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Capítulo 5
—De qué hablas Neil, todo está bien conmigo.
—Vez ese es el primer problema, tú no me llamas por mi nombre siento que algo está pasando, y no tienes la confianza de decirme.
Por unos segundos Tom se detuvo a pensar que debía responder, la verdad no podía decirle; que caso tendría. Para Eliza, él no había significado absolutamente nada
Y decirle algo a su amigo significaba perder su amistad, aunque sabía bien que la mayor parte del tiempo estaba lejos de su hermana ella era su pequeña hermanita la persona por la cual tenía que ver y proteger en cierto modo.
—Bro, no pasa nada, creo que eso de ser detective te ha vuelto paranoico, estás viendo cosas donde no las hay es solo que…
Su madre recogiendo todo lo del desayuno volteó al escuchar que su hijo titubeó.
—Si es por mi que no puedes hablar Tom, me voy y los dejó hablar a solas.
—No, no mamá esta bien puedes escuchar, creo que es tiempo de decirlo.
—¿Qué pasa Tom? Pregunto preocupado Neil.
—Lo qué pasa es que me voy a vivir a Londres, un año he postergado mi decisión, el trabajo me tiene distraído, trabajar con tu tío es totalmente absorbente. No quería decírtelo mamá no se como lo vaya a tomar mi padre y Bro de verdad solo es trabajo te he llamado por tu nombre pues en algunas llamadas estaba acompañado tú sabes debo ser formal como me vería ahí diciendo Bro.
Soltó una carcajada Neil ante la declaración de su amigo. —Te vas a volver un viejo acartonado como todos esos empresarios “si señor, lo que usted diga señor” esa es una de las razones por las cuales decidí no seguir los pasos de mi padre, todo eso amargo su existencia y ve después la depresión tan tremenda en la que cayó que lo llevó a su muerte. Si esto es lo que quieres y te hace feliz, te deseo lo mejor amigo, será una aventura y tendré vacaciones gratis en Londres. —río.
—Hijo —mencionó su madre—. Estamos muy orgullosos de ti y todos tus logros, de antemano sabíamos que este día llegaría, lo esperábamos hace tiempo, estudiar negocios internacionales y quedarte a atender las caballerizas sería algo irracional de nuestra parte no lo crees. Tu padre entenderá y te apoyará, no te preocupes y no se, tal vez allá conozcas una linda chica —le cerró un ojo a su hijo en modo cómplice.
—Es verdad ya te estás quedando para vestir santos hermano. —Pero si tú no cantas malas rancheras diría mi padre, eso de ser un detective tan feo y tan pregunton seguramente te huyen todas las chicas. —Neil dio una sonrisa de lado recordando a alguien—. Uy esas risitas me dicen que por ahí hay alguien , ¿quien es? ¿Cómo se llama?
—No es nadie —Tom dio una palmada en el hombro de Neil— anda escúpelo quiero saber todo.
—Está bien se los diré, ella es una detective igual que yo, me gusta mucho pero sabes tenemos el mismo carácter, sólo flirteamos pero eso es todo no hemos llegado a más. Y muchas veces he pensado que si llegamos a más sería algo explosivo y se perdería esa química entre ambos.
—Y tú, por lo que veo, si estás decidido a irte es que no hay nadie importante para ti.
—No, no hay nadie importante y si la hubiera la invitaría a ir conmigo.
—Que te oyera tu padre te daría un zape en la cabeza, él te hubiera dicho que debes pedir matrimonio.
«Eso es lo que hice y qué pasó, todo se fue al carajo» pensó mientras su mamá seguía hablando. —Bueno chicos los dejo he terminado aquí, si tú y tu hermana necesitan algo solo llámame iré a comprar las cosas
para la cena —le dijo a Neil.
—Me alegra saber que estás bien Tom.
—A mi también me dio gusto verte para despedirme, parto en dos semanas.
Eliza se encontraba al otro lado de la puerta de la cocina, alcanzó a escuchar parte de la conversación de su hermano y Tom.
—Él se va —susurró para sí. «Que es este dolor en mi pecho» cuando los escucho levantarse de la sillas corrió en puntillas al jardín.
Decidió salir a caminar un poco, quizás un poco de aire la haría pensar con claridad.
