COMANDO PECOCITA'S
Mis queridas amigas... Aquí está el capítulo 7, originalmente eran dos pero estaban demasiado cortos y los tuve que unir, no quería quejas jijijiji.
Les agradezco sus aportes para los disfraces y aunque estaba pensando en llevarlos de escoceses (ya que mi Príncipe se ve así tan bello ) el comentario de Blackcat me he hecho pensar y creo que tiene razón... Si Albert compró esos trajes sería por algo... Muchísimas gracias, a todas por sus ideas.
Sin más las dejo leer. Besos.
NUESTRO AMOR... LO DESCUBRIMOS EN LONDRES
CAPÍTULO 7
Después de sus clases las chicas se fueron a sus habitaciones.
- Patty, ven con nosotras. Te presento a Elena.
- Hola Patty, si eres amiga de Candy, entonces también seremos amigas.
- Encantada Elena, donde van.
- La hermana Margareth nos ha llamado a los dormitorios.
- Será para darme el mío, dijo que tenía que hacer unos cambios, vamos.
- Las estaba esperando, dice una amable hermana Margareth. - Pasen,
puedes pasar también Patricia, me alegra saber que ya son amigas.
- ¡Qué a pasado aquí! -pregunta Candy, al ver la transformación de la habitación de Elisa.
- ¡La habitación que era de Eliza, tenía comunicación con la tuya Candy! - Dijo Patty
- Sí, algunas son así, antes teníamos a muchos alumnos que eran familia y nos pedían habitación con salón, para tener más amplitud, pero con los dormitorios separados, son más caros ya que serían tres habitaciones así que no hay muchos, por petición expresa del Sir Andrew lo hemos hecho, Elena este será tu dormitorio y compartes este salón con Candy, que era la habitación de Eliza. Las normas son las mismas y todos los balcones deben estar cerrados a la misma hora este también.
- ¡Es petición del tío abuelo!
- Conocía a mi abuelo y gracias a él he podido ingresar sin problemas aquí, soy escocesa y no tengo muchas referencias en Londres.
- Bien señoritas las dejo.
- Gracias hermana, dicen las tres al mismo tiempo.
- Woooow había oído hablar de esto, dijo Patty, tienen 3 habitaciones con balcón, jajaja por eso cambiaron a Eliza, se va a poner furiosa cuando se entere jajaja
- jajaja
- ¿Conoces al tío abuelo William, Elena?
- No, no lo conozco ¿y tú?
- Tampoco. Personalmente no, pero por carta si.
- Chicas que les parece si preparamos un té en este precioso salón. Dice muy animada Patty
- Sí, y así podemos comentar los trajes del festival.
- Tienen ya pareja... pregunta curiosa Elena.
- Yo sí, contesta rápida y felizmente Candy.
- Si Candy irá con su novio.
- ¡¡Patricia!!
- Sabes Elena ¡Candy está enamorada!
- De quién ¡Cuenta!
- No le hagas caso Elena. No tengo novio, es un amigo
- jajajaja
- Se llama ¡Albert! Y es muy, muy guapo, lo dice ella misma.
- y tú Elena tendrás tiempo de invitar a alguien. Pregunta Candy roja por las burlas.
- jajaja está bien cambiemos el tema, jajaja. Si, lo más probable es que vaya con Olivier.
- ¿Co... coon... Olivier? ¿El señor Sinclair? Exclamó Patty sin salir de su asombro
- Si, ya lo conocen.
- ¿No es el nuevo profesor? Lo conoces Elena, yo aún no lo he visto, pero Patricia me comento que era...
- El mejor profesor de arte, eso he dicho... Se apresuró a decir Patricia ya que le comentó lo atractivo que era.
- Si claro, eso y más...contesta con malicia Candy viendo su hora de venganza.
- Más...??
- Si, he dicho que... Bueno no importa pero creo que también es escocés por eso lo conoces
- La verdad, es que es el hermano de mi difunta madrastra y no tengo más familia que él. Me prometió que estaría conmigo en el festival para no estar sola.
- ¡Qué bien!
- Yo ya me voy,
- Tan pronto Patty
- Si tengo que estudiar y deberías de hacer lo mismo tienes que estar lista a las 5...
- Tienes razón! Después nos vemos.
- si, y me comentas tus clases ¿¿particulares??
- Vaya, ustedes dos si que tienen misterios, jajaja.
- Candy te lo contará.
Ya solas en el salón...
- Elena, yo también me voy.
-Un momento ahí señorita, tenemos mucho trabajo
- De qué hablas Elena.
- Lo lamento Candy, son ordenes del Sir Andrew.
- ¿Ordenes? ¿De qué?
- Normas de buena conducta y modales
- Tú también Elena
- No te preocupes conmigo será más divertido ¿Por que crees que nos han dado este gran salón ¡Para practicar sin que nadie nos interrumpa!
- Vaya, entre Patty y tú estaré ocupada, pero Elena necesito estar lista para las 5.
- Nos sobrará tiempo, ven.
Y así Elena comenzó a guiar a su nueva amiga. Si Sir Andrew quería una verdadera dama, la tendría, ella había recibido ya mucha formación...
*************
Albert limpiaba su nuevo coche, se reía mientras recordaba las palabras de su tía al pedírselo...
- ¿De qué hablas Will? No tienes vehículos de sobra que quieres ese viejo y destartalado.
- ¡Tía no voy a usar uno del corporativo!
-Claro que no, pero puedes usar uno más seguro.
- Yo lo arreglaré, además necesito algo que no llame la atención.
- ¡Sí, para que no vean a tu linda Candy!
