Aparte de dos viajes rápidos a la tienda, no había podido conseguir que Terry moderara su constante vigilancia.
Pero ahora la amenaza había desaparecido. Era tiempo de seguir con nuestras vidas. Y dado las noticias que planeaba compartir con él más tarde, sería una doble causa de celebración.
Albert se puso de pie, agarrando la carpeta del archivo. "Tendré los resultados de ADN en unos días así que puedes relajarte, Terry. Podemos hablar del siguiente caso después que esto termine."
Por lo general, Terry se había quedado en casa. Se iba solo por un día o dos, y cuando no estaba, yo estaba rodeada por seguridad, y se comunicaba frecuentemente. Su sobreprotección me ponía nerviosa ya que me preocupaba que yo fuera una distracción, aunque él me aseguró que era capaz de encargarse de múltiples tareas. Tengo que admitir que me agradaba tenerlo en casa. Lo que hacía era peligroso y arriesgado, pero comprendía por qué lo hacía.
Terry acompañó a Albert a la puerta y regresó a la cocina. Le deslicé una taza de café, permitiéndole beber y pensar en lo que Albert le había dicho. Finalmente, habló.
"Nada cambia hasta que esté confirmado el ADN, Candy. Además, quiero estar seguro que nadie más está retomando su causa. Aún seremos cautelosos."
"Lo comprendo."
"En cuanto me sienta cómodo, Felix puede empezar a llevarte de nuevo a hacer tus encargos."
Suspiré y pasé una mano por mi cabello, alejándolo de mi rostro. "Terry, han pasado meses. Nadie me busca de mi antigua vida. Nadie me amenaza en mi nueva vida. ¿No puedo empezar a salir por mi cuenta?"
"Todavía hay riesgos. La respuesta es no." Su mirada se enterneció. "Sabes lo mucho que te amo, mi esposa. Necesito protegerte."
"¿Alguna vez cederás en esto?"
"Quizás, pero en este momento no."
Sabía cuándo no presionarlo. "Bien. Lo discutiremos más tarde." Me puse de pie. "Voy a preparar la cena. Me gustaría una noche tranquila con mi más relajado esposo, si eso es posible."
Me atrapó por la cintura cuando pasé junto a él, poniéndome en su regazo. Me besó—de forma prolongada, intensa y fervorosa. "Amo tu lado atrevido, Candy. Amo que me desafíes, aún si algunas veces me encabrona."
Devolví sus besos gustosamente.
"Me gusta desafiarte. Alguien tiene que hacerlo."
Se rio y besó la punta de mi nariz. "Las cosas mejorarán ahora. Una vez que esto esté cien por ciento confirmado, lo prometo, me relajaré."
Mordí mi labio y jugué con el cabello de su nuca. Le encantaba cuando hacía eso. "Bien. Te necesito relajado."
"¿Oh?"
Mi estómago revoloteó un poco cuando tomé su mano y la puse sobre mi abdomen. "Entiendo que ser papá es lo bastante estresante."
Frunció el ceño, confundido. "¿Ser papá? No soy…" Sus ojos se abrieron y bajó la vista a su mano. "Candy, ¿estás…? ¿Soy…somos?"
Asentí. "Sí, estoy embarazada. Sí, vas a ser papá, y sí, vamos a ser padres."
Su rostro esbozó una sonrisa, una verdadera. Sus ojos brillaron, y su alegría era evidente. Su beso estaba lleno de amor. "Candy, mi pecosa. ¿Primero, las noticias de que Neal ya no es una amenaza para ti, y ahora esto? Acabas de hacer este día el mejor de mi vida."
Se puso de pie, tomándome en sus brazos.
"¿Qué estás haciendo?" Jadeé. "Bájame."
Salió de la cocina, dirigiéndose a las escaleras. "No. Voy a llevar a mi esposa, mi hermosa esposa embarazada, arriba. Voy a prepararle un baño caliente, masajear sus hombros, y vamos a hacer planes para el futuro—para nuestro hijo y nuestra vida juntos. Luego, voy a hacerle el amor hasta que esté completamente saciada."
Me acurruqué en su pecho, sintiendo la felicidad y el alivio recorriendo mi cuerpo. "Eso podría llevarse algo de tiempo."
Él me sonrió. "Esperaba que fuera así."
"¿Estás seguro?" Terry frunció el ceño mientras hojeaba los papeles.
Albert sacudió su cabeza. "¿Qué más puedo darte para probarlo, Terry? Es su ADN. Neal está muerto."
Una oleada de alivio me inundó. Estas eran las noticias que habíamos estado esperando. Observé a Terry procesar la información. Lentamente, asimiló la realidad de sus palabras. La expresión de Terry se aclaró.
"La amenaza terminó."
"Sí. Tu equipo, tu esposa, y tu identidad están a salvo."
Continuará...