«Eres un estupido Tom, por qué tenías que estar aquí estos días, todo se complica soy una estupida como pude permitir que él se enamorara de mi. Es solo que estuviste en el momento indicado cuando necesitaba a alguien. Después de nuestros primeros cinco encuentros juré no volver a verte, pero disfrutaba tanto estar a tu lado, sentir tus caricias y tu preocupación por mi.
Nadie antes me había cuidado de ese modo, no era solo sexo para ti, siempre fue algo más y fui tan tonta de no verlo a tiempo»
Siguió caminando y llegó a un pequeño lago donde observó la perenne belleza, ahí solía de niña pescar con su padre y sobre todo huir para estar a solas.
Eres bueno Tom, —Pensaba. No mereces a alguien como yo, fuiste eres y serás mi salvación, yo no quise utilizarlo pero siempre aparecías en el momento indicado. Recordó todo lo qué pasó el día de la muerte de su esposo James.
Eliza después de descubrir la traición de su esposo y madre se dedicó a indagar todos los movimientos de dinero e inversiones en la empresa. Le pidió ayuda a su tío Albert, él le recomendó a un auditor, lo llevó en secreto y no fue una sorpresa descubrir que tenía años malversando fondos de la empresa, era bueno tratando de esconderlo pero como todo delito el dejo su rastro.
No solo había sido eso sino que al informarle a su tío Albert, este mando a investigar más a profundidad a James Miller, no solo robaba, también lavaba dinero de narcóticos. El detective también le informó que en un bar fue visto varias veces con un hombre con el que después se iba a un hotel. Albert inmediatamente lo supo y habló con Eliza, debían informar a la policía todo sobre su esposo.
Ella le dijo que estaba bien y apoyó todo lo que decidiera hacer su tío. En ese instante ella empezó a llorar, su tío lo tomó como dolor; ella lloraba de rabia hacia él y su madre por su engaño y burla. Se prometió que pagaría con su vida. La visitó un detective y le hizo varias preguntas sobre su esposo y ella respondió llorando siempre, debían ver a la esposa lastimada y vulnerable era lo que pensaba mientras ya tenía un plan bien trazado para él.
Eliza planeó muy cautelosa todo lo que debía hacer, una mañana se vistió como si fuera una chica de burdel, se puso pupilentes de color, una peluca negra y fue al bar donde solía ir James, pudo ver cómo hablaba con el que parecía el dueño de aquel lugar, miró como le pasaban un sobre que por el tamaño supuso era dinero
—Así que de aquí es donde sale el dinero sucio y lo lavas en mi empresa.
Ella lo observó irse, Eliza pidió una cerveza más al bartender de la barra y se acercó a uno de los hombres fornidos de seguridad.
—Hola guapo —mencionó nerviosa—. No sabes si están contratando, me gustaría bailar soy streeper.
—Y estás dispuesta a que el jefe te haga una prueba —la miró de arriba a abajo.
Eliza no era una mujer despampanante pero tenía una cintura pequeña y sus curvas bien definidas.
—Pruébame.
—Está bien, vamos a su oficina él ahora está ocupado con alguien, pero estoy seguro le encantará una nena como tu, te llevare a su privado.
Eliza entró a una pequeña oficina donde puedo ver cajas con botellas de licor y unas más selladas y cerradas. Al entrar lo que llamó su atención fue en la pared una colección de armas.
—Vaya parece que al jefe le gusta jugar —señaló las armas la pelinegra.
—Uy si, son sus niñas y ama a cada una de ellas.
—Ya veo.
—Ey tú Davis, dos se están peleando ahí afuera necesitamos de tu ayuda. El guarura salió a toda prisa ante el grito de su compañero —Espera aquí y no toques nada, entendido.
—Claro que sí, seré una buena chica le guiño el ojo seductora.
Era el momento perfecto ella sacó unos documentos de su bolso, en ellos se mostraban cómo James no solo robaba a los Legan si no también al dueño del bar un tal García.
Cuando estaba apunto de salir corriendo se regresó y tomó una de las armas, era un revólver calibre treinta y ocho Eliza salió a toda prisa con la trifulca de la pelea fue fácil salir desapercibida llegaron a la oficina García y el guarura Davis.
—Dónde es que está la mujercita que decías quería empleo.
—¡Jefe se lo juro! aquí estaba yo la dejé.
Ambos hombres miraron hacia la pared y se dieron cuenta que ya no se encontraba una de las armas.
—¡Imbécil! cómo es posible que lo hayas dejado aquí sola, lárgate a buscarla no debe estar muy lejos.
