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LEGADO GRANCHESTER.
CAPÍTULO 12.
PARTE 2
Pasada una hora exacta, Villers volvió a la sala de juntas. Candice ya no estaba sentada a la mesa, sino que estaba acurrucada en los brazos de su esposo en uno de los sofás.
Terius y Richard, se habían encargado de pedirle a Scott el guardaespaldas, que al nada más salir las señoritas del colegio, les confiscaran los celulares. Ya en la noche les darían explicaciones.
—A ese tal Cookie, lo quiero fuera del alcance de mi nieta. Cuando su tía muera, envíalo al extranjero, consíguele una beca de estudios o un trabajo, lo que sea, pero lo quiero a miles de kilómetros lejos de la niña—. Richard dio por zanjado el tema.
Lizzi tomó su lugar inicial para continuar— ¿Puedo proseguir? — Preguntó a todos.
—No—. Terius la detuvo, para luego exclamar —¡Tengo hambre! — Sacando sonrisas de los presentes, por su ocurrencia.
—Almorzamos a la una, le pedí a Sandra que mandara a pedir la comida a esa hora—. Habló Candice.
—Pero, ya es la una—. Afirmó, viendo la hora en su reloj de pulsera. Los golpes a la puerta, le colocaron una amplia sonrisa, donde mostró su perfecta dentadura.
—Sigues siendo todo un chiquillo—. Su abuelo trató de regañarlo, pero le fue imposible, pues en Terius, siempre encontraba gestos de Terry, y eso lo desarmaba.
Sandra ingresó y detrás de ella, dos muchachos más, quienes dejaron la comida sobre la mesa, que ya estaba despejada de todo documento.
Candice y Villers sirvieron el almuerzo, y durante esa hora, no hablaron nada de lo anterior, sino que disfrutaron de la comida, platicando de cosas sin importancia. Una vez satisfechos, Sandra acompañada de dos empleadas de servicio y mantenimiento, se encargaron de limpiar el lugar, y cuando se quedaron en privacidad, volvieron a lo suyo.
Richard tomó la palabra— Señorita Villers, ya conocimos la primera cara de la moneda, es momento de conocer la otra.
Ella se condujo con seguridad al hablar—Muy bien, como ustedes saben, el señor Neil Ligan se casó con Nancy, hija del señor Edward Mcgregor; pero cuando la familia acaudalada, se quedó en la ruina, él, la dejó. Y a la fecha, sigue el proceso de divorcio, pero me temo que la señora aun de Ligan, lleva las de perder, pues ahora sin dinero para poder pagar buenos abogados, ya no podrá pelear el ochenta por ciento de las acciones de “LiganMarineServices”, aunque ese es todo un lío, ya que dichas empresas portuarias, no solo pertenecen al señor Ligan, sino también a su hermana, Eliza Ligan.
Neil Ligan, al quedarse sin la fortuna de los Mcgregor, decidió buscar un pez más gordo, mucho más gordo, así que su amante en turno es la señora Susana Marlowe—.
Y de nuevo, ese silencio incómodo se hizo presente entre los presentes.
Villers continuo— Para Marlowe, ustedes son el principal enemigo, pero ella sola no se atrevería a actuar en su contra, de manera que se ha dejado manipular por el amante. Quién quiere desaparecer el imperio Granchester, para que MarloweChemicals, quede como la importadora y exportadora de productos químicos industriales, más grande a nivel mundial.
Por lo que, Susana hizo su parte, al llevarse producto de GAQUIM, Neil entró en la jugada, encargándose según él, de eliminar al ingeniero Terence, buscando con esto inestabilidad en la empresa, para tirar su última carta…
—Continúe por favor—. Richard le exigió con la furia ardiendo en sus ojos. Candice también quería saberlo todo.
—Con los puntos anteriores estamos claros, a excepción del último. Bueno, cuando MarloweChemicals, obtuvo el producto de GAQUIM, se movilizaron de inmediato pues, esa era la guinda que adornaría el pastel—.
Y en este punto, todos vieron a Terence, pero quien no dejaba de darle un gesto de reproche era Richard.
—Me dijo que sería en calidad de préstamo, porque necesitaba cubrir un pedido para una de las tenerías en Honduras—. Terry Les aclaró.
—Pues déjeme informarle que no hay ningún registro que validen sus palabras, me refiero a la parte en donde ella le pidió el préstamo—. Villers aseguró.
—Claro que sí, yo le reenvié el correo de solicitud, al jefe de operativo.
—Hackearon las cuentas, y borraron correos, controles de inventarios, entregas, despachos, todo lo borraron; incluyendo las grabaciones de las cámaras de seguridad —. Richard le hizo saber, pues el día anterior recibió el reporte del ingeniero de sistemas.
—¿Estás seguro? ¡¡¿Cómo fue posible?!! —Terence se puso en pie enfurecido.
Candice que había permanecido en silencio, finalmente le encaró —Así que a eso vino la Marlowe, aquella vez...
—Eso ya te lo había dicho—Él le aclaró.
—No lo hiciste.
—Claro que sí. Te lo conté una noche en la casa… Además, estoy seguro de que también le copié el email a Michael.
—No, ¡no me lo dijiste! —Candice insistió.
—A Ferguson no le enviaste ni mierda, el único que lo sabía era el encargado de operativo, pero el pobre, al perder todos sus respaldos, estaba hecho un manojo de nervios, que ni hablar podía cuando lo confronté—. Richard intervino.
—Señores, el punto aquí es, de que no existe nada que respalde la salida de su producto por petición de ellos—. Villers puntualizó.
—Bueno, si es tanto el lío, factúrenselo y ya—. Terius se atrevió en sugerir.