- Alice, muchas veces prefiero la cara sería de la tía Elroy que tu sarcasmo.
- Si, no lo dudo. Mañana te mando un coche con George, y nos vemos el Domingo, los invitaré a comer.
- No creo que Candy venga sola, quería venir con sus primos y amigas al zoológico.
- Mejor, así nos reiremos más.
Y así fue su tía le envió un coche, no el que le pidió, pero a pesar de ser uno nuevo era muy discreto, y no llamaba la atención. Saliendo de sus pensamientos dijo, tengo que darme prisa mi linda rubia me espera ¡Candy que estás haciendo conmigo!
********
- ¿Elena y dónde aprendiste tanto? Pregunta una asombrada Candy al ver lo rápido que su nueva amiga le explicó fluida y muy amena las normas más prácticas de educación y modales.
- ¿Te gustó?
- ¿Gustarme? ¡Estoy encantada! Es algo tan natural como lo haces y lo explicas que no lo veo para nada rígido ni pesado, es algo elegante y diferente a como lo he estudiado.
- Te dije que te gustaría. Y sí, los buenos modales y la manera de comportarse debe ser algo natural en tu forma de ser, no rígida no somos maquinas. Mi madre fue una buena maestra y cuando murió hace ya ocho años, mi padre me llevó a un colegio en Suiza, el mejor de señoritas, ahí la educación no es la rigidez inglesa, es algo más.... Natural como tú has dicho.
Hacía tres años que mi padre se volvió a casar, con la hermana mayor de Olivier, pero hace casi un año ellos tuvieron un accidente y quedé sola...
- Elena, lo lamento.
- No te preocupes, lo extraño mucho... fue un buen padre medió todo lo que pudo y más... Dijo una Elena triste al recordarlo. Bueno no nos pongamos tristes, tampoco estoy del todo sola ¡tengo a Olivier! Gracias a él, estos meses han pasado rápido, a tratado de darme alegrías a cada momento.
- ¡Elena! Dice Candy abrazándola. Seremos buenas amigas, Patty también ya lo veras, también tienes que conocer a Annie, ella es tan fina y delicada como tú, pero muy tímida, ya la conocerás.
- Si me gustaría conocerla, ahora creo que debes de arreglarte, no querrás hacer esperar a T U N O V I O, le dice marcando mucho las letras.
- Jajajaja, no lo es pero es muy guapo ya te lo presentaré. Nos vemos más tarde.
- Aquí estaré arreglando mis cosas.
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Albert, ya había aparcado su nuevo coche, y se dirigía al muro para saltarlo, mentalmente se reía ¡Cuantas veces lo había hecho para escapar de esa cárcel y ver a su tía favorita! Quién le iba a decir que un día lo iba hacer en sentido contrario ¡En lugar de escapar, entraría y muy contento de hacerlo! Jajaja... Como cambian las cosas ¡por Candy soy capaz de todo!
- Ya estoy aquí, esto no ha cambiado nada, salvo el gran árbol que está más alto. Reflexionaba en voz baja Albert.
Candy se quedó paralizada con la hermosa visión que tenía ante sus ojos, Albert estaba realmente guapo con ese traje informal, no era que variara mucho de su forma de vestir, pero ese color y su porte hacía que llamara mucho la atención. Estaba ya preparada para taparle los ojos cuándo él sintiendo su inconfundible aroma a rosas se giró.
- ¡Candy, estás preciosa, el cabello suelto te queda muy bien!
- Te gusta.
- Mucho, te queda hermoso.
- Es que lo tenía mojado y no he querido atarlo, estaba estudiando con una nueva compañera y no quería llegar tarde.
- ¡Pues, te queda muy bien y ahora a estudiar! Dame esos libros, siéntate aquí con cuidado.
- Gracias Albert.
También este tiempo de estudio pasó rápido para Candy, aunque estaba nerviosa, no dejó de atender a lo que Albert le explicaba, el futuro patriarca era muy hábil para los números y al igual que Elena tenía una forma agradable de enseñar.
- Albert, como es posible que no entendiera esto. ¡Deberías dedicarte a dar clases! Gracias.
- De nada pequeña, sabes que me gusta ayudarte.
Y Candy nuevamente sin darle tiempo a reaccionar abraza fuertemente a su amigo. Quedando unos minutos así.
Albert tampoco quería soltarla, estaba disfrutando tanto de tenerla así abrazada; su pequeña ¿Cuando había crecido y se había convertido en una hermosa señorita que alteraba todo su ser? Si, su tía tenía razón estaba enamorado de ella, de su pequeña llorona de la colina de Ponny.
Candy se separó lentamente un poco avergonzada por su arrebatado y largo abrazo, pero al ver los ojos a través de las gafas oscuras de Albert y su sonrisa se tranquilizó.
- Gracias, dijo nuevamente con un tenue rosa cubriendo sus mejillas
- No hay por qué darlas, sabes que lo hago con mucho gusto. Le contesta mientras le ordena un rebelde riso que escapa por su cinta y besa su frente.
No muy lejos de ahí un joven castaño de ojos azul verdosos se alejaba con su corazón partido. Quería ver a su pecosa, pero lo que vio fue algo que no quería aún creer, Candy su linda pecosa abrazada con su amigo, su mejor y único amigo, sí, para qué iba a seguir guardando esperanzas, la mirada enamorada de ambos y esa forma en que Albert besaba su frente, era la mejor prueba de que él había llegado tarde para ganar el corazón de su pecosa.
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CONTINUARÁ...
Última edición por Nerckka el Dom Abr 10, 2016 9:23 am, editado 1 vez