García volteo a su escritorio y observó un sobre amarillo que llamó su atención.
—¿Y esto? —tomó el sobre entre sus manos y sacó los documentos que contenía, se dio cuenta que eran pruebas incriminatorias contra James, su cómplice en el lavado de dinero, cuentas bancarias y movimientos de dinero. Les había robado a él y a varios a varios integrantes más de la mafia.
Davis regresó —Lo siento jefe —mencionó—. ya no la encontré.
—No te preocupes no sé quién haya sido y qué cuentas tenga pendientes con James pero el cabrón me las pagara, lo que me ha traído bien vale que se quede con ese revólver, de todos modos si lo usa no tiene conexión conmigo sólo era un lindo recuerdo de alguien al que mandé al infierno.
Al principio Eliza no sabía cómo iba entregar en las manos de ese hombre las pruebas de que su esposo les estaba robando, sabía muy bien que si las hacía llegar con la persona indicada condenaría James a la muerte.
Si ella fallaba en matarlo seguramente ellos no lo harían.
Una mañana Eliza se puso muy cariñosa con James, aunque lo único que le causaba era repulsión.
—James anda por favor —pidió. Un día como hoy nos conocimos, se que no es nuestro aniversario de bodas, pero si de nuestro encuentro casual, fue el día que chocamos en el sendero en el que suelo ir a caminar lo recuerdas, sé que hace mucho tiempo no te pido nada pero me encantaría que fuéramos a ese lugar donde se dio el comienzo de nuestro gran amor.
Eliza sabía perfectamente que todo había sido planeado por ellos, seguramente. Y aunque al principio le llamó la atención no se enamoró; su madre la obligó a casarse con él. Engañandola que estaban en bancarrota y él sería su salvación.
—No lo sé Eliza, tengo nuevas inversiones todo el trabajo absorbe mi tiempo, llego muy noche y hay días que prefiero dormir en un hotel que llegar a la casa y molestarte.
—Lo comprendo perfectamente James y no te recrimino ni te estoy reclamando nada lo único que quiero es que nos veamos esta tarde, —pedía con una dulce voz—. Por favor llega a nuestro lugar secreto donde tú y yo nos conocimos es todo lo que pido, tomemos una buena copa de vino y platiquemos un poco y después puedes volver a tus actividades.
—Está bien Elisa —respondió, él sabía que desde hace mucho tiempo no complacía a su esposa y si eso era lo único que le pedía por qué no hacerlo. «Un tonto aniversario del día que nos conocimos qué estupidez» pensó James.
Esa misma mañana ella le marcó por teléfono a Tom.
— Hola Tom, ¿cómo has estado?
— No muy bien sin ti, te estado llamando varias veces y solo me mandas a buzón, pensé que ya no me ibas hablar.
—Es solo que tenía mucho trabajo, hay algunos problemas en el corporativo y situaciones sobre las acciones por la muerte de mi madre, ahora no se a quien se le van a quedar esas acciones, la lectura del testamento, son muchas cosas, discúlpame no quise hacerte sentir mal. Te gustaría que nos viéramos.
—No lo sé Eliza, estoy muy ocupado.
—Anda Tom, veámonos este día, hace mucho que no estamos juntos y tal vez sea el momento de aclarar algunas cosas entre tú y yo.
Esas palabras para Tom fueron esperanza a su corazón él sabía que estaba enamorado de ella y comprendía toda la situación sobre la muerte de su mamá pero también comprendía que era una mujer casada, y obviamente tenía obligaciones como esposa, él de tan sólo pensarlo e imaginarlo le carcomian los celos.
Tom llegó como las veces anteriores al Penthouse de Eliza entró al lobby del edificio, el security ya lo conocía muy bien y lo dejó pasar. Cuando Eliza abrió la puerta, esperaba por él con un con un ligero y negligge de encaje negro.
—Esperaba por ti —se dio la media vuelta en sus talones, camino seductora y se sentó sobre la counterTop de la cocina. El se quedó con la boca abierta cerró la puerta detrás de él y caminó lentamente hacia ella, para él verla de esa manera lo volvía loco, llegó hasta ella la tomó por la cintura y la pego hacia él besándola apasionadamente.
Así transcurrió parte del día Eliza abrió varias botellas de vino hicieron el amor en la cocina, en el sillón, en el jacuzzi y cuando lo vio agotado le dio una última copa de vino en la que puso un fármaco para dormir.