Richard se giró, ya estaba estresado—No tienes ni la mínima idea de lo que hablas Terius, en verdad, solo espero que aprendas de los errores que tu papá comete. Siéntate y escucha la mejor parte, porque estoy seguro de que la hay… Por favor señorita, continúe.
—Los Marlowe compraron un camión de segunda, en donde transportaban el producto de GAQUIM hacia la aduana de Nuevo Laredo, en Tamaulipas; pero aproximadamente diez kilómetros antes de llegar al puesto, dejaron abandonado el furgón. Nosotros llegamos a interceptarlo, antes de que se hicieran presentes los agentes policíacos. Lo llevamos a un terreno baldío, en donde procedimos a abrir el furgón, y como pueden ver en las fotografías, no iba más producto, que el de ustedes.
La señora Susana, le mintió—. Villers se lo restregó a Terence.
Y de nuevo, todos los ojos se posaron sobre el castaño, quién lucía un rostro cansado y agotado. Richard negó con la cabeza y soltó —Sabes que Honduras es nuestro territorio, y por muy buena oferta qué le ofrezca la competencia, siempre seremos su primera opción.
Los presentes, cada vez entendían menos lo que estaba pasando. Por lo que Villers continuo—Examinamos una a una las canecas y notamos que los marchamos estaban alterados. Pues los que vienen del país de origen son de color negro, y estos eran de un tono levemente más claro, como un gris. Así que abrimos una caneca, y nos llevamos un poco del ácido para hacerle unas pruebas, en donde el resultado arrojó que estaba mezclado con algún tipo de droga sintética. Seguimos haciendo las pruebas, obteniendo el mismo resultado con las cinco toneladas del ácido sulfúrico—. Si antes, los presentes estaban asombrados, ahora estaban perplejos y atónitos.
—Querían que nos cayera la fiscalía contra delitos de defraudación y contrabando aduanera— Richard concluyó.
—¡Maldita Susana! — Terry que ya estaba de pie, golpeó con fuerza una de las paredes.
—No sé qué haríamos sin sus servicios, señorita Villers—. Richard en verdad le agradeció. Pues gracias a su equipo de expertos, habían detectado todo a tiempo, truncando los planes de Ligan y Marlowe.
—Perdón, había olvidado mencionarles que la suma que recibió “el navajas” por envenenar al ingeniero, fue de cincuenta mil dólares, en efectivo—. La agente, empezó a guardar todos los documentos y fotografías esparcidas en la amplia mesa.
A Terius le sorprendió escuchar tremenda cantidad de dinero, sin embargo, a Richard le causo gracia, y no evitó soltar tremenda carcajada— Tan poquito vales querido hijo—. Le dijo a Terence, quién no ocultó su molestia por el comentario tan agrío.
—Dinero que obviamente salió de una cuenta personal de la señora Marlowe— Villers, les pasó una copia de un estado de cuenta.
Terius Alexander seguía completamente sorprendido, ante el mundo en el que se involucraba día a día.
—Si tuviéramos algo que demostrara que ella vino a pedir el producto, y luego lo alteró, sería el punto de partida para demandarlos—. Lizzi dijo para todos.
—Terence Graham Granchester Baker… Te paso esta, solo porque en ese entonces estabas bien zonzo, con lo que te estabas tomando. Porque de lo contrario, bien sabes que ya te hubiese botado un par de dientes—. Richard soltó con enfado a su hijo. A lo cual Terence no dijo nada, porque era consciente de que eso era verdad. Pero entonces fue cuando recordó algo…
—No todo está perdido—. Les dijo y sonrió como un loco desquiciado, se acercó y besó repentinamente a su esposa.
«¡Este ya se volvió loco!» Pensaron abuelo y nieto.
Entonces Terry retiró una fina y elegante pluma, que llevaba en la bolsa pequeña de su saco, se las mostró con adoración; en verdad lo creyeron demente, y se preocuparon, sobre todo Candy.
—Esta es una cámara que uso eventualmente, sobre todo cuando hago negociaciones muy importantes, me sirve para recordar bien los detalles acordados. Esa noche, la activé y grabé todo con Susana. Podemos ver el vídeo ahora mismo, Terius ve por mi laptop, por favor—. El joven castaño asintió, salió, y regresó pronto.
Instalaron el dispositivo y en cuestión de un par de minutos, vieron lo que ese día ocurrió. Si bien era cierto que a Candy no le agradó ver la parte donde Susana claramente se había echado el agua sobre la blusa, y había tomado a su esposo de una mano. Luego, se acercó a él y se disculpó, por haber creído que esa noche ocurrió algo más entre ellos. No sabía como enmendar sus errores, que como esposa y madre había estado cometiendo, sin embargo, estaba determinada a tomar decisiones drásticas en su vida. «¿Será muy tarde para cambiar? No lo creo» Se cuestionó y respondió a sí misma.
—Excelente ingeniero Granchester, con eso podemos empezar el proceso legal y poner la demanda mañana mismo— Villers dijo, en esta ocasión con una sonrisa triunfante, porque sabía que los Granchester llevaban las de ganar.
Richard dijo, por último—Estoy totalmente de acuerdo. Que mañana a primera hora citen a los abogados y de eso ya te encargas Terence, porque por mi parte, hasta acá llegó mi estadía en la empresa—. Se acercó un poco más a su hijo para susurrarle— Prométeme que no serás débil y harás todo lo posible, para que esos hijos de puta, dejen de estar jodiendo a los Granchester. Que, aunque les arda, ¡duraremos por muchas generaciones!
Continuará...
Última edición por AstridGraham el Dom Mayo 07, 2023 3:27 pm, editado 2 veces (Razón : Actualización de link de lectura.)
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