Sabía que dormiría unas seis horas profundamente, era el tiempo perfecto para ir con su esposo a verlo en el lugar acordado.
Se vistió con ropa deportiva y puso un abrigo que le había regalado su padre hace años. Conocía perfectamente el horario en que las personas en recepción del edificio cambiaban de turno, siempre dejaban el lugar solo treinta minutos al igual que en su tiempo de descanso.
Llegó al lugar acordado era un sendero profundo que daba vista al lago Michigan, nadie conocía su lugar secreto excepto su mamá y ella ya no podría decir nada.
—Lo siento querida me retrase un poco pero aquí estoy, tomemos esa copa de vino y me voy.
—Porque entre todas las mujeres del mundo me tenías que desgraciar la vida a mi, ya tenías a mi madre.
El hombre solo abrió los ojos con asombro ante su declaración.
—¡De qué hablas Eliza! —él se iba acercando cuando ella sacó del bolso de su abrigo el revólver que había robado.
—¡Eliza estas loca!
—No, estoy más cuerda que nunca, mi madre ya pagó y ahora es tu turno por todo lo que me han hecho —Disparó el arma dos veces.
Ella se alejó del lugar a toda prisa, toda la ropa deportiva que había usado era una ropa cualquiera se la quitó y se deshizo de ella.
En el descanso del segundo turno de seguridad llegó a su penthouse nadie la vio salir ni entrar, las cámaras de seguridad estaban siendo reparadas por una falla ocurrida una semana atrás que ella misma provocó.
Se desnudó, echó toda la ropa a la basura incluyendo los tenis, menos el abrigo que le regalase su padre. La nostalgia no se lo permitió.
Y desnuda se metió nuevamente en la cama con Tom, al poco tiempo él se despertó y la miró profundamente dormida. Una sonrisa se dibuja en el rostro de la pelirroja.
Abrazaba sus piernas recordando, hubo un momento en el que sintió culpa pero después de leer el diario, desapareció —Se lo merecían —mencionó en voz alta y el sonido de las pisadas sobre unas hojas secas la hizo voltear.
Continuará…
—Vez ese es el primer problema, tú no me llamas por mi nombre siento que algo está pasando, y no tienes la confianza de decirme.
Por unos segundos Tom se detuvo a pensar que debía responder, la verdad no podía decirle; que caso tendría. Para Eliza, él no había significado absolutamente nada
Y decirle algo a su amigo significaba perder su amistad, aunque sabía bien que la mayor parte del tiempo estaba lejos de su hermana ella era su pequeña hermanita la persona por la cual tenía que ver y proteger en cierto modo.
—Bro, no pasa nada, creo que eso de ser detective te ha vuelto paranoico, estás viendo cosas donde no las hay es solo que…
Su madre recogiendo todo lo del desayuno volteó al escuchar que su hijo titubeó.
—Si es por mi que no puedes hablar Tom, me voy y los dejó hablar a solas.
—No, no mamá esta bien puedes escuchar, creo que es tiempo de decirlo.
—¿Qué pasa Tom? Pregunto preocupado Neil.
—Lo qué pasa es que me voy a vivir a Londres, un año he postergado mi decisión, el trabajo me tiene distraído, trabajar con tu tío es totalmente absorbente. No quería decírtelo mamá no se como lo vaya a tomar mi padre y Bro de verdad solo es trabajo te he llamado por tu nombre pues en algunas llamadas estaba acompañado tú sabes debo ser formal como me vería ahí diciendo Bro.
Soltó una carcajada Neil ante la declaración de su amigo. —Te vas a volver un viejo acartonado como todos esos empresarios “si señor, lo que usted diga señor” esa es una de las razones por las cuales decidí no seguir los pasos de mi padre, todo eso amargo su existencia y ve después la depresión tan tremenda en la que cayó que lo llevó a su muerte. Si esto es lo que quieres y te hace feliz, te deseo lo mejor amigo, será una aventura y tendré vacaciones gratis en Londres. —río.
—Hijo —mencionó su madre—. Estamos muy orgullosos de ti y todos tus logros, de antemano sabíamos que este día llegaría, lo esperábamos hace tiempo, estudiar negocios internacionales y quedarte a atender las caballerizas sería algo irracional de nuestra parte no lo crees. Tu padre entenderá y te apoyará, no te preocupes y no se, tal vez allá conozcas una linda chica —le cerró un ojo a su hijo en modo cómplice.
—Es verdad ya te estás quedando para vestir santos hermano. —Pero si tú no cantas malas rancheras diría mi padre, eso de ser un detective tan feo y tan pregunton seguramente te huyen todas las chicas. —Neil dio una sonrisa de lado recordando a alguien—. Uy esas risitas me dicen que por ahí hay alguien , ¿quien es? ¿Cómo se llama?
—No es nadie —Tom dio una palmada en el hombro de Neil— anda escúpelo quiero saber todo.
—Está bien se los diré, ella es una detective igual que yo, me gusta mucho pero sabes tenemos el mismo carácter, sólo flirteamos pero eso es todo no hemos llegado a más. Y muchas veces he pensado que si llegamos a más sería algo explosivo y se perdería esa química entre ambos.
—Y tú, por lo que veo, si estás decidido a irte es que no hay nadie importante para ti.
—No, no hay nadie importante y si la hubiera la invitaría a ir conmigo.
—Que te oyera tu padre te daría un zape en la cabeza, él te hubiera dicho que debes pedir matrimonio.
«Eso es lo que hice y qué pasó, todo se fue al carajo» pensó mientras su mamá seguía hablando. —Bueno chicos los dejo he terminado aquí, si tú y tu hermana necesitan algo solo llámame iré a comprar las cosas
para la cena —le dijo a Neil.
—Me alegra saber que estás bien Tom.
—A mi también me dio gusto verte para despedirme, parto en dos semanas.
Eliza se encontraba al otro lado de la puerta de la cocina, alcanzó a escuchar parte de la conversación de su hermano y Tom.
—Él se va —susurró para sí. «Que es este dolor en mi pecho» cuando los escucho levantarse de la sillas corrió en puntillas al jardín.
Decidió salir a caminar un poco, quizás un poco de aire la haría pensar con claridad.
«Eres un estupido Tom, por qué tenías que estar aquí estos días, todo se complica soy una estupida como pude permitir que él se enamorara de mi. Es solo que estuviste en el momento indicado cuando necesitaba a alguien. Después de nuestros primeros cinco encuentros juré no volver a verte, pero disfrutaba tanto estar a tu lado, sentir tus caricias y tu preocupación por mi.
Nadie antes me había cuidado de ese modo, no era solo sexo para ti, siempre fue algo más y fui tan tonta de no verlo a tiempo»
Siguió caminando y llegó a un pequeño lago donde observó la perenne belleza, ahí solía de niña pescar con su padre y sobre todo huir para estar a solas.
Eres bueno Tom, —Pensaba. No mereces a alguien como yo, fuiste eres y serás mi salvación, yo no quise utilizarlo pero siempre aparecías en el momento indicado. Recordó todo lo qué pasó el día de la muerte de su esposo James.
Eliza después de descubrir la traición de su esposo y madre se dedicó a indagar todos los movimientos de dinero e inversiones en la empresa. Le pidió ayuda a su tío Albert, él le recomendó a un auditor, lo llevó en secreto y no fue una sorpresa descubrir que tenía años malversando fondos de la empresa, era bueno tratando de esconderlo pero como todo delito el dejo su rastro.
No solo había sido eso sino que al informarle a su tío Albert, este mando a investigar más a profundidad a James Miller, no solo robaba, también lavaba dinero de narcóticos. El detective también le informó que en un bar fue visto varias veces con un hombre con el que después se iba a un hotel. Albert inmediatamente lo supo y habló con Eliza, debían informar a la policía todo sobre su esposo.
Ella le dijo que estaba bien y apoyó todo lo que decidiera hacer su tío. En ese instante ella empezó a llorar, su tío lo tomó como dolor; ella lloraba de rabia hacia él y su madre por su engaño y burla. Se prometió que pagaría con su vida. La visitó un detective y le hizo varias preguntas sobre su esposo y ella respondió llorando siempre, debían ver a la esposa lastimada y vulnerable era lo que pensaba mientras ya tenía un plan bien trazado para él.
Eliza planeó muy cautelosa todo lo que debía hacer, una mañana se vistió como si fuera una chica de burdel, se puso pupilentes de color, una peluca negra y fue al bar donde solía ir James, pudo ver cómo hablaba con el que parecía el dueño de aquel lugar, miró como le pasaban un sobre que por el tamaño supuso era dinero
—Así que de aquí es donde sale el dinero sucio y lo lavas en mi empresa.
Ella lo observó irse, Eliza pidió una cerveza más al bartender de la barra y se acercó a uno de los hombres fornidos de seguridad.
—Hola guapo —mencionó nerviosa—. No sabes si están contratando, me gustaría bailar soy streeper.
—Y estás dispuesta a que el jefe te haga una prueba —la miró de arriba a abajo.
Eliza no era una mujer despampanante pero tenía una cintura pequeña y sus curvas bien definidas.
—Pruébame.
—Está bien, vamos a su oficina él ahora está ocupado con alguien, pero estoy seguro le encantará una nena como tu, te llevare a su privado.
Eliza entró a una pequeña oficina donde puedo ver cajas con botellas de licor y unas más selladas y cerradas. Al entrar lo que llamó su atención fue en la pared una colección de armas.
—Vaya parece que al jefe le gusta jugar —señaló las armas la pelinegra.
—Uy si, son sus niñas y ama a cada una de ellas.
—Ya veo.
—Ey tú Davis, dos se están peleando ahí afuera necesitamos de tu ayuda. El guarura salió a toda prisa ante el grito de su compañero —Espera aquí y no toques nada, entendido.
—Claro que sí, seré una buena chica le guiño el ojo seductora.
Era el momento perfecto ella sacó unos documentos de su bolso, en ellos se mostraban cómo James no solo robaba a los Legan si no también al dueño del bar un tal García.
Cuando estaba apunto de salir corriendo se regresó y tomó una de las armas, era un revólver calibre treinta y ocho Eliza salió a toda prisa con la trifulca de la pelea fue fácil salir desapercibida llegaron a la oficina García y el guarura Davis.
—Dónde es que está la mujercita que decías quería empleo.
—¡Jefe se lo juro! aquí estaba yo la dejé.
Ambos hombres miraron hacia la pared y se dieron cuenta que ya no se encontraba una de las armas.
—¡Imbécil! cómo es posible que lo hayas dejado aquí sola, lárgate a buscarla no debe estar muy lejos.
García volteo a su escritorio y observó un sobre amarillo que llamó su atención.
—¿Y esto? —tomó el sobre entre sus manos y sacó los documentos que contenía, se dio cuenta que eran pruebas incriminatorias contra James, su cómplice en el lavado de dinero, cuentas bancarias y movimientos de dinero. Les había robado a él y a varios a varios integrantes más de la mafia.
Davis regresó —Lo siento jefe —mencionó—. ya no la encontré.
—No te preocupes no sé quién haya sido y qué cuentas tenga pendientes con James pero el cabrón me las pagara, lo que me ha traído bien vale que se quede con ese revólver, de todos modos si lo usa no tiene conexión conmigo sólo era un lindo recuerdo de alguien al que mandé al infierno.
Al principio Eliza no sabía cómo iba entregar en las manos de ese hombre las pruebas de que su esposo les estaba robando, sabía muy bien que si las hacía llegar con la persona indicada condenaría James a la muerte.
Si ella fallaba en matarlo seguramente ellos no lo harían.
Una mañana Eliza se puso muy cariñosa con James, aunque lo único que le causaba era repulsión.
—James anda por favor —pidió. Un día como hoy nos conocimos, se que no es nuestro aniversario de bodas, pero si de nuestro encuentro casual, fue el día que chocamos en el sendero en el que suelo ir a caminar lo recuerdas, sé que hace mucho tiempo no te pido nada pero me encantaría que fuéramos a ese lugar donde se dio el comienzo de nuestro gran amor.
Eliza sabía perfectamente que todo había sido planeado por ellos, seguramente. Y aunque al principio le llamó la atención no se enamoró; su madre la obligó a casarse con él. Engañandola que estaban en bancarrota y él sería su salvación.
—No lo sé Eliza, tengo nuevas inversiones todo el trabajo absorbe mi tiempo, llego muy noche y hay días que prefiero dormir en un hotel que llegar a la casa y molestarte.
—Lo comprendo perfectamente James y no te recrimino ni te estoy reclamando nada lo único que quiero es que nos veamos esta tarde, —pedía con una dulce voz—. Por favor llega a nuestro lugar secreto donde tú y yo nos conocimos es todo lo que pido, tomemos una buena copa de vino y platiquemos un poco y después puedes volver a tus actividades.
—Está bien Elisa —respondió, él sabía que desde hace mucho tiempo no complacía a su esposa y si eso era lo único que le pedía por qué no hacerlo. «Un tonto aniversario del día que nos conocimos qué estupidez» pensó James.
Esa misma mañana ella le marcó por teléfono a Tom.
— Hola Tom, ¿cómo has estado?
— No muy bien sin ti, te estado llamando varias veces y solo me mandas a buzón, pensé que ya no me ibas hablar.
—Es solo que tenía mucho trabajo, hay algunos problemas en el corporativo y situaciones sobre las acciones por la muerte de mi madre, ahora no se a quien se le van a quedar esas acciones, la lectura del testamento, son muchas cosas, discúlpame no quise hacerte sentir mal. Te gustaría que nos viéramos.
—No lo sé Eliza, estoy muy ocupado.
—Anda Tom, veámonos este día, hace mucho que no estamos juntos y tal vez sea el momento de aclarar algunas cosas entre tú y yo.
Esas palabras para Tom fueron esperanza a su corazón él sabía que estaba enamorado de ella y comprendía toda la situación sobre la muerte de su mamá pero también comprendía que era una mujer casada, y obviamente tenía obligaciones como esposa, él de tan sólo pensarlo e imaginarlo le carcomian los celos.
Tom llegó como las veces anteriores al Penthouse de Eliza entró al lobby del edificio, el security ya lo conocía muy bien y lo dejó pasar. Cuando Eliza abrió la puerta, esperaba por él con un con un ligero y negligge de encaje negro.
—Esperaba por ti —se dio la media vuelta en sus talones, camino seductora y se sentó sobre la counterTop de la cocina. El se quedó con la boca abierta cerró la puerta detrás de él y caminó lentamente hacia ella, para él verla de esa manera lo volvía loco, llegó hasta ella la tomó por la cintura y la pego hacia él besándola apasionadamente.
Así transcurrió parte del día Eliza abrió varias botellas de vino hicieron el amor en la cocina, en el sillón, en el jacuzzi y cuando lo vio agotado le dio una última copa de vino en la que puso un fármaco para dormir.
Sabía que dormiría unas seis horas profundamente, era el tiempo perfecto para ir con su esposo a verlo en el lugar acordado.
Se vistió con ropa deportiva y puso un abrigo que le había regalado su padre hace años. Conocía perfectamente el horario en que las personas en recepción del edificio cambiaban de turno, siempre dejaban el lugar solo treinta minutos al igual que en su tiempo de descanso.
Llegó al lugar acordado era un sendero profundo que daba vista al lago Michigan, nadie conocía su lugar secreto excepto su mamá y ella ya no podría decir nada.
—Lo siento querida me retrase un poco pero aquí estoy, tomemos esa copa de vino y me voy.
—Porque entre todas las mujeres del mundo me tenías que desgraciar la vida a mi, ya tenías a mi madre.
El hombre solo abrió los ojos con asombro ante su declaración.
—¡De qué hablas Eliza! —él se iba acercando cuando ella sacó del bolso de su abrigo el revólver que había robado.
—¡Eliza estas loca!
—No, estoy más cuerda que nunca, mi madre ya pagó y ahora es tu turno por todo lo que me han hecho —Disparó el arma dos veces.
Ella se alejó del lugar a toda prisa, toda la ropa deportiva que había usado era una ropa cualquiera se la quitó y se deshizo de ella.
En el descanso del segundo turno de seguridad llegó a su penthouse nadie la vio salir ni entrar, las cámaras de seguridad estaban siendo reparadas por una falla ocurrida una semana atrás que ella misma provocó.
Se desnudó, echó toda la ropa a la basura incluyendo los tenis, menos el abrigo que le regalase su padre. La nostalgia no se lo permitió.
Y desnuda se metió nuevamente en la cama con Tom, al poco tiempo él se despertó y la miró profundamente dormida. Una sonrisa se dibuja en el rostro de la pelirroja.
Abrazaba sus piernas recordando, hubo un momento en el que sintió culpa pero después de leer el diario, desapareció —Se lo merecían —mencionó en voz alta y el sonido de las pisadas sobre unas hojas secas la hizo voltear.
Continuará…
Última edición por Saadesa el Vie Abr 28, 2023 5:01 pm, editado 2 